El dormitorio es la estancia más personal de la casa. Además de ser un símbolo de descanso y confort, se trata de la zona del hogar más íntima y en la que mejor podemos ver representada nuestra personalidad, nuestra forma de ser. Por eso, en muchas ocasiones, elegir los elementos que conforman este espacio se convierte en un auténtico quebradero de cabeza. Al igual que es importante seleccionar los cuadros, las lámparas, las cómodas y las mesillas, los textiles del dormitorio se han convertido en una pieza clave para definir el estilo de la estancia.

Las telas que visten el espacio juegan un papel vital a la hora de aportar calidez y definir el estilo. Si en tu dormitorio predominan los elementos naturales, como las plantas, los detalles de bambú y los tonos tierra puedes mantener una línea discreta en la elección de los textiles de la cama. Opta por la pulcritud del blanco para las sábanas, colchas y fundas de almohadas y aporta el toque de color con la elección de los cojines.

Si no eres partidaria de los colores intensos, puedes probar con las gamas cálidas para la inmensa mayoría de elementos y 'romper' sutilmente la armonía con una única prenda en tonos pastel. Además de jugar con la paleta de colores, puedes centrarte en las texturas de los tejidos para acertar con la combinación de las piezas.

Al poder apostar por todo tipo de tejidos y texturas, no tengas miedo a introducir nuevas tendencias, como la fiebre furry. Si eres amante del exceso, las mezclas y los estampados, elige una paleta de colores que transmita calma y tranquilidad. Decántate por textiles que únicamente respeten la tonalidad elegida, sin importar el resto de características. Cojines con diferentes motivos, colchas con formas y texturas variadas…

Los textiles no deben ser del mismo color que los muebles que decoran el espacio. Si tienes una mesilla con una determinada tonalidad, puedes optar por jugar con la ropa de cama para dotar de estilo tu dormitorio. Elige fundas de cojín con diferentes estampados, que respeten la paleta cromática del resto de la cama, y juega con el cabecero, uno de los elementos que mayor atención acaparan de la estancia.

Si quieres que el cabecero se convierta es uno de los imprescindibles del dormitorio, ¿por qué no sustituirlo por una tela rompedora que se encargue de aportar personalidad? Una buena opción es, como en la imagen, decantarse por un falsa 'pared' en verde eléctrico y estampado tropical que, sin duda, se convertirá en el protagonista del cuarto.

Las paredes desempeñan un papel fundamental a la hora de escoger el resto de elementos. Tanto es así que pueden condicionar la escala de color que va a 'reinar' en el dormitorio. En este caso, el gris se convierte en el protagonista de la habitación en forma de motivos florales y diferentes texturas.

Si eres una apasionada de la sencillez, puedes basarte en las pautas del minimalismo y en la máxima del 'menos es más'. Colores neutros, muebles muy sencillos con líneas rectas… Puedes elevar la estética minimalista, con un par de elementos en colores enérgicos, que aporten un guiño de estilo y color al rincón más especial del hogar.