Con un modo de vida cada vez más acelerado y tecnologizado, buscamos en nuestros hogares una conexión con lo natural. Es aquí donde el estilo Soft Natural gana terreno. Esta nueva corriente nace como respuesta a la necesidad de convertir nuestra casa en un refugio que contrarreste con nuestro acelerado ritmo de vida.
Este estilo es una fusión entre el minimalismo escandinavo y la calidez mediterránea, y aquí los materiales naturales protagonizan cada rincón. A diferencia de otras tendencias, que apostaban por la acumulación de elementos naturales, en esta corriente, cada elemento, color y textura tiene un objetivo claro. Y no, no es como el minimalismo cálido o el lujo silencioso. La tendencia Soft Natural crea ambientes serenos sin caer en la frialdad del minimalismo extremo. Aquí la calidez y la calidad van de la mano, y la meta es tener una casa en calma, cómoda y única. Descubre esta nueva tendencia y aplícala a tu casa.
© Amador Toril para María Acha InteriorismoDominan las fibras naturales, pero sin excesos
La clave para incorporar fibras naturales sin sobrecargar es establecer una jerarquía clara. Si en el salón tienes un sofá de lino beige, que marca el color principal del espacio, unas cortinas de algodón añaden verticalidad y los cojines de yute aportan textura. El error más común es excederse y añadir otras muchas más fibras que saturen de texturas: una alfombra de sisal, cestas de mimbre, bandejas de ratán y mantas de lana, al mismo tiempo, generan ruido visual.
Aplica la regla del tres-dos-uno: tres piezas grandes de fibra natural (sofá, alfombra, cortinas), dos elementos medianos (puf, manta) y un detalle pequeño (cesta decorativa). No tengas miedo a los espacios vacíos, ya que cuando hay demasiadas texturas se genera ruido visual y el espacio se aleja de su objetivo de calma.
© David Montero para RQH StudioLa madera correcta marca la diferencia
Maderas claras como el roble blanqueado, el fresno o el abedul resultan ideales para espacios pequeños o con poca luz natural, porque reflejan luminosidad y amplían el ambiente. Su veta suave y discreta no compite con otros elementos decorativos. También son adecuadas las maderas de tono medio, como el nogal claro o el cerezo, que aportan calidez y funcionan en estancias amplias como reducidas.
En cambio, las piezas en madera oscura requieren mayor cuidado en este estilo. Es mejor aplicarlas en piezas puntuales y no demasiado llamativas, como una mesa auxiliar, el marco de un espejo o las patas de una butaca.
El acabado también importa: apuesta por maderas con barniz satinado o aceite natural, que mantienen la autenticidad del material.
© Enric Badrinas para PPT InteriorismoLa paleta de tonos tierra que realmente funciona
Olvidarte del blanco puro es el primer paso hacia una paleta Soft Natural auténtica. Los tonos base giran en torno al marfil, la arena y el hueso, colores con suficiente calidez para servir de lienzo. Otro color que funciona muy bien en textiles grandes es el topo en sus versiones más suaves, así como el terracota suave, que en tonos apagados recuerda la arcilla recién horneada.
Olvídate de marrones chocolate, los beiges amarillentos y cualquier tono que tire hacia el naranja intenso. Si necesitas añadir variedad y carácter apuesta por un verde salvia, un gris piedra o un elegante azul.
© Stella Rotger para D’Aussy InteriorsTextiles que suman calidez sin abrumar
El lino lavado se ha convertido en el rey indiscutible de esta tendencia por su la elegancia de su arruga. En cortinas, cubre ventanas sin bloquear completamente la luz, creando ese efecto filtrado tan característico. El algodón orgánico lavado ofrece una alternativa más económica y funciona especialmente bien en ropa de cama. También la lana ligera, tejida en punto abierto o en versión bouclé, añade textura.
Cuando mezcles textiles, respeta una proporción: si tu sofá es de lino grueso, los cojines deberían ser de algodón fino o lana muy ligera. Combinar texturas similares puede dar como resultado un espacio aburrido y plano, mientras que los contrastes añadirán volumen y personalidad.
© Alberto Torres Estudio de InteriorismoCómo se aplica el Soft Natural en espacios pequeños
Los pisos pequeños exigen versiones depuradas de esta tendencia. Elige maderas claras para todos los muebles grandes y reserva los tonos medios para piezas pequeñas. Una mesa de comedor en roble claro con sillas de ratán ocupa menos espacio visual que la misma combinación en nogal.
Reduce el número de fibras naturales distintas: añade a la decoración dos o tres como máximo. Una alfombra de yute tejido fino bajo el sofá de lino crea suficiente textura sin restar metros. Unas cestas de almacenaje en mimbre en la estantería aportan verticalidad y efecto de orden. Y un espejo con marco de madera natural duplican la luz y aporta calidez sin saturar. Tienes muchísimas opciones.
© Jordi Canosa para Pia CapdevilaEquilibrar piezas protagonistas y detalles discretos
Un ambiente Soft Natural necesita una o dos piezas que sean protagonistas. Puede ser un sofá modular de grandes dimensiones tapizado en lino natural, una mesa de comedor en madera maciza con veta marcada o un cabecero de cama tapizado de pared a pared. Estas piezas principales serán las que definan el carácter del espacio.
Después añade otros detalles que aporten personalidad pero sin competir: una bandeja de madera en la mesa de centro, portavelas de cerámica sin esmaltar, un espejo con marco de ratán fino. Evita multiplicar los puntos de interés: cuando todo intenta llamar la atención, nada lo consigue realmente.
© David Montero para RQH StudioIluminación que potencia el efecto natural
La temperatura de color de la luz resulta determinante en espacios Soft Natural. Descarta las bombillas de luz blanca fría que distorsionan los tonos tierra. Busca luz cálida entre 2.700 y 3000 K, que realza los matices de las maderas y suaviza las texturas. Lámparas de fibras naturales como el mimbre, el bambú o el papel de arroz difunden la luz de forma envolvente.
Planifica capas de iluminación: una lámpara de techo general en ratán tejido, lámparas de mesa con bases de madera para zonas de lectura y tiras LED ocultas para luz indirecta nocturna. Y añade reguladores o dimmers siempre que puedas: te permitirán adaptar la intensidad lumínica al momento del día.
© Amador Toril para Alberto TorresErrores que comprometen el resultado final
Un exceso de fibras es el error más común al intentar aplicar este estilo en el que debes reducir las texturas todo lo posible. Acumular cestas, alfombras, cortinas y muebles tejidos en el mismo espacio resultará un poco agobiantes. También ten cuidado al elegir los tonos: si eliges unas tonalidades tierra demasiado oscuras, especialmente en estancias con poca luz natural, el resultado será oscuro. Eso sí, no te olvides de los contrastes: añade gradaciones dentro de la paleta tierra.
Y añade plantas: el Soft Natural cobra vida cuando integras vegetación real que conecta visualmente con todos los materiales orgánicos.
© Amador Toril para Raquel GonzálezActualizar tu casa sin grandes inversiones
Comienza por los textiles, la transformación más rápida y económica. Cambia los cojines sintéticos por fundas de lino o algodón en tonos arena, añade una manta de algodón tejido sobre el sofá y cambia tus cortinas. Otra opción es colocar una alfombra de yute de gran formato bajo la mesa de comedor, que transformará radicalmente la percepción del espacio.
¿Más ideas? Las lámparas. Ofrecen otro punto de entrada efectivo: reemplazar una lámpara de techo moderna por una de fibra natural genera impacto inmediato. Si tienes presupuesto, invierte en una mesita auxiliar de madera clara o una butaca con estructura de madera y tapizado en lino.




