En estos días previos a las celebraciones navideñas, es importante no dejar nada al azar, especialmente alrededor de la mesa de Navidad. Convertida en el centro de las reuniones, cualquier mínimo tropiezo puede arruinar una velada perfecta.
Para que esto no ocurra, hemos hablado con la interiorista Beatriz Brunet, fundadora de la firma de decoración textil From Bea, sobre aquellos elementos y accesorios que deben tener un sitio preferente en tu mesa de Navidad y aquellos que debes evitar. Repasamos los principales errores, para que tus celebraciones sean un éxito.
© From BeaOlvidar el muletón o ponerlo mal
El muletón (o protector) es clave para poner una mesa de Navidad perfecta, ya que cumple una doble función: decorativa y práctica.
Muchas veces nos olvidamos de él, pero en otras ocasiones lo ponemos mal, señala la experta: "Uno de los errores más recurrentes es situar el muletón al revés. Se coloca con el pelo tocando el mantel, no del lado del plástico que debe estar en contacto con la mesa (esta de From Bea). Así, cumple sus funciones, proteger, sujetar el mantel y permitirte quitar las dobleces y arrugas por almacenamiento con solo pasar las manos, y amortiguar los ruidos de los vasos, platos y cubiertos al golpear con el sobre”.
© From BeaLlenar la mesa de copas y platos
En nuestro deseo de que no falte nada y sea especial, podemos provocar el efecto contrario: que nuestra mesa luzca abarrotada y algo caótica. “Otro error es poner más vajilla de la necesaria solo porque queda bonito. Tendrás más que lavar luego y además puede ser un lío a la hora de servir cada plato del menú. Es importante diferenciar entre adornos y necesidades que cumple cada pieza de la vajilla”, recomienda la interiorista.
La experta nos da las claves para disponer en orden los platos justos: "Mezclaría una vajilla antigua, (Gien, Moustiers, Limoge, Herend...), con platos de cristal tallado y continuaría colocando los cubiertos de alpaca o plata y los vasos y copas que vamos a usar durante la cena. Luego los platitos del pan, que pueden ser de cristal, plateados o iguales. Si tuviéramos tazas de consomé, las dejaría en la cocina y colocaría un plato de postre de cristal labrado encima del llano para luego dejarla encima. El intercalar distintos tamaños resulta muy divertido".
Con la cristalería la experta recomienda lo mismo. Así, continúa, "ponemos las copas que vamos a utilizar, al igual que ponemos los cubiertos necesarios para el menú programado. No colocamos cosas de más. Otra cosa importante es lavar todo lo que coloquemos, aunque no se haya utilizado”.
© Maisons du MondeDecorar la mesa de Nochebuena como la de Nochevieja
“Son dos celebraciones distintas. La mesa de Nochebuena es una familiar, con villancicos, polvorones y panderetas. Es más tranquila y dedicada a los más pequeños y a los mayores de cada familia. La de Nochevieja es más fiestera: cena, prisas, campanadas, uvas, cotillón y más de amigos”, afirma la experta.
Por eso, debemos adaptar la decoración al momento, sin perder, en ningún caso, el espíritu navideño. Esta brillante y dorada propuesta de Maisons du Monde es perfecta para dar la bienvenida al 2026.
© H&M HomePasarse de minimalista
Incluso si eres austera y huyes del exceso, recuerda que el maximalismo es tendencia esta temporada, la mesa de Navidad debe ser especial, como esta de H&M Home. “Poner la mesa para recibir a tu familia o amigos es un acto de generosidad. Estás creando un escenario, así que siempre y cuando esté equilibrada puedes ser minimalista, siempre que invites a los cinco sentidos", apunta la experta:
- Olfato: cuando entras por la puerta y te recibe el olor de la casa, esa vela aromática en la entrada, que ya te da pistas de lo que puede suceder.
- Gusto: empieza con el aperitivo.
- Tacto: unas buenas servilletas y mantel de lino.
- Vista: una gama de color armónica, luces cálidas e indirectas, proporción y equilibrio.
- Oído: las risas, conversaciones, una música tranquila de fondo... Ten en cuenta que colocar un muletón debajo del mantel ayuda a amortiguar ruidos de cubiertos y vajilla.
© HomesenseCreer que todo debe ir a juego
La experta lo tiene claro. “¡Para nada tiene que ser todo igual! Puedes tener una vajilla verde y un mantel azul y con la servilleta crear ese puente, esa conexión entre los dos elementos, poniéndola por ejemplo en ambos colores. Los adornos también te ayudan a conectar vajilla y mantelería, al igual que las cristalerías y cuberterías”.
De la misma manera, aboga por combinar sillas diferentes y dar un toque de estilo: “Mezcla lo que necesites, ya que... ¡Estamos en casa! No es una recepción, es una cena de Navidad en tu casa, con tu familia y tus íntimos, si los hubiera. Lo importante es disfrutar de estos momentos y si, además, has comprado una materia prima de primera, has cocinado con mucho amor para todos y has montado una mesa llena de detalles y cariño, tienes asegurada una Nochebuena de 10".
En esta propuesta de Homesense, el mantel y la tapicería de las sillas contrastan, creando un original y sofisticado conjunto.
© La Redoute InterieursSubestimar el poder de ciertos detalles
A la hora de montar la mesa de Navidad, la planificación es fundamental. “El menú nos dirá qué piezas de la cubertería, cristalería y vajilla vamos a necesitar y la lista de invitados, el orden en el que los debemos sentar. Las etiquetas en la mesa quedan ideales y te ayudan a previsualizar el conjunto. Y si estuvieras cenando sólo con tus hijos y ya tenéis vuestros sitios asignados por costumbre, los cartelitos con sus nombres son siempre un detalle divertido”, afirma la experta. En la imagen, una propuesta de La Redoute Interieurs.
Además, Beatriz Brunet nos cuenta cómo organizar la mesa, para que la velada sea un éxito. "Una vez preparada la mesa y la zona auxiliar, coloco los 'marcasitios', intercalando hombre y mujer y poniendo a mi derecha al hombre de más edad, (mi suegro) y a mi izquierda a mi padre. A la derecha de mi marido pondría a su suegra, mi madre, y a su izquierda a su madre, mi suegra. Y, así, vas cerrando el perímetro hasta los más pequeños. En una cena con amigos siempre separo las parejas, da buen resultado sacar a los invitados de su zona de confort y que interactúen con otras personas que no ven desde hace tiempo o que ni se conocen. Un método muy divertido es sortear los puestos en la mesa. Un consejo, los puestos de presidencia, es mejor ponerlos en el medio y no en las cabeceras”.
© From BeaPrestar mucha (o poca) atención a las servilletas
Ni ponerlas tipo cisne, ni dejarlas de cualquier manera, las servilletas también son parte de la mesa, como esta con piezas y elementos de From Bea.
“Las pondría al final porque, de esta manera, veo si caben a la derecha o a la izquierda del plato, y sin ponerles encima los cubiertos, las colocaría encima del plato si no hay más espacio. No haría cisnes ni rosas. No es higiénico manipular una servilleta con la que te vas a limpiar la boca, por lo que, una vez lavada y planchada, se cumple la norma de menos es más: cuanto menos la toques, mejor. Olvídate también de ponerla debajo del plato, a modo de cascada, porque se puede liar al cogerla”.
© From BeaPasarse con los adornos... ¡O no llegar!
Esa es la cuestión. La experta no lo duda: siempre es recomendable poner adornos navideños en la mesa. "Son un 'must'. En el equilibrio está la virtud, pero yo soy más barroca y prefiero pasarme. Si se te ha ido de las manos a la hora de ponerte a hacer centros, siempre puedes ubicarlos en algún otro sitio".
Los centros de mesa son esenciales en la mesa perfecta. Elegirlos demasiado altos o voluminosos es también un error frecuente. “25-30 cm es la altura máxima. Todo vale, guirnaldas, centros, arreglos florales, adornos de cerámica, metales y maderas. Lo que debemos tener siempre en cuenta es el ancho de nuestra mesa para saber si en el espacio que nos queda en medio nos caben los adornos, para decidir entre una guirnalda o una ‘escenografía’ más cargada”. La imagen pertenece a una composición de la firma de decoración de la interiorista.
© Festive LightsPoner velas aromáticas
Aunque perfumar la casa, especialmente con los aromas navideños, es parte de la decoración de esta época, la interiorista aconseja "no poner velas aromáticas en la mesa, ni flores que huelan mucho, pues interfieren con los aromas de la comida. Las velas aromáticas en la entrada y en el salón, nunca en el comedor”, concluye.
Beatriz Brunet apuesta por los candelabros: “Deben permanecer encendidos toda la cena y apagarse al abandonar el comedor, para evitar incendios, entre otras cosas”. Esta propuesta de Festive Lights aporta luz y magia navideña, sin interferir en el perfume de la estancia.




