Uno de los capítulos más importantes a la hora de vivir la Navidad en casa es la decoración. Nuestros ambientes se transforman para acoger ese espíritu especial que lleva implícita esta época mágica. Pero, además del protagonista insdiscutible, el árbol de Navidad, hay otras muchas maneras decorar la casa de forma especial. Una de ellas es incorporando alguna de las plantas navideñas que te explicamos a continuación. Elige tus favoritas, tanto para el interior como para el jardín, aprende a cuidarlas y disfruta de la Navidad con un toque natural.
© Adobe StockPoinsettia o flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima)
No desvelamos ningún secreto si decimos que la poinsettia es la planta navideña por excelencia. La más famosa de todas en estos días de fiesta. Al llegar la Navidad comenzamos a verla en multitud de tiendas y establecimientos, especializados o no. Se trata de una planta arbustiva originaria de México que, en esta época del año, se llena de inflorescencias de un intenso color rojo. Se trata de brácteas, es decir, hojas que protegen la flor verdadera, que es muy pequeña y de color amarillo suave. Estas brácteas rojas son las que confieren a la planta su carácter decorativo y navideño. No te resistas y hazte con un ejemplar para decorar el salón. Si la colocas en un lugar luminoso (pero sin luz directa), alejado de fuentes de calor, y la riegas de forma moderada se mantendrá preciosa y saludable durante mucho tiempo.
© Adobe StockCactus de Navidad (Schlumbergera)
Esta es otra de las plantas navideñas por excelencia, como bien indica su propio nombre. La razón es que la Schlumbergera florece en invierno, por lo que resulta muy decorativa en Navidad. Y es que traer un cactus de Navidad a casa en esta época del año es toda una declaración de intenciones para adornar cualquier rincón de la casa con un aire alegre y festivo.
El cactus de Navidad hace gala de unos tallos colgantes que se llenan de flores acampanadas de colores brillantes. Necesita un riego moderado pero una alta humedad ambiental: ponla lejos de los radiadores y pulveriza sus hojas de evz en cuando.
© Adobe StockAmarilis (Hippeastrum vittatum)
Las bellas flores del amarilis, especialmente si son de color rojo, la convierten en una de las mejores apuestas botánicas para decorar en Navidad, dado que aparecen durante el invierno y duran mucho tiempo. El amarilis es una planta bulbosa de la familia de las Amarilidaceas, originaria de las zonas tropicales de América del Sur. Presenta más de 70 variedades diferentes.
Si quieres cultivar en casa un ejemplar (o varios) de amarilis, búscala un emplazamiento con mucha luz, cálido y con cierta humedad ambiental (puedes poner un humidificador). Para regarla adecuadamente, hazlo con regularidad, evitando los encharcamientos pero procurando que el sustrato esté siempre húmedo.
© Adobe StockCiclamen (Cyclamen persicum)
Nos encanta el ciclamen. Hace gala de una espectacular floración invernal y, si eliges una variedad de flores rojas, podrás tenerla la casa en Navidad para decorar cualquier rincón. Esta planta de origen mediterráneo florece en invierno, estación en la que se llena de flores con forma de corazón invertido.
Si quieres que tu ciclamen (Cyclamen persicum) crezca feliz sitúalo en un espacio luminoso pero donde no le lleguen los rayos del sol de forma directa, y riégala por inmersión. Para ello coloca la maceta sobre un recipiente con agua y déjala unos minutos para que absorba la cantidad que requiera. Después deja que escurra el agua sobrante antes de volver a colocarla en su sitio.
© Adobe StockArdisia (Ardisia crenata)
Esta es una de las plantas más especiales con las que decorar la casa en Navidad. La ardisia (Ardisia crenata) es una especie arbustiva de hoja perenne que, al llegar el invierno, se llena de bayas rojas muy ornamentales. Por eso es perfecta para añadir un toque navideño en cualquier rincón donde lo necesites.
La ardisia es originaria de las zonas tropicales de Asia. Sus hojas son de un color verde brillante que contrasta con el rojo intenso de sus frutos redondos. Elígela y no te arrepentirás porque, además de bella, es muy fácil de cuidar. Aunque se trata de una planta de exterior, admite su cultivo en interiores siempre que la pongas en un espacio con mucha luz, y le aporte es un riesgo moderado. Ten cuidado de no encharcarla, porque el exceso de agua no la puede perjudicar seriamente.
© Adobe StockKalanchoe (Kalanchoe blossfeldiana)
¿Te gustaría añadir a tu rincón de plantas navideñas una especie suculenta? El kalanchoe puede ser la opción perfecta. Una planta de tamaño reducido, de unos 50 cm como máximo, que pertenece a la familia de las Crasuláceas, con hojas carnosas y pequeñas flores de colores intensos que aparecen en invierno. No solo es perfecta para poner un toque decorativo y navideño en tus interiores, sino que además es muy sencilla de cultivar: solo necesita luz y un riego escaso. Durante el invierno será suficiente con que hagas un aporte de agua mensual, que debes aumentar a un riego semanal durante los meses de calor.
© Adobe StockRosa de Navidad (Helleborus niger)
Aunque es una planta de exterior, una especie herbácea de hoja perenne, se trata de una opción perfecta para cultivar en el jardín si quieres una especie ornamental para disfrutar en Navidad, ya que florece durante el invierno. El mayor encanto de la rosa de Navidad (Helleborus niger) son sus flores grandes de pétalos de color blanco o rosa y centro amarillo.
A la hora de cuidarla, no tendrás muchos problemas ya que es muy resistente al frío y las bajas temperaturas. Solo necesita un riego moderado, por lo que debes vigilar que no se produzcan encharcamientos.
© Adobe StockEspino de fuego (Pyracantha)
Aunque no se trata de una planta de interior, sino de un arbusto para cultivar en exterior, sus frutos redondos y rojos hacen que aporte al jardín una estampa navideña de lo más especial. Su follaje denso hace gala de unas hojas perennes espinosas de color verde oscuro. Las bayas, aunque suelen ser rojas, también pueden adquirir matices amarillos o anaranjados.
Para cultivarlo con éxito no tendrás que hacer nada especial, salvo aportarle agua de vez en cuando, ya que requiere de un riego muy escaso. Plántalo y deja que crezca para disfrutar de una estampa navideña muy especial en tu jardín.
© Adobe StockAcebo (Ilex aquifolium)
Esta es una de las plantas de exterior más características de la Navidad. De hecho, sus hojas de bordes espinosos y color verde oscuro, y sus bayas redondas y rojas son uno de los símbolos navideños por excelencia. Decorar la casa con ramas de acebo (Ilex aquifolium) posee un carácter festivo y de prosperidad en estos días mágicos.
Para cultivarlo con éxito has de plantarlo en el exterior, ya sea en maceta o en el suelo del jardín, y mejor si lo haces en un espacio de semisombra. Se trata de una planta muy resistente al frío y solo necesita un riego regular para desarrollarse plenamente. Este último cuidado es el más importante, ya que el acebo no tolera la sequía. Además, le vendrá bien un abonado anual y una poda que mantenga su forma en otoño.
© Adobe StockMuérdago (Viscum album)
Para cerrar esta lista de plantas navideñas, vamos a incluir una que tiene un gran significado en esta época del año. Se trata del muérdago, cuyo nombre científico es Viscum album. Si bien esta planta de exterior es muy característica de la Navidad, cultivarla no es tan sencillo, ya que se trata de una especie semiparásita, es decir, que carece de raíces y crece sobre otro árbol, del que necesita alimentarse para vivir. Normalmente el muérdago crece sobre especies de hoja caduca como los manzanos, o también sobre pinos y abetos. El muérdago se parece al acebo, aunque las bayas del primero son de color blanco, y no rojas.
Esta planta especial tiene un gran significado en Navidad en las culturas nórdicas y anglosajonas: simboliza la fertilidad, la protección frente al mal y la eternidad. A nivel popular todos conocemos la leyenda del beso bajo el muérdago. Un mito que procede de la cultura celta y que está relacionado con la fertilidad: si una pareja de recién casados deseaba tener descendencia, debía colocarse bajo unas ramas de muérdago durante el solsticio de invierno.




