Una mesa bien puesta no va de normas estrictas ni de vajillas intocables. Va de equilibrio, de saber mezclar piezas de texturas y colores diferentes y también de crear un ambiente agradable para quienes se sienten alrededor. Un buen punto de partida es pensar en el tipo de ocasión, elegir una base coherente y después sumar capas: textiles, centro de mesa, luces y pequeños objetos que aporten carácter. En invierno, además, buscamos calidez visual, aunque juguemos con tonos fríos o materiales sobrios. En este artículo tienes 10 propuestas que encajan a la perfección ahora, a punto de empezar las fiestas navideñas, pero también el resto de la temporada… y muchas incluso más allá. Así que, quédate con lo que te inspire y adáptalo según el momento.
© Lo de ManuelaEl mantel como punto de partida
El textil es mucho más que un fondo: marca el tono de la mesa. En celebraciones especial, lo suyo es apostar por un mantel largo que roce el suelo, ya que aporta presencia y cierta solemnidad. Si buscas algo más relajado, quedan igual de bien los caminos de mesa, los individuales o incluso dejar la mesa desnuda.
La firma Lo de Manuela, con su colección Petit Palace, propone una lectura distinta de la mesa festiva. El modelo Toile Pájaros huye del rojo y el dorado clásicos y apuesta por tonos neutros que funcionan en cualquier época del año. Lino, terciopelo, cristalería trabajada a mano y porcelana de Limoges construyen una mesa elegante, femenina y nada rígida. Un truco: si el mantel es protagonista, deja que el resto de piezas respiren y elige una vajilla clara y centros sencillos. Ideal si quieres una decoración especial que no quede "encasillada" en la Navidad.
© DiborUna misma vajilla, distintos escenarios
Hay vajillas que solo sacamos en fechas muy concretas y otras que acompañan toda la temporada fría. Las piezas de porcelana con forma de estrella de la marca Dibor entran claramente en este segundo grupo. Su diseño evoca el invierno, el frío, incluso el hielo, pero sin caer en símbolos demasiado evidentes.
Para evitar que el conjunto resulte excesivamente frío, la clave está en el contexto: una mesa de madera sin mantel, detalles en fibra natural y textiles discretos suavizan el conjunto. Los adornos vegetales hacen el resto. En Navidad, ramas de abeto, piñas o bayas rojas; el resto del invierno, eucalipto, ramas secas o incluso hierbas aromáticas.
© El Corte Inglés HomeEstampados que nos llevan directos al invierno
Animales salvajes, setas, hojas, ramas o piñas conectan de inmediato con la estética invernal. Como muestra, la colección Ciervos Wald El Corte Inglés Home: piezas que mezcla tradición y personalidad a través de un diseño pintado a mano que resulta cercano y acogedor, tanto para una comida especial como para una mesa más relajada.
Para acompañar este tipo de vajillas conviene bajar el volumen del resto: manteles lisos, cristalería discreta y centros de mesa de inspiración natural. Si apetece añadir un extra, mejor hacerlo con servilletas de lino o cubiertos con acabado envejecido.
© Lime LaceLa belleza de lo imperfecto
Las vajillas artesanales tienen algo que engancha. Cada plato es distinto, y eso se nota en la mesa. La colección Coral de la firma Koti London, disponible en Lime Lace, está formada por piezas hechas a mano, con una textura orgánica y un acabado blanco mate que resulta muy elegante. Van de maravilla para una cena especial (más aún si completas la presentación con detalles dorados como vemos en la imagen), pero también sirven en el día a día. Combínalas con manteles de lino arrugado, copas finas y centros bajos para que las formas destaquen. Además, son prácticas: resistentes, aptas para lavavajillas y microondas.
© Matise DecoColores fríos, mesas cálidas
¿Quién dijo que los tonos fríos son incompatibles con un look cálido y hogareño? La vajilla Colibrí de la firma Excelsa (la hemos fichado en Matisa Deco), con sus relieves y pinceladas azules, es una buena prueba de que, esas paletas bien acompañadas, dan como resultado una mesa tremendamente acogedora.
En invierno, funciona de maravilla con manteles lisos en tonos claros, incluso con unos individuales de ratán que sumen un punto extra de calidez. También le van los detalles en madera y toques de verde. Y lo interesante es que esta vajilla no es exclusivamente invernal: en verano, combinada con textiles de lino natural, fibras vegetales, flores frescas y cristalería ligera, el azul se vuelve fresco y luminoso. Cambian los accesorios, cambia la estación… la vajilla sigue siendo la misma.
© Sjoerd Eickmans / Pip Studio¡Qué carácter!
Las mesas potentes también tienen su lugar en estas fechas. La vajilla de la colección Berry Blues de la firma Pip Studio mezcla verdes intensos, acentos rojos y detalles dorados que recuerdan a los estampados de invierno tradicionales, pero con un giro actual.
Aquí, la clave está en atreverse. Textiles a juego, cubertería dorada y piezas en verde y azul oscuro que refuercen el conjunto. Para no saturar, conviene cuidar la iluminación y dejar espacios visuales despejados. Una presentación que llama la atención, muy apropiada para celebraciones especiales.
© Paloma Pacheco / Vista AlegreUn hilo conductor cromático
Elegir un color y repetirlo de forma sutil en distintos elementos es una manera infalible de crear coherencia. En la mesa montada por el interiorista Raúl Martins con piezas de Vista Alegre, el azul actúa como hilo conductor: aparece en la vajilla, la cristalería y pequeños detalles decorativos.
Para aligerar el conjunto, se combina con blanco, que aporta luz, y pequeños acentos en rojo que rompen la monotonía. Este juego de repeticiones crea una mesa elegante, equilibrada y visualmente muy atractiva.
© WestwingLas servilletas también cuentan… ¡y mucho!
Darle un toque diferente a la mesa puede ser tan fácil como cambiar la forma en que colocas las servilletas. Mira esta propuesta de la firma Westwing: vajilla y mantel blancos, y una servilleta roja dispuesta a modo de individual.
Y es que estos complementos textiles ofrecen muchísimas posibilidades. Puedes enrollarlas y atarlas con una cinta bonita, doblarlas en abanicos o bolsillos para incluir un menú o un marca puestos, o incluso convertidas en flores de tela. Otra opción más sencilla, pero muy práctica y versátil son los clásicos servilleteros, ya que permiten combinar colores y texturas según la ocasión.
© IKEAUn centro de mesa que lo dice todo
La composición que elijas para decorar el centro de la mesa puede ser elemento que deje claro qué se celebra. En esta mesa de IKEA, vestida con el mantel Vinterfint, el arreglo alterna ramas verdes, elementos naturales y detalles rojos que aportan ritmo y volumen.
Importante: procura que no sea demasiado alto ni recargado. Mejor varios elementos bajos que permitan conversar sin obstáculos y se adapten al tamaño de la mesa.
© Zara HomeDetalles que suman
Candeleros, salseras, fuentes, bandejas… esos pequeños objetos del menaje son los que terminan de redondear la mesa. Una buena idea es reservar estas piezas tan especiales –las que ves sobre estas líneas son de Zara Home– para ocasiones especiales y mezclarlas con lo que ya tienes. Así, la mesa se siente distinta sin perder naturalidad. Porque al final, de eso va decorar en invierno: de crear espacios que invitan a quedarse.




