Los adornos de Navidad son los más reutilizados de toda la decoración. Año tras año, los desempolvamos, revisamos y los encontramos un lugar en el árbol, la chimenea o el aparador. Sin embargo, no todo vale. No decimos que haya que tirar todo, salvo esa bola que te regalaron al comprar una tableta de turrón o esa manualidad que hizo tu hijo pequeño que va a cumplir 30 años, sino elegir con intención y decorar con espíritu navideño, pero con estilo y buen gusto.
Para ello, hemos pedido consejo a Laura Martínez, interiorista y fundadora del estudio que lleva su nombre (lauramartinezinteriorista.com). La experta apuesta por una decoración navideña elegante y con alma. "En mi casa, además, es un momento muy especial: la vivimos a través de los ojos de nuestra hija de seis años, con esa ilusión tan pura que tienen los niños. Cantamos villancicos recordando a mi abuela —que siempre acompañaba con la zambomba y los platillos— y es, probablemente, la única época del año en la que cocinamos de verdad con calma, los tres juntos. Es un momento de hogar en estado puro. Y esa es la sensación que quiero transmitir con estas ideas: una Navidad bonita, sí, pero también vivida".
© LoberonCambia de ritmo
Antes de empezar a colocar adornos de Navidad, recuerda que estamos en un momento de reencuentros, de felicidad y buenos momentos. Por eso, tu hogar debe adaptarse a la nueva situación y espíritu con una decoración tranquila y evocadora.
“La Navidad es una época en la que la casa cambia de ritmo. Se encienden velas, recuperamos adornos que guardan recuerdos y, casi sin darnos cuenta, los espacios se transforman en escenarios donde conviven la calma, la ilusión y ese punto de nostalgia, tan propio de estas fechas”, señala la experta.
Esta propuesta de Loberon aúna esa magia y paz, sin sobresaltos ni colores estridentes.
© Traumteppich.comLa entrada que invite a pasar
Y a quedarte dentro. Lo decimos siempre, el recibidor dice mucho de una casa, ya que es la primera impresión. Por eso, debes incluirlo en la decoración navideña. De esta manera, desde la puerta de entrada, como en esta propuesta de Traumteppich.com, ya se viva la Navidad.
"En el recibidor no hace falta mucho para crear ambiente: una corona sencilla, unas ramas verdes en un jarrón y algunas velas bastan para dar la bienvenida. Si el espacio es pequeño, una bandeja sobre la consola ayuda a ordenar todo, sin recargar. En mi caso, siempre añado un ramillete de muérdago. Mi madre me lo regala cada año y ya es una tradición que siento imprescindible", apunta la interiorista.
© Yael VallésEl árbol: bonito, pero poco recargado
Montar el árbol de Navidad es una tradición en todas las casas. La interiorista tiene claro que, para ser especial, no necesita estar lleno de adornos y luces: "A veces basta con una paleta de dos colores y algunas piezas de madera o cristal. Si hay adornos que te acompañan desde siempre, dales su sitio, ya que son los que realmente le dan alma. En casa, nuestra hija es la primera en colgar sus manualidades. A nivel de diseño quizá no son las piezas más perfectas… pero son las que hacen que nuestro árbol sea nuestro. Desde que empezó la guardería trae cada año un adorno nuevo y para mí eso tiene mucho más valor que cualquier pieza comprada".
Para que quede perfecto y sea la estrella de la estancia, la experta da un truco de iluminación: "nunca pongas las luces como una espiral de arriba abajo. Es mejor empezar desde la parte inferior hacia arriba dibujando triángulos. La luz queda más repartida y el árbol se ve más equilibrado".
Esta propuesta del estudio Laura Martínez Interiorismo muestra cómo puede montarse un árbol bonito y elegante, que llame la atención, pero deje brillar al resto de la decoración.
© H & M HomeLuces para acompañar, no para deslumbrar
Es muy fácil dejarse llevar y no dejar ningún rincón de la casa vestido de Navidad y en modo encendido, como si fuese la Gran Vía madrileña. La interiorista recomienda evitar las prisas y apostar por una iluminación que acompañe y no sature.
"Las guirnaldas pueden ser mágicas si se colocan donde realmente aportan calidez: sobre un aparador, rodeando un espejo o dentro de un cesto grande con ramas secas. Y las velas… siempre, muchas velas. Jugar con diferentes alturas y tamaños crea un efecto precioso y muy navideño", afirma.
Esta propuesta de H&M Home, llena de velas y con una guirnalda, resulta, a pesar de su sencillez, mágica y evocadora.
© GuLa mesa vestida para la ocasión
Las celebraciones de esta época tienen lugar alrededor de la mesa, por eso debe estar decorada y preparada para que den ganas de sentarse. "Para las comidas festivas, me gusta pensar en capas: mantel, camino y servilletas bonitas. Una vajilla sencilla funciona mejor que una muy recargada, sobre todo si la acompañas con un toque vegetal —ramitas de romero o eucalipto— que huelen de maravilla. Y, por supuesto, velas. Es un gesto sencillo que cambia por completo la atmósfera", cuenta la interiorista.
Para que, además de bonita, resulte práctica y evites imprevistos, la experta nos da un consejo que nunca falla: "coloca un salvamantel impermeable debajo. A alguien siempre se le puede caer una copa y, así, evitamos sustos".
Laura Martínez ha diseñado esta mesa navideña llena de estilo, donde no faltan detalles rojos y toques naturales. La sencillez no está reñida con la elegancia.
© Zara HomeEl salón cálido, para sentirse muy a gusto
La decoración navideña debe llegar a todos los rincones. Eso sí, debe hacerlo sin abarrotarlos ni llenarlos de brillos chillones. Se trata de imprimir el espíritu de esta época, para que luzca festiva y cree hogar.
El estar, además del comedor, es una de las estancias más importantes en las celebraciones y su decoración debe ser no solo estilosa, sino también acogedora. "El salón es donde más horas pasamos en estas fechas, así que merece mimo. Pon una funda algunos cojines en lana o terciopelo, añade una manta gustosa y apuesta por tonos invernales como verdes oscuros, tostados o rojos apagados", recomienda.
Y si tienes chimenea, como en esta propuesta de Zara Home, la experta aconseja convertirla en la estrella de la estancia. "En casa tenemos la suerte de disfrutar de una chimenea de leña y tenerla encendida es imprescindible para crear ese ambiente tan navideño".
© Yael VallésAromas que despiertan recuerdos
Las fragancias tienen la capacidad de convertir tu casa en un lugar cálido y acogedor con su sola presencia. No se trata de llenar todo de velas y mikados, sino de colocarlos en rincones estratégicos y dejar que su perfume haga magia y te recuerde a galletas, verdes campos o al fuego de una chimenea. Déjate seducir por ellos, como en esta mesa de Navidad, montada por Laura Martínez Interiorismo.
"La decoración navideña no es solo visual, también se siente. Los aromas de naranja, canela o abeto llenan la casa de invierno. A nosotros nos encanta especialmente la canela; es olerla y que todo parezca más cálido. Un difusor suave o una buena vela aromática es suficiente para transformar la estancia", apunta la interiorista.
© Yael VallésDetalles que hacen hogar
La decoración navideña tiene que evocar y hacerte sentir a gusto. Independientemente del estilo decorativo, debe emocionar, incluso si se trata del más 'kitsch' o exagerado. Y en esta perspectiva entran en juego los toques 'deco'.
"Más allá de los adornos, la Navidad entra en casa cuando empezamos a vivirla. Una taza bonita en una bandeja, un libro abierto, una manta doblada con mimo… Son pequeños detalles que hablan de nosotros", asegura la interiorista. Como ocurre en esta propuesta de su estudio, donde la Navidad adquiere un look natural y acogedor.
© Affari of SwedenImperfecta, pero mágica
Además de detalles festivos, debemos introducir un toque de magia, que otorgue a la decoración navideña dinamismo y autenticidad. Sin olvidar que son fiestas familiares y esto debe apreciarse ya desde el momento de montar el árbol o poner la mesa.
“Para mí, la Navidad empieza de verdad cuando la vivimos en familia. En casa siempre decoramos los cuatro juntos, sin prisas y con esa ilusión que pone cada uno: las manualidades de la peque, la música que siempre suena, las bromas mientras montamos el árbol… Y aunque el resultado nunca quede perfectamente calculado, es precisamente eso lo que lo hace especial. La Navidad se siente cuando la casa huele a hogar, cuando los recuerdos se mezclan con nuevas tradiciones y cuando cada rincón habla un poquito de quienes lo habitamos. Ojalá este año tu hogar se llene de calma, ilusión y de esos momentos que quedan para siempre", desea la experta.
