Ir al contenido principalIr al pie de página
Es Tendencia

Decoración emocional

10 claves cromáticas para decir adiós a la melancolía invernal


Cuando el invierno llega con su combo de frío, cielos plomizos y pocas ganas de moverse, tu casa puede ser un refugio estupendo… siempre que juegues con colores que suban el ánimo


Salón rústico con chimenea© El Corte Inglés Home
10 de diciembre de 2025 - 14:00 CET

El invierno tiene su encanto, sí, pero también trae días cortos, cielos grises y esa falta de luz natural que hace que nos sintamos más cansadas, con menos energía y, a veces, menos motivadas. 

Por suerte, la decoración es una aliada fantástica para darle la vuelta al estado de ánimo, y el color juega un papel clave. Sabemos por la neuroarquitectura que lo que vemos influye directamente en cómo nos sentimos: ciertos tonos nos calman, otros nos activan, otros nos dan sensación de calidez… Y ojo, que esto no es teoría suelta: jugar con la temperatura de la luz también suma. Las luces cálidas (entre 2700 y 3000 K) imitan ese tono doradito del atardecer, que hace que una estancia parezca más acogedora al instante. 

También ayuda apostar por una paleta monocromática en tonos claros —beis, cremas o grises cálidos— que ordenan visualmente y bajan la sensación de saturación mental, algo que muchas notamos cuando el invierno se hace largo. Pero aquí no venimos a poner la casa en modo minimalista triste… sino a llenarla de energía, contraste y sensaciones agradables. Así que, atenta y toma nota de estas 10 ideas para combatir la melancolía invernal a través del color. 

110
Pared decorada con un cuadro en tonos amarillos© Aureous

Apuesta por el amarillo para meter el sol en tu casa

Cuando fuera está todo gris y parece que el sol se ha ido vacaciones, un toque de amarillo marca la diferencia. Este color despierta optimismo, da sensación de luz y estimula la mente, justo lo que necesitamos cuando el invierno amenaza con dejarnos en modo hibernación. Puedes introducirlo en cojines, mantas o lámparas, sin miedo a pasarte.

Y si tienes un frente vacío que pide algo que anime el espacio de verdadno lo dudes: con un cuadro grande acertarás seguro. El modelo Tsuki-Yellow de la firma Aureous, que parece un sol enorme colgado en la pared, da ese chute de alegría sin necesidad de ampliar ventanas. Impacto directo, ánimo arriba

210
Manta naranja en sofá blanco© IKEA

Espabila tu casa con toques de naranja

Es un color cálido, amable y con mucha chispa, perfecto para combatir la apatía típica del invierno. Piénsalo: cuando llevas horas encerrado porque llueve sin parar, lo que quieres es un poco de energía visual. El naranja te lo da.

Queda de maravilla en piezas sueltas: un jarrón, un plaid, un par de cojines… y si quieres rizar el rizo, combínalo con azul, su color complementario. Juntos hacen un contraste muy estimulante, ideal para romper la monotonía. Igual que si colocas la mantita HUMLEMOTT de IKEA, sobre un sofá blanco o de un tono crudo.

310
Paredes pintadas de color verde© Paint Zero

El verde también es un buen amigo

Cuando el invierno nos quita paisajes verdes, no queda otra que recrearlos dentro de casa. Este color transmite equilibrio y frescura, y psicológicamente ayuda a resetear el ánimo. Es perfecto cuando necesitas bajar revoluciones sin caer en la tristeza.

Las tonalidades más suaves son ideales para pintar las paredes, ya no solo porque crean atmósferas envolventes, sino también porque potencian la luz. Si además lo combinas con textiles claros, maderas naturales o algún detalle en blanco roto, el efecto es aún más revitalizante. Basta con detenerse en esta imagen para comprobar cómo este tono, el Moss de la firma Paint Zero, anima sin resultar cargante.

410
Cama con cojines en azul suave© Colefax & Fowler

No todo son colores chillones

En esos días en los que todo va un poco a tirones, los azules suaves ayudan a despejar la cabeza y a que la casa se sienta menos pesada. Son fríos, sí, pero aportan claridad y una calma muy agradable, y no tienen por qué quitar vida al ambiente. Funcionan especialmente bien en dormitorios o en ese rincón donde te sientas a descansar cinco minutos, porque rebajan la tensión sin dejarte plano.

Y puesto que la manera más fácil de introducir un color en la decoración es a través de los cojines, lo suyo es que combines tonalidades —unas más suaves, otras un poco más intensas—, lisos y estampados, y formas y tamaños diferentes. Así el conjunto gana movimiento sin perder armonía. En esta propuesta de la firma textil Colefax & Fowler se ve perfectamente.

Si el invierno te pide un pequeño empujón extra, añade algún detalle turquesa. Un marco, un cojín, un jarrón… pequeños acentos que refrescan el ambiente y aportan ese puntito de luz visual tan necesario en enero.

510
Dormitorio pintado en tonos empolvados© Bruguer

En calma… pero animada

El rosa empolvado es un color que no agobia, no cansa y, psicológicamente, genera tranquilidad y bienestar, por lo que ayuda a equilibrar el ánimo cuando los días son grises.

En este caso, la firma Bruguer sugiere no limitarse a pintar toda la estancia de este color, sino alternarlo con otros, también en tonos nude, pero que den un pelín de fuerza: beis y ocres por aquí, un rojo nada estridente por allá… Y para completar el look, añade textiles en esas mismas gamas: cortinas, colchas, mantas o cojines que refuercen la paleta y aporten dinamismo. 


610
Salón rústico con chimenea© El Corte Inglés Home

Actívate con pequeñas dosis de rojo

El rojo es potente, así que úsalo como un buen picanteen pequeñas cantidades, es perfecto. En invierno, cuando el cuerpo pide estímulo y motivación, este color te despierta al instante. Pero no lo pongas por todas partes o te cansarás pronto. 

Fíjete cómo este salón, decorado con muebles y complementos de El Corte Inglés Home, gana vida con cojines rojos repartidos por el sofá y las butacas. Si te surgen dudas a la hora de combinarlo con otros colores, recuerda que funciona de maravilla con tonos neutros como crudos, beis o grises suaves, que lo equilibran, y también con verdes profundos o azul marino si quieres un contraste más elegante.

710
Butaca tapizada con tela de flores© Jane Churchill

Estampados coloridos para romper con la rutina

El invierno tiene un problema: la monotonía. Días iguales, cielos iguales… Por eso los estampados multicolores son una herramienta fantástica. Rompen la linealidad y crean dinamismo visual, algo que nuestro cerebro agradece especialmente cuando lleva semanas viendo el mismo paisaje gris. 

Flores, geométricos, motivos abstractos… cualquiera vale mientras introduzca variedad. Haz la prueba: coloca una butaca tapizada con una tela llamativa, pero elegante, como el modelo Orla de Jane Churchill, en una esquina olvidada de la estancia. Verás cómo este punto de color transforma la energía de todo el espacio. Además, es una excelente oportunidad para darle una segunda vida a ese viejo sillón que tenías guardado

810
Pared con papel pintado en tono lila© Manuel Canovas

Triste y aburrido

Los días grises de invierno se hacen largos y aburridos, tanto que a veces no sabemos qué hacer con tanto tiempo dentro de casa. Por eso, necesitas tonos que ayuden a dar un giro a la rutina, que estimulen tu creatividad. Aquí es donde entran en juego lilas y lavandas, geniales para poner ese punto de energía que despierte la imaginación y por eso mismo, ideales para estudios, rincones de trabajo o cualquier espacio donde quieras que las ideas fluyan. 

Y sí, sabemos que son un poco complicados de manejar en decoración, ya que pueden resultar fríos, cursis o ñoños. Pero con muebles de madera clara y detalles en fibras naturales, la cosa cambia por completo. Y si no, fíjate en este ambiente, con el papel pintado Sancha de Manuel Canovas.

910
Salón con tapicerías blancas y alfombra con motas marrones© Covet House

El comodín más cálido

Cuando los días de invierno parecen todos iguales y la casa se siente un poco apagada, los tonos tierra entran en acción como ese amigo que siempre sabe animarte. Ocre, terracota, caramelo… colores que dan calidez, orden y sensación de refugio sin gritar ni saturar.

Pruébalos en paredes, alfombras o textiles y verás cómo cualquier salón gana carácter y buen rollo al instante. Un ejemplo perfecto es este espacio de Covet House, con una alfombra con motas marrones sobre fondo crudo. Y si quieres que la cosa brille un poquito más, añade detalles en dorado o cobre: reflejan la luz, iluminan rincones oscuros y suman ese toque alegre que tu ánimo agradece cuando fuera solo hay nubes.

1010
Jarrón con flores de color rosa© Gisela Graham London

El combo anti-melancolía

La naturaleza siempre nos ayuda a sentirnos mejor, y en invierno la echamos especialmente de menos. Por eso, añadir plantas de interior es una de las soluciones más fáciles y efectivas: su verde natural refresca el ambiente y contrarresta la sensación de apagamiento típica de la estación. Si las colocas en macetas de colores vivos y alegres, el efecto positivo se multiplica.

Las flores también sumancamelias, amaryllis, pensamientos, ciclamen, prímulas, begonias, narcisos… su colorido pone un toque de vida a cualquier rincón. En este caso, opta mejor por un jarrón más discreto, en un tono claro, como este de Gisela Graham London, que aligere el conjunto.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.