Elena Navarro, interiorista: “La distribución de tu hogar es un idioma silencioso que no solo organiza el espacio, también ordena pensamientos”
Claves para descubrir cómo la forma de distribuir tus muebles nos revela quién eres, qué te gusta y si eres más de invitados o de tardes de domingo en el sofá.
Seguro que no lo sabes, pero la forma en la que organizas tus muebles revela mucho sobre tu personalidad. La distribución de tus espacios no solo trata de comodidad o estética, también refleja tus hábitos, prioridades e, incluso, cómo te relacionascon los demás. Tu hogar siempre cuenta tu historia, tanto si que prefieres los espacios abiertos y amplios, como los íntimos y acogedores, los estructurados y organizados o los creativos y prácticos.
Al reorganizar tus estancias, no solo mejoras tu comodidad, sino que también, sin darte cuenta, expresas tu personalidad en tu día a día. De manera que, si en tu vivienda abundan las piezas multifuncionales, esto puede indicar que, además de optimizar los metros, posees una personalidad práctica e ingeniosa. Y así con todos los elementos.
La interiorista Elena Navarro, fundadora de Trestrazos Interiorismo (www.trestrazos.net), lo tiene claro, “hay casas que, sin necesidad de pronunciar una sola frase, cuentan historias completas. Espacios que te reciben, te leen y te hablan sobre quién vive allí. La distribución de los muebles, muchas veces, lo dice todo: las prioridades, los ritmos, las obsesiones y hasta las aspiraciones más íntimas”, señala la experta.
Una casa es muchas cosas a la vez, es vivienda, es refugio, es lugar de trabajo, zona de descanso…
Por eso, apunta la experta, “cuando abrimos la puerta de un hogar, no solo entramos en un lugar, sino en un pequeño manifiesto personal del morador o familia que lo habita. La organización del espacio y de los muebles es un idioma silencioso que nos transmite infinidad de mensajes, sin que seamos plenamente conscientes de ello, y es capaz de hacernos sentir de mil maneras distintas. Así, un ambiente puede hacernos sentir acogidos, serenos y ‘como en casa’, o, por el contrario, puede generar distancia, incomodidad o, incluso, cierto rechazo”.
En la imagen, un proyecto del estudio de la diseñadora, donde dan ganas de pasar el invierno.
“Una distribución que permite caminar, sin sortear obstáculos, demuestra que se piensa en el bienestar. Cuando el espacio no fluye, el mensaje es claro: hace falta un plan, hace falta dedicación, tiempo y cariño. Así es como una casa habla de ti: de tus rutinas, de tus prioridades, de cómo te sientes y hasta de cómo te gustaría vivir. Este idioma se puede reescribir con pequeños gestos: mover un sofá, iluminar un rincón, liberar un pasillo…”, cuenta la experta.
Evidentemente, se trata de que tu casa y tú habléis el mismo idioma. Así, si te gusta dejar mucho espacio libre entre los muebles, con poco desorden y zonas despejadas, esto puede reflejar una personalidad abierta y sociable, que disfruta siendo anfitrión y compartiendo. Por el contrario, agrupar los muebles, creando rincones acogedores o zonas de conversación, puede revelar un carácter protector, que valora la privacidad, prefieres el 'petit comité' y buscas comodidad y seguridad.
De la misma manera, si la mayoría de tus piezas están pegadas a las paredes, dejando el centro de la habitación libre, esto suele reflejar una identidad organizada y estructurada y cierta preferencia por el orden y la claridad. En la imagen, una propuesta de BoConcept que aúna armonía y funcionalidad.
Una casa bien distribuida no es un lujo, es un aliado; por ello, conviene recordar, establece Elena Navarro, ciertos aspectos que dicen quién eres en una primera impresión.
El exceso revela tu nivel de apego. Demasiados muebles u objetos sin uso suelen hablar de dificultad para soltar: cuando eliges con intención, todo respira mejor. La distribución no solo organiza el espacio, también ordenapensamientos.
Los detalles te definen. Un rincón de lectura bien iluminado (como este de uno de mis proyectos), una butaca orientada a la ventana, la luz natural aprovechada… Cada gesto habla de quién eres, pero también dequién quieres ser.
Cada estancia juega y tiene un papel fundamental en tu vida. Navarro repasa qué expresa cada una de ellas.
El recibidor, como su nombre indica, marca tu forma de recibir. Es tu tarjeta de presentación. El de la imagen es una propuesta de Loberon.
El salón indica cómo priorizas tus relaciones: charla, conversación, disfrute personal, desconexión…
El comedor revela tu relación con el tiempocompartido: cómo valoras el momento de comer, hablar, disfrutar.
El dormitorio es tu refugio y tu termómetro de emociones. Si no está equilibrado, tu casa te está pidiendo suavemente que te pongas en el centro.
La cocina refleja tu vínculo con el orden. Una cocina pensada para fluir revela claridad mental; una caótica… mucha pasión, mucha energía y, quizás, demasiada dispersión. Lo importante es encontrar equilibrio.
La forma de organizar el salón y de establecer las distancias entre las distintas piezas de mobiliario dice mucho sobre tu estilo de vida.
“Si entramos en un salón y encontramos unos sofás cómodos dispuestos de manera que se miran entre ellos, se percibe que en ese hogar se prioriza la conversación, la conexión y las sobremesas que se alargan. Si, en cambio, todo está orientado hacia el televisor, el mensaje es de desconexión personal y búsqueda de un disfrute más individual”, cuenta la fundadora de Trestrazos Interiorismo.
Todo en esta propuesta de Broste Copenhague, desde los colores hasta la disposición del mobiliario, invita a sentarse y disfrutar.
Aunque los metros son determinantes y nos pueden 'obligar' a tomar ciertas decisiones, lo cierto es que muchas de ellas son producto de nuestra personalidad.
Por eso, apunta la experta, “en el comedor, una mesa bien situada, con circulación fluida y sillas cómodas, suele revelar el deseo de compartir y disfrutar del tiempo en familia. Si, por el contrario, la mesa está arrinconada o parece más decorativa que funcional, sugiere un ritmo de vida más acelerado del que quizá nos gustaría admitir”. La imagen corresponde a un proyecto de su estudio, donde la mesa es el centro del espacio, con permiso de la cocina y la espectacular terraza.
Si hay un espacio nuestro, en el que saquemos a relucir nuestra versión más real y auténtica, ese es el dormitorio. Nuestras necesidades y forma de ser se refleja en su distribución. “Cuando la cama tiene el protagonismojusto, la luz acompaña y no hay mil objetos compitiendo por la atención, esto dice mucho de la capacidad de cuidarse. Si, en cambio, la habitación se asemeja más a un trastero… quizás sea momento de una intervención suave”, afirma la experta.
En esta propuesta de su estudio, tanto la elección de los distintos elementos como su disposición, son una invitación al descanso. Un refugio para desconectar del mundo exterior.
Convertida en el epicentro de la casa, la cocina no solo dice quiénes somos, sino cómo nos gusta vivir. “Una cocina ordenada y lógica habla de claridad, estructura y serenidad. Si, por el contrario, para encontrar una sartén hay que abrir más de un armario, digamos que la creatividad está por las nubes. Eso también tiene su encanto, aunque en pequeñas dosis”, matiza la diseñadora.
En esta cocina de Trestrazos Interiorismo todo está en su sitio, los taburetes se recogen bajo la barra, la encimera está despejada, las lámparas mantienen el ritmo visual…
“En definitiva, tu casa es tu espejo, tu narradora silenciosa. Rediseñar o ajustar la distribución no es solo mover muebles, sino que es moverenergías, liberar cargas, recuperarbienestar y construir un estilo de vida que encaje contigo”, concluye Elena Navarro.
En esta propuesta de Maisons du Monde, el sofá junto a la chimenea y la colocación de la alfombra son una demostración de la capacidad de la decoración para transmitirsensaciones a través de la organización de los distintos elementos. Los colores y las texturas refuerzan esas impresiones.