Cuando llega el frío y encendemos la calefacción, surge la duda sobre la relación entre las cortinas y los radiadores. ¿Bloquean el calor? ¿Pueden llegar a ser peligrosas? El objetivo es mantener la estética de la estancia, sin que se resienta la funcionalidad.
Para aclararnos algunos aspectos, pedimos opinión a una experta en textiles, la directora de la tienda Pepe Peñalver en Madrid. Isabel Acero arroja algo de luz a este espinoso tema decorativo y nos ayuda a elegir los diseños que serán tendencia esta temporada.
© MuutoVestir las ventanas cuando hay un radiador
Una de las mejores opciones, sin tener en cuenta los estores, es una cortina larga de tejidos ligeros o con abrazaderas, de forma que el calor circule correctamente cuando está encendido y, si las cierras, lo ocultará a la vista. También dependerá de las características arquitectónicas de la vivienda y si tiene, por ejemplo, un alféizar profundo o una moldura, que permitirá separarla un poco.
“Siempre deben cubrirlo. De hecho, las cortinas no deben ser cortas, es mejor hacerlas hasta el suelo y tapar los radiadores que, por lo general, no son bonitos. El calor sale sin problemas. El espacio quedará más limpio sin tantos cortes y ayudará a dar más sensación de altura”, aconseja la profesional de Pepe Peñalver.
En esta propuesta de Muuto, el radiador está bajo un alféizar más profundo, lo que hace que la tela no lo toque. De esta manera, se visten ambas ventanas con cortinas largas, permitiendo que el calor se distribuya sin problema por la estancia.
© Javier Calleja RoviraSiempre cortinas largas
La experta lo tiene claro: “En ningún caso recomiendo unas cortas, aunque si las pones, hazlo justo por encima del radiador”. ¿Las razones de este rechazo? Este tipo de cortinas encogen la ventana, bajan el techo y hacen que la mirada se dirija más a ese elemento.
Gracias a su aire romántico y a su capacidad para jugar con las proporciones de la estancia, las cortinas largas logran que los techos parezcan más altos y amplios. Esto hace que sean las preferidas por todos, incluso cuando pueden afectar, en cierta medida, a la eficiencia energética. Sin embargo, si deseas este tipo de cortinas, es recomendable usar abrazaderas o tenerlas abiertas durante el invierno, permitiendo que el calor circule libremente. Recuerda establecer también cierta distancia entre el radiador y la ventana, para que la cortina no caiga directamente sobre él.
En esta propuesta de Pilsferrer, se ha optado por un visillo, mucho más ligero, y se ha dejado abiertos a los lados. Además, el radiador está en el hueco del alféizar, lo que evita que la tela tenga contacto con él.
© Amador TorilManual de uso
Ante todo y para que no te preocupes si decides colocar cortinas largas, la experta aclara,“no hay riesgo ninguno. La temperatura del radiador nunca es tan alta como para suponer un peligro”. De todas maneras, como hemos dicho anteriormente, es importante evitar el contacto directo entre la tela y el radiador, tanto para la vida útil de las cortinas como para la eficiencia de la calefacción de la vivienda.
En este salón comedor, diseñado por Alberto Torres Interiorismo y con estilismo de Beatriz Sánchez, las cortinas ligeras y en blanco roto, ocultan el radiador, sin bloquear la salida de calor. Instaladas muy altas, a la misma altura que el papel pintado, proporcionan armonía y equilibran proporciones.
© Ángeles MolinaLa opción de los estores
Aunque Isabel Acero prefiere cortinas largas para vestir ventanas con radiador, si se prefiere otra opción “nuestro consejo es poner un estor, ya que el vuelo de una cortina en corto crea volumen y sobresale mucho”. En este caso, debe terminar al menos a 10 o 20 cm por encima del elemento de calefacción. Además, es importante colocarlo lo más alto posible, pegado al techo para que no solo no entorpezca la circulación del calor, sino que mantenga, al mismo tiempo, la ligereza y armonía de la estancia.
Este proyecto del estudio de interiorismo Saco Espacios demuestra no solo el carácter funcional de los estores, sino también su capacidad para imprimir frescura y modernidad, incluso si, como aquí, están rodeados de piezas antiguas restauradas, como el aparador y la mesa.
© John LewisUna combinación infalible
No debes dejar que el radiador decida por ti las cortinas de tu casa: hay alternativas. Una de ellas consiste en mezclar diferentes soluciones para vestir las ventanas. Tal y como señala la profesional de Pepe Peñalver “es una buena opción combinar cortinas y estores. Esto nos permitirá manejar la luz que entra de distintas formas”. Una buena idea es colocar un modelo tipo paqueto junto con las cortinas, enmarcándolas estéticamente.
En esta propuesta de John Lewis, las dimensiones del estor se ajustan a las de la ventana, mientras que a los lados se han situados dos caídas en la misma gama cromática, pero en un tono más intenso. El conjunto resulta elegante y moderno, además de práctico.
© LizzoEl tejido también influye
A la hora de elegir la cortina para vestir las ventanas que tienen debajo un radiador, debes tener en cuenta la tela. "Lo más importante que sean lavables. Otra cualidad opcional para particulares e imprescindible en proyector contract, sería utilizar tejidos ignífugos por seguridad” Además, puestos a elegir, mejor telas ligeras, ya que las demasiado gruesas pueden bloquear el calor.
Las de esta propuesta de Lizzo (en Pepe Peñalver) tamizan la luz natural, permiten que pase el calor y aportan un plus de estilo.
© Pepe PeñalverEl largo ideal
Una vez establecido que las cortinas largas son la mejor opción, quede pendiente solucionar otra de las dudas más frecuentes: su largo. ¿Deben tocar el suelo, arrastrar o quedar alejadas de él? “El largo más adecuado es el que tenga un poco de apoyo, es decir, dar 1 o 2 centímetros más. Queda más bonito y nos da juego por si encogen un poco al lavarlas”, puntualiza la experta.
Este tocar el suelo será diferente en función del tejido. Así, unas cortinas más especiales y con caída, como estas de Pepe Peñalver, lograrán un efecto dramático, mientras que unas más livianas, fresco y moderno.
© LizzoMejor pasarse que quedarse corta
A la hora de elegirlas, debes ser siempre generosa en lo que a tela se refiere, para que queden bien tanto abiertas como cerradas. Isabel Acero no duda en señalar el gran error que se suele cometer: “una cortina corta es como ponernos ropa de una talla menos", zanja el tema.
Para no equivocarte, recuerda medir siempre desde la barra de la cortina (no desde la parte superior de la ventana) para obtener el largo correcto. Como los visillos blancos de Lizzo (en Pepe Peñalver) de este dormitorio que se apoyan en el suelo, potenciando su delicado aire romántico, tan idóneo para una atmósfera de descanso.
© Jordi CanosaA la hora de integrarlas en la decoración
“En general, tienen que combinar con las tonalidades de la estancia, o bien crear un contraste, si queremos dar un toque de color en una habitación de tonos demasiado neutros", explica la experta.
Además, aconseja "los visillos, al dejar pasar la luz, es mejor que sean de tonos naturales para no teñir la gama cromática de la habitación, pero las cortinas, al ser más tupidas, pueden ponerse al gusto, lisas, con dibujo…”.
Piensa que, para un estilo romántico y acogedor, las cortinas largas y fluidas son ideales, mientras que, para uno más contemporáneo y pulcro, largas también, pero en tejidos poco pesados y lisos, que aporten armonía y ligereza visual al conjunto. En este proyecto de la interiorista Pia Capdevila, acompañan al resto de elementos, integrándose en el ambiente, sin acaparar la atención, pero cumpliendo una función estética y funcional.
© LizzoQué se lleva este invierno
“Actualmente, la tendencia de decoración es utilizar una cortina en tonos lisos, bien con color o en tonalidades neutras más subidas, cromáticamente hablando, que el visillo. Si, por ejemplo, en el visillo escogemos un tono crema, la cortina puede acompañar con uno tostado”, apunta Isabel Acero.
Esta propuesta de Lizzo (en Pepe Peñalver), que aúna modernidad con un toque clásico, es perfecta para interiores contemporáneos que se disfrutan.




