Dado que se acercan las fiestas y que hasta que lleguen, celebramos muchos eventos en casa, con familiares y amigos que no podrán pasar la Navidad con nosotros, saber cómo disponer y montar la mesa nos ayudará a prever todos los imprevistos para las celebraciones navideñas, al mismo tiempo que nos hará coger tablas como anfitriona.
A la hora de montar una comida en nuestro hogar, además del menú, es importante hacer todo lo posible para que tus invitados se sientan a gusto desde el momento en que entren y brindarles, a través de la decoración, una experiencia perfecta.
La clave para que todo salga bien y no cunda el pánico es preparar todo con antelación y cuidar cada detalle. Porque no basta con una vajilla espectacular o las copas de vino indicado, ahora es preciso diseñar una puesta en escena, como la que luce esta propuesta de Affari, que logre impresionar a tus invitados y a ti ganar puntos como anfitriona.
 © Trove by Studio Duggan
© Trove by Studio DugganEl estilo del comedor
Antes de poner el mantel y elegir la vajilla, debes prestar atención a otros detalles igual de importantes. En primer lugar, el estilo de tu comedor (este de Trove by Studio Duggan) y el tipo de evento que vas a celebrar. Evidentemente, no es lo mismo festejar un cumpleaños en un ambiente con cortinas y muebles de maderas oscuras que una cena formal en uno abierto a la cocina, por ejemplo.
En todos los casos, debes hacer que la decoración se adapte al momento y aporte bien un aire distendido o bien un toque más clásico.
 © Broste Copenhagen
© Broste CopenhagenEl número de comensales
No solo por cuestión de protocolo, que también, sino por cuestiones estéticas. Saber cuántas personas vienen al evento te ayudará a montar una mesa con más estilo. De esta manera, evitarás que comáis apretados o que el exceso de adornos no te deje poner los platos o la fuente. ¿Piensas en el cesto del pan?
En esta propuesta de Broste Copenhague, se respeta el espacio de cada comensal, que debe ser de unos 60 cm.
 © Thonet
© ThonetLa forma de la mesa
A priori ten en cuenta que los modelos redondos ocupan menos y dan sensación de cercanía, por lo que son perfectos para reuniones informales, donde se busca un ambiente distendido. Mientras que los rectangulares encajan muy bien en comedores alargados, permiten más personas a la mesa y son más flexibles, a la hora de añadir asientos o un banco, por lo que son ideales si sois muchos. Además, facilitan una mejor y más ordenada distribución de la vajilla, los cubiertos y la decoración.
A la hora de decorarla, en las redondas es mejor optar por un único arreglo en el centro, no demasiado alto; en las rectangulares lo ideal es jugar con la simetría y con los centros alargados o con objetos repetidos; y en las cuadradas es preciso revisar las proporciones, para que no quede demasiado llena en un lado y vacío en el otro. Los arreglos bajos son también una opción.
En este comedor, con mobiliario de Thonet, las sillas y las cortinas van a juego. Un detalle que decora, sin darte cuenta.
 © Vitra
© VitraLa elección de las sillas
Ergonomía y estilo. Estas son las dos características que determinarán qué modelo encaja mejor con el espacio en sí y con el evento. Está comprobado que la elección de la silla de comedor determinará que las sobremesas sean largas y felices o cortas e incómodas. También sabemos que los modelos tapizados son más cómodos, al igual que los que tienen brazos. Sin embargo, estos últimos ocupan más tanto espacial como visualmente, por lo que debes tener cuidado y evitar que queden pegadas las unas a las otras.
Respecto a la segunda característica, las sillas pueden ser un elemento clave para imprimir personalidad al ambiente, tal y como ocurre en esta propuesta de Vitra. Eso no significa que debas deshacerte de todos tus diseños clásicos y poner todas modernas y a todo color, sino de jugar con la mezcla. Así, sin perder el hilo conductor del conjunto, puedes incorporar alguna colorida en la cabecera o alternar modelos de materiales y estilos distintos, aportando dinamismo y frescura.
 © Maisons du Monde
© Maisons du MondeEl papel (protagonista) de la iluminación
Normalmente, una lámpara de techo (esta de Maisons du Monde) o dos, según las dimensiones de la mesa, es la mejor opción, ya que proporciona luz directa, lo que facilita las comidas, además libera el suelo, por lo que no resta metros, y aporta carácter. Eso sí, debe estar colgada a unos 75-90 cm de la superficie, para evitar que deslumbre. En el caso de que tengas focos empotrados, una buena opción es reforzar la iluminación con un modelo de pie, piensa en la lámpara Arco o similar, para que dé luz al área de la mesa.
El tema de las velas sí o no, depende de los gustos, de cómo hayas vestido la mesa y del espacio libre disponible. Así, hay expertos que las ponen siempre como un plus de estilo y otros que no las echan de menos. Y para crear luz de ambiente, las guirnaldas a modo camino son una buena alternativa decorativa.
 © H&M Home
© H&M HomeA tener en cuenta
Ante la duda, ten presente la regla del estilo minimalista: menos es más. Llévala también a la decoración, como en esta propuesta de H&M Home, y reduce los objetos, centros y candelabros, que pueden dar sensación de una mesa abarrotada. Vigila la altura de tus adornos, tener que hablar entre un precioso (y alto) arreglo floral no es lo más indicado.
Y, por último, sé comedida también con los colores. No te decimos que tenga que ser obligatoriamente neutra, sino que mantengas cierta armonía cromática, incluso si apuestas por tonos atrevidos, como el rojo, y que mezcles con precaución, prestando atención a los contrastes. Otra buena idea es cambiar únicamente los cojines de las sillas y ponerlos en tonos diferentes.
 © Lo de Manuela
© Lo de ManuelaLa importancia de crear ambiente
Materiales, colores, vajilla, presentación… Hay muchas maneras de recrear una experiencia gastronómica placentera e inolvidable, pero, sobre todo, se trata de despertar los cinco sentidos.
Algo de música ambiental y una agradable fragancia, que puede venir del horno, de una vela o de un aceite esencial, es perfecto. Se trata de que la fragancia se perciba, pero no inunde todo el comedor. En esta propuesta de Lo de Manuela todo invita a sentarse y disfrutar.
 © Mattia Aquila para Aquazzura
© Mattia Aquila para AquazzuraMantel, ¿sí o no?
En función del tipo de evento, todavía no estamos montando la mesa de fiesta, puedes optar por colocar un mantel (o no) o elegir la opción de los individuales. Piensa, por ejemplo, en una mesa rústica desnuda.
Lo que no puede faltar son las servilletas de tela (nunca de papel), que harán que tus invitados se sientan especiales. No olvides las flores, a modo de camino central y, si colocas un ramo en el centro, recuerda retirarlo cuando los invitados se sienten, para que puedan verse y conversar, sin obstáculos que se lo impidan. Propuesta de Aquazzura.
 © María Monasterio
© María MonasterioLa vajilla ideal
Evidentemente, la tuya y con la que más a gusto te sientas. Eso sí, la elegancia discreta siempre es un acierto seguro. En función de cómo va a ser la reunión, puedes usar la vajilla bonita para el día a día, preferiblemente blanca y discreta, que haga que destaquen los platos, o emplear algún diseño especial con vasos y cubiertos en sintonía. Ante la duda, las de porcelana blanca evitarán que te equivoques. Respecto al número, tantos como platos haya: principal para unificar, entrantes, postre…
Como argumenta la ceramista María Monasterio: "Las vajillas de acabado mate y colores neutros, como los beige, transmiten una sensación natural y relajada. Un auténtico lienzo en blanco donde presentar cada plato". En la imagen, uno de sus diseños.
Por cierto, a la hora de servir recuerda que no hay que llenarlo demasiado y que los distintos elementos deben distribuirse cuidadosamente, para realzar la comida.
 © Amador Toril
© Amador TorilTrucos infalibles
Una vez montada la mesa, solo quedan pulir algunas cuestiones. La preparación del menú debe ser sencilla, para que como anfitrión solo tengas que dar los últimos toques para la velada y no pasar demasiado tiempo en la cocina.
Además, es mejor que recurras a un menú que no sea demasiado técnico, sino del gusto de todos los invitados y te evites, así, disgustos innecesarios. Si tienes espacio suficiente o no sois muchos, puedes empezar con un aperitivo de pie, lo que creará un ambiente más relajado.
En la imagen, propuesta de Luzio Studio, con estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.




