La reforma de un piso de 300 m² en Madrid con vistas al Palacio Real: una vivienda que combina el encanto de la arquitectura clásica con un aire de loft
Un proyecto que respeta la esencia histórica del edificio mientras apuesta por espacios abiertos, luz natural y diseño contemporáneo
Cuando Carlota, la propietaria de esta vivienda y CEO de la firma de belleza You Are The Princess, supo que su empresa cambiaba de sede, no dudó en asumir el reto de transformar aquel espacio en un piso cómodo y moderno. Con 300 m2 en la Plaza de Oriente, vistas al Palacio Real y una arquitectura llena de carácter, confió la reforma a Álvaro González y Jorge Fernández, de Sistema Studio. "Sabía que entendían mi forma de vivir y mi gusto por los espacios funcionales, con historia pero actuales”, explica Carlota refiriéndose a los interioristas.
El objetivo era mantener el carácter original del edificio (data de 1860 y que está protegido por su valor arquitectónico) y, al mismo tiempo, adaptarlo a una forma de vida práctica y actual. "Lo primero que le pedimos al equipo de Sistema Studio fue algo innegociable: respetar al máximo la esencia histórica del edificio. Queríamos que se conservaran y se pusieran en valor elementos como las columnas, los techos altísimos y los suelos antiguos. El reto era ambicioso, pero juntos logramos fusionar esa historia con un diseño contemporáneo, y crear un hogar que recuerda a un loft neoyorquino, pero completamente adaptado a la vida en Madrid", nos cuenta.
Ubicado justo frente al Palacio Real y el Teatro Real, el piso disfruta de una de las vistas más emblemáticas de la ciudad. Carlota lo describe como "un lugar con una energía muy especial", donde la luz entra a raudales y cada ventana parece un cuadro. Aunque no es su residencia principal, se ha convertido en su casa familiar en la capital. "Es mi refugio en el corazón de Madrid, un lugar que me encanta compartir con mis amigos; de hecho fue diseñado para descansar, disfrutar y celebrar la vida", explica.
La vivienda cuenta con cuatro dormitorios, dos baños completos, salón, comedor, cocina y vestidor. La reforma no implicó grandes cambios estructurales, pero sí una redistribución más doméstica. Las zonas comunes se abrieron para ganar amplitud y luminosidad, mientras que los dormitorios se organizaron buscando privacidad y comodidad. Todo se ha diseñado pensando en el uso diario, sin espacios desaprovechados
El salón es el corazón de la casa y donde mejor se aprecia la altura de los techos. Aquí se apostó por una decoración sencilla, con una base neutra que deja protagonismo a la arquitectura. Las paredes blancas reflejan la luz que entra por los grandes ventanales. Hay obras de arte y piezas de diseño combinadas con otras más asequibles, en una mezcla que se siente natural y vivida.
Un sofá con doble respaldo permite disfrutar tanto de la zona de televisión como de un rincón más íntimo, de tertulia, formado por un juego de mesas auxiliares y dos butacas de color terracota. Además, el uso de diferentes alfombras ayuda a separar visualmente los dos ambientes.
A diferencia de muchos pisos actuales, aquí el comedor se ubica en una estancia separada. La mayoría de los muebles son nuevos, pero hay un elemento con valor sentimental: una alacena recuperada de las antiguas oficinas de You Are The Princess. "Quise conservarla porque formaba parte de mi historia profesional y encajaba muy bien en este espacio", comenta Carlota.
Una gran mesa ovalada, en color negro, se acompaña de siete sillas tapizadas en tono beis, con ribetes y patas en negro mate. Sobre ella, dos lámparas con pantallas de silueta abullonada, compuesta por una estructura de hierro revestida con un suave tejido de lino, aportan un aire escultórico al conjunto.
Tal y como nos cuenta Carlota, el recibidor es un espacio clave que actúa como antesala del salón y estableceuna transición armoniosa entre la puerta de entrada y la zona de estar.
La propietaria quiso aprovechar este espacio para crear un rincón de lectura, con la estantería Sidney de Sklum, de madera de mango, y una original lámpara de pie, el modelo Luomo, de Westwing, con formas curvas y abstractas en tonos blancos.
El ambiente se completa con un sofá cama (el modelo 70s de la firma The Masie, tapizado en verde y con reposabrazos de madera), que invita a detenerse o charlar. "Normalmente la gente coloca solo una consola, pero yo quería que el hall fuese algo más que un lugar de paso; lo transformamos en un rincón íntimo, perfecto para sentarse a leer", explica.
La cocina se había renovado recientemente, por lo que no fue necesario incluirla en la última reforma. Sus acabados neutros y actuales –muebles en blanco y una encimera de piedra negra que se prolonga por el frente– y una distribución en línea la convierten en una zona muy vivida, espaciosa y cómoda, pensada para cocinar y compartir.
El dormitorio principal es uno de los espacios más singulares. "Las columnas son originales de la vivienda y tienen un valor incalculable. Por eso, decidimos conservarlas y convertirlas en el punto focal de la estancia, con la cama justo delante para que enmarquen el cabecero”, nos cuenta la propietaria.
"Es, sin duda, mi rincón favorito. No solo por lo cómodo que resulta, sino también por las vistas. Desde la cama se ve el Palacio Real y la Plaza de Oriente, y por las mañanas la luz entra de una forma increíble. Despertar y ver cómo amanece sobre el Palacio es un lujo que no me cansa nunca", dice.
Junto al ventanal del dormitorio principal, se creó una pequeña zona de lectura pensada para desconectar. Una butaca baja en tono arena, una mesita de madera y una lámpara de pie bastan para definir este ambiente cómodo y tranquilo. Los colores neutros y la iluminación suave refuerzan la sensación de calma que se respira en todo la estancia.
Las dimensiones del dormitorio principal permitieron reservar una zona para montar un vestidor. Se compone de estanterías y armarios abiertos adosados a las paredes y, en el centro, una isla. Todo, en madera oscura.
La decoración se completó con una composición de tres lámparas de techo, de formas y tamaños diferentes, que aporta ritmo visual.
Con un mueble suspendido en tono gris antracita, dos lavabos redondos sobre encimera, grifería negra y espejos retroiluminados, el baño principal combina diseño y comodidad con un estilo sencillo y actual. Y un detalle que no se ve en la imagen: además de una zona de ducha, cuenta con una bañera exenta, ideal para elegir entre un baño rápido o uno de los largos… según el día.
Esta habitación, explica Carlota, "según quién esté en casa, la usamos para nuestras hijas o para los invitados". Se diseñó con la idea de ser flexible y poder adaptarse a diferentes situaciones. "Queríamos tener la opción de que durmieran dos personas o incluso cuatro niñas haciendo pijamadas”, cuenta. Por eso se colocaron dos camas dobles idénticas, con ropa de cama en tonos suaves y lámparas metálicas de lectura. El resultado es un dormitorio cómodo, versátil y perfecto para recibir a familia o amigos con total comodidad.
Los tonos arena y vainilla envuelven el dormitorio de otra de las hijas de Carlota en una atmósfera suave y relajante, y la alfombra, con un patrón floral, aporta el toque alegre y femenino. En cuanto al mobiliario, se eligió una cama baja, tapizada en beis (también de Westwing), con una mesilla de diseño redondo a cada lado.