Materiales naturales, elementos actuales y toques elegantes. Estos son los factores que definen el estilo orgánico moderno, una corriente decorativa que se fundamenta en el equilibrio entre la naturaleza y el diseño. El resultado son ambientes serenos, muy auténticos y naturales, cómodos y cálidos sin perder ni una pizca de elegancia y actualidad. Toma nota de sus claves esenciales y reprodúcelas en tu casa para darle a tus espacios un cambio total.

Minimalismo cálido y relajado
Uno de los pilares esenciales del estilo orgánico moderno es el minimalismo, aunque entendido de una forma flexible y relajada. Se trata de espacios atemporales y versátiles, que no son fríos ni vacíos. Aunque las líneas rectas están presentes en el diseño de los muebles y en otros elementos, se respira una sensación acogedora y natural. Los espacios buscan el equilibrio entre la naturaleza y el diseño.
Por eso triunfan en estos ambientes los materiales nobles y naturales con piezas modernas y muebles de líneas rectas y geométricas. También hay elementos de líneas orgánicas y suaves. La armonía entre todos estos factores es el secreto.
Un consejo: la decoración, aunque sencilla, está presente. Apuesta por arte, plantas, etc.

El triunfo de los materiales naturales
Para aportar naturalidad a los ambientes minimalistas se recurre a los elementos y materiales rústicos y naturales. Esta es una de las características principales del estilo orgánico moderno. Abundan materias como la madera o la piedra, muy presentes en la naturaleza. También destacan los tejidos naturales, como el algodón o el lino, la lana, etc.
En estos espacios decorados bajo las premisas del estilo orgánico moderno se respira una atmósfera relajada, como en el dormitorio de la imagen, del estudio MDM Interiorismo: la madera clara del pavimento, el ladrillo de la embocadura de la chimenea, etc.

La funcionalidad es esencial
A la hora de decorar un salón de estilo orgánico moderno, al igual que sucede con el resto de estilos decorativos, la estética es importante. Queremos ambientes que nos parezcan bellos, armónicos, pero no debemos apostar por lo estético a costa de lo funcional. En las bases del estilo orgánico, tal y como se entiende hoy, la practicidad de cada espacio cobre una relevancia máxima. El salón ha de ser bonito, pero sobre todo funcional, confortable, práctico. Con soluciones que mejoren nuestra vida, que tengan un propósito, ya sea ofrecer orden, sitio de almacenaje, comodidad, etc.

Elige la naturalidad de la madera
Los muebles de madera clara, con sus vetas y nudos, son protagonistas en este estilo decorativo tan especial. Se trata de un material natural donde los haya, que aporta calidez y una textura auténtica capaz de enriquecer cualquier ambiente. La vemos en los ambientes rústicos y nórdicos, y no tanto en los espacios minimalistas; sin embargo, es muy habitual en los salones y dormitorios de estilo orgánico moderno.
Una de las cualidades que tiene la madera clara es que potencia la luminosidad de un ambiente, por lo cual es muy recomendable si quieres recrear el estilo orgánico, ya que le confiere una gran importancia a la luz natural de los espacios.
Un consejo: destacan las maderas con apariencia natural, en bruto, sin apenas tratar.

Que no falten formas orgánicas
Está en el propio nombre de este estilo decorativo: a pesar del minimalismo que lo define, las formas orgánicas son esenciales en salones y dormitorios decorados según esta corriente. Y para lograrlo, nada mejor que añadir un mueble de líneas curvas o redondeadas, como la butaca tapizada de la foto. Puedes elegir sofás de diseño curvo, tan en boga en los últimos años, o cualquier otro mueble de formas suaves y envolventes. Estas piezas elegantes rompen un poco con las líneas rectas propias del minimalismo y, gracias a esta combinación de pautas de diseño, se añade interés visual al espacio.

Una paleta de tonos neutros y naturales
Ya sabes que la gama de color que elegimos para nuestros espacios es una herramienta genial para decorarlos. El estilo orgánico moderno se apoya en una paleta de colores muy naturales, terrosos y neutros. Están presentes en la naturaleza, desde la gama de los marrones y tierra, hasta los verdes más especiales. Pero los tonos que realmente triunfan en ambientes de este estilo son los blancos, los crudos y los beiges. Colores luminosos que potencian la luz natural y sirven de telón de fondo perfecto para este tipo de decoración. El resultado son toques bohemios sobre un minimalismo cromático muy relajado, para nada estricto. Apuesta por tonalidades suaves, equilibradas, frescas y contemporáneas.

Toques de color: un golpe de efecto
Además del blanco y de los tonos claros que dominan en los ambientes de estilo orgánico moderno, puedes añadir un toque de color que destaque en el panorama de neutros. Se trata de elegir un tono más oscuro o brillante que aporte interés pero sin distorsionar el espíritu orgánico y natural del espacio. Puedes optar por un azul profundo, como en el salón de la imagen, donde este color destaca en la alfombra y el sofá. También es buena alternativa elegir el verde, profundamente relacionado con la naturaleza. Como última propuesta destacamos el greige: un color que está entre el gris y el beige. Aunque su espíritu es neutro, si lo eliges con la suficiente intensidad puede ayudarte a crear un espacio sereno en el que no falten los matices cromáticos.

La importancia de las texturas
Profundamente relacionado con la naturalidad de los materiales, el capítulo de las texturas en el plano decorativo es realmente importante. La mezcla de texturas añade originalidad y veracidad a las superficies y a la decoración. Además del tacto cálido de la madera, también están presentes texturas más frías como la de la piedra natural o la del metal, la rugosidad del hormigón o del cemento, la suavidad de los tejidos naturales en el sofá o en la alfombra, etc.
Un consejo: apuesta en la medida de lo posible por materiales sostenibles que traten de reducir la huella de carbono. Que sean reciclables es siempre una buena idea.

Deja que la naturaleza entre en casa
Si buscas un elemento capaz de atraer al interior toda la belleza y la fuerza de la naturaleza, este es, sin duda, las plantas de interior. De hecho, son una de las bases esenciales del estilo orgánico moderno y no faltan en estos espacios. Además de su belleza orgánica, las plantas aportan color y textura, una conexión real con la naturaleza y el exterior.
Gracias a la vegetación y a las especies de interior tu espacio mejorará de forma sustancial: el aire estará más limpio y purificado (las plantas consiguen limpiarlo), favorecerás el relax y la concentración y, además, tu casa estará mucho más bonita. Si eres principiante a la hora de cultivar plantas en casa, comienza eligiendo especies resistentes y que requieran pocos y sencillos cuidados. El poto (Epipremnum aureum) puede ser una buena opción.

La magia de la luz natural
Aunque la estrategia de potenciar la luminosidad de un espacio está presente en la mayoría de estilos decorativos, en el caso de la corriente orgánica moderna es uno de sus pilares fundamentales. La luminosidad que procede del exterior es un elemento clave, necesario para cultivar plantas, para alcanzar el bienestar y para crear ambientes más cómodos, alegres y acogedores.
Apuesta por conseguir que la luz natural bañe los interiores, para así fomentar un ambiente de serenidad. ¿Cómo? Libera las ventanas y vístelas con cortinas de telas livianas, que no sean muy tupidas. Elige el blanco o un tono claro para pintar las paredes.