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Interiorismo

Un piso de ensueño en la zona alta de Barcelona: 400 m² de elegancia atemporal y diseño moderno


El estudio de Ingrid Matheu convierte un piso clásico en un refugio moderno, cálido y pensado para disfrutar en familia


Salón con chimenea y sofá en forma de U© David Querolt
16 de octubre de 2025 - 7:00 CEST

Los propietarios de esta vivienda, una pareja joven con una hija pequeña, soñaban con un espacio cómodo y actual, que reflejara su personalidad y sus gustos, pero que también conservara la esencia señorial del edificio en el que se encuentra. El encargo llegó al estudio de Ingrid Matheu, que convirtió esos deseos en una realidad de 400 m2 llenos de luz, texturas y diseño bien entendido. 

Matheu, que ha trabajado en proyectos residenciales de alta gama y espacios comerciales, tiene ese don de mezclar lo artesanal con lo contemporáneo, lo elegante con lo cercano. En este proyecto lo ha vuelto a demostrar: materiales nobles, muebles de autor y una paleta cálida que invita a quedarse. Todo pensado para que esta familia viva su día a día con estilo… sin renunciar a la comodidad.

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Espejo XL en la pared del recibidor© David Querolt

Un recibidor que marca el tono

Nada más cruzar la puerta, la casa ya habla el lenguaje de Ingrid Matheu: equilibrio, luz y calidez. El recibidor es toda una declaración de intenciones. Un gran espejo con marco metalizado multiplica la luz natural y amplía visualmente el espacio, mientras que un puf de terciopelo en granate introduce esa paleta cromática que se repite a lo largo de la vivienda: beis, camel, blanco roto y matices en óxido y terracota. 

Aquí empieza a sentirse esa mezcla tan característica de la interiorista entre lo clásico y lo contemporáneo. No hay estridencias, solo armonía.

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Salones comunicados por puertas correderas© David Querolt

La zona de día

La vivienda dispone de dos salones: uno destinado a recibir visitas y otro pensado para la vida familiar. Ambos ambientes se comunican a través de un gran vano con puertas correderas lacadas en blanco que, cuando están abiertas, se recogen entre los tabiques, dejando un paso bastante amplio. 

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Salón con sofá chester tapizado en verde© David Querolt

El arte de recibir con estilo

El primero de los dos salones está pensado para recibir visitas y disfrutar de un ambiente más formal, aunque nada frío. Su protagonista indiscutible es un sofá chéster de terciopelo verde, de la firma Ojinaga, que aporta ese toque de sofisticación atemporal que nunca pasa de moda. 

Esta zona de estar se completa con una mesa de centro, blanca y de líneas depuradas; un par de butacas de estilo clásico tapizadas en crudo y dos lámparas de pie, una a cada lado del sofá. El resultado es un ambiente elegante pero cercano, perfecto para una copa entre amigos o una tarde tranquila con buena música de fondo.

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Zona de trabajo integrada en el salón© David Querolt

Un desnivel muy práctico

Como el salón tiene un pequeño cambio de nivel, Ingrid Matheu pensó que la zona más alta era perfecta para montar un rincón de trabajoEste ambiente se ha resuelto con una composición en forma de L: en el lado más largo, se ha colocado una mesa volada con estantes en la pared y, junto a ella, una estantería y un armario que llegan hasta el techo. En el otro lado, una estantería abierta, con algunos frentes de cristal, marca el límite entre las dos zonas, pero deja pasar la luz y la vista. La silla Cesca, ligera y con ese aire atemporal, encaja perfectamente en el conjunto.

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Salón-comedor comunicados por puertas correderas© David Querolt

¡Pasen al comedor!

Al igual que entre los dos salones, unas grandes puertas correderas comunican esta zona de estar con el comedor. Una solución genial, ya que cuando están abiertas los invitados pasan cómodamente de un ambiente a otro, y tras la comida o la cena, se cierran para que nadie "sufra" con la imagen de una mesa sin recoger. Así, el salón vuelve a estar listo para continuar la velada y disfrutar de una copa de la columna-bar de la firma Roche Bobois, un diseño escultural de Sacha Lakic.

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Comedor con paredes pintadas y muebles oscuros© David Querolt

Tradición y modernidad

El comedor combina la elegancia clásica de las molduras blancas sobre paredes en gris oscuro, muy en línea con el carácter señorial de la vivienda, con muebles de diseño contemporáneo. La mesa y las sillas de la firma Cattelan Italia, junto a la lámpara de techo o los cuadros que veíamos en la imagen anterior, de Claudia Valsells, aportan frescura y un toque actual.

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Salón con chimenea y sofá en forma de U© David Querolt

El verdadero corazón de la vida familiar

En este segundo salón, la chimenea, enmarcada en piedra natural, se convierte en el eje visual de la estancia, acompañada por un gran cuadro del artista catalán Riera i Aragó, que aporta ese guiño artístico tan personal.

Este ambiente se ha decorado con un sofá modular de la firma Molteni, en torno a una mesa de centro con estructura de metal negro, que resulta visualmente muy ligera. La zona de asientos se completa con un puf cilíndrico de Missoni y el icónico sillón Barcelona de Mies van der Rohe, tapizado en piel negra. Las cortinas suspendidas de cornisas aportan ese aire de clasicismo renovado que define toda la vivienda.

Un ambiente que invita a relajarse, a charlar, a pasar un domingo de manta y peli. Y sí, se nota que aquí la familia pasa gran parte de su tiempo. 

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Cocina con isla central© David Querolt

El alma funcional de la casa

La cocina, con mobiliario de Siematic, es un ejemplo de equilibrio entre funcionalidad y estilo. De planta cuadrada, gira en torno a una isla central que integra la zona de cocción, el fregadero y mucho espacio de almacenaje. Además, incorpora una encimera volada que hace las veces de barra de desayunos o zona de aperitivos informales.

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Cocina con zona de comedor y televisor en la pared© David Querolt

El comedor de diario

Un rincón de la cocina se ha reservado para colocar una mesa y un banco a medida en forma de L que, además, ofrece un práctico almacenaje bajo el asiento. Esta pared se ha vestido con un papel pintado azul, un recurso que ayuda a delimitar visualmente el ambiente y darle personalidad. En el otro frente, revestido en madera oscura, se ha instalado un televisor, perfecto para esos momentos en los que se junta la familia… o mejor, para comer acompañado de alguna serie.

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Dormitorio principal con vestidor© David Querolt

¡Una suite de lujo!

¿Quién no querría tener una suite como esta? Es uno de esos espacios donde apetece bajar el ritmo. La interiorista ha jugado con una paleta de tonos tierra y materiales nobles que hacen que el ambiente se sienta acogedor desde el primer paso.

Una vez más, Ingrid recurre a las puertas correderas lacadas en blanco para crear ambientes independientes. En este caso, para delimitar la zona de descanso del resto de la suite. Al otro lado, el vestidor se distribuye en una zona de armarios y una consola central de madera. 

El suelo de madera, los tonos cálidos y la iluminación suave hacen que todo fluya con coherencia. 

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Dormitorio con cabecero tapizado © David Querolt

Un refugio cálido y elegante

Amplia, serena y muy equilibrada, la zona de descanso de la suite invita a desconectar. 

La cama, enmarcada por un cabecero tapizado de suelo a techo en un tono marrón oscuro, aporta profundidad y una sensación envolvente que convierte el dormitorio en un auténtico refugio. A ambos lados, nichos empotrados con luz integrada resultan muy prácticos para colocar libros y otros objetos. A los pies de la cama, un banco tapizado en terciopelo burdeos rompe con la neutralidad de la paleta y añade un toque de sofisticación y textura. 

La combinación de materiales y tonos cálidos refuerza esa atmósfera tranquila que se respira en toda la vivienda: elegante y acogedora.

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Baño con mueble de lavabo suspendido© David Querolt

Estética contemporánea

Aunque en la imagen solo vemos la zona de lavabo, el cuarto de baño de la suite cuenta con bañera exenta y una zona de ducha independiente. Es un espacio práctico, cómodo y luminoso, con un mueble suspendido, en tono gris, líneas limpias y con una gran encimera con lavabo integrado. En el frente, un armario con puertas de espejo amplía visualmente el espacio, además de ofrecer una buena capacidad de almacenamiento.

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Habitación infantil con baño y zona de trabajo© David Querolt

El territorio de Martina

La habitación infantil —o mejor dicho, la suite de Martina— también se organiza en tres zonas independientes: la de descanso (al fondo de la imagen); un cuarto de baño con vestidor, y un rincón de juegos y estudio muy luminoso. En cuanto a la decoración, la base blanca y los toques en azul y rosa crean un ambiente alegre y equilibrado, ideal para una niña, y los detalles personales, como el tablón con dibujos y fotos, la silla o el cartel con su nombre, hacen que el espacio sea realmente suyo.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.