Todos tenemos en nuestra casa, rincones y huecos olvidados sin ninguna utilidad, salvo a la hora de coger polvo o servir de trastero, para todas aquellas cosas que no usas. Sin embargo, con los consejos adecuados y algo de imaginación, pueden convertirse en espacios funcionales, llenos de encanto, donde guardar, trabajar o relajarte.
Como no es una tarea fácil, hemos pedido ayuda al arquitecto Javier Páramo y al interiorista David Moya, del estudio Dosalcubo. Sus ideas de decoración, a las que no les falta imaginación, te ayudarán a sacar todo el potencial que tiene tu vivienda, incluso si se trata de un piso pequeño, y dar una segunda vida a esos huecos muertos.

Cada centímetro cuenta y cada hueco, también
No des centímetro por perdido ni subestimes el poder de ciertos rincones, ya que, con los consejos adecuados, pueden convertirse en el refugio preferido de tu hogar. “Son espacios con vida en pausa. Lugares que existen, pero no participan del día a día: debajo de una escalera, un rincón entre muebles, el fondo de un pasillo… En Dosalcubo creemos que cada hueco tiene un potencial emocional y funcional, que puede activarse con diseño consciente, luz y textura”, afirman.
El recibidor de la imagen, con doble consola y radiador con repisa, pertenece a uno de los proyectos del estudio.

Habituales en los pisos pequeños… ¡y en los grandes!
Aunque puede parecértelo, los huecos muertos y las zonas desaprovechadas no son exclusivas de los pisos pequeños, como este diseñado por Dosalcubo, las casas grandes tampoco se libran de tener sitios sin uso.
“Aparecen en todo tipo de viviendas. En espacios amplios suelen pasar más inadvertidos porque hay margen para no usarlos, pero cuando se activan, aportan equilibrio, ritmo y una sensación de armonía global. El aprovechamiento no va de tamaño, sino de consciencia espacial y emocional, de entender cómo cada rincón puede mejorar la vida de quien lo habita”.

Una invitación a sentarte, pararte...
Se trata de cambiar el chip y ver estos rincones como un lugar para sentarte, descansar, leer un libro... No es cuestión de decorarlo sin un objetivo, sino de darle el uso que necesitas y te hace más falta.
“A la hora de sacarle partido es importante la intención. La clave está en observar cómo se vive el espacio y qué necesita realmente. Un banco de obra, una luz cálida, una textura natural o un pequeño estante pueden transformar un rincón olvidado en un lugar que invita a detenerse. Lo importante no es llenarlo, sino dotarlo de sentido”,

El alféizar de la ventana: el gran olvidado
Es de esos huecos que miramos por encima, sin pensar en lo mucho que tiene para ofrecer. “El alféizar puede ser un umbral emocional entre interior y exterior. Si lo ensanchamos o lo acompañamos de materiales cálidos, puede convertirse en un asiento para leer, un jardín interior o una repisa llena de vida. Es un punto donde la luz natural y la conexión con el entorno, con la naturaleza, se vuelven protagonistas", señalan Javier Páramo y David Moya.
En la imagen, una propuesta de Mobalpa que da vida y protagonismo a la ventana.

El altillo: un mundo lleno de posibilidades
Muchas veces nos olvidamos de la altura de nuestras estancias y de las muchas posibilidades que nos brinda. En función de lo alta que sea tu habitación, así puedes plantear opciones.
Los expertos recomiendan que “a partir de 4,20 m podemos plantear un altillo habitable. Con menos altura, entre 3 y 3,5 m, podemos crear almacenaje superior o plataformas ligeras. Siempre buscamos que la intervención respire y no rompa la verticalidad del espacio. La clave está en la proporción y en mantener la luz como guía. Diseñar sin saturar, dejando que el aire y la luz hablen, también es una forma de cuidar”. La imagen corresponde a un proyecto del estudio.

Las esquinas: puntos de encuentro
“Las esquinas son puntos de encuentro, donde el espacio cambia de dirección. Pueden convertirse en una pieza escultórica, un rincón verde, un asiento curvo o una repisa de lectura. Nos gusta suavizarlas con curvas o texturas naturales, que inviten a acercarse, al tacto, a la calma… y no a evitarlas”, apuntan los expertos
También brindan una situación estratégica para ubicar un rincón de lectura. Desde Dosalcubo nos dicen qué requisitos imprescindibles: “Buscamos siempre luz natural, cierto recogimiento y materiales que aporten calma. Un asiento cómodo (como este de uno de sus proyectos), una lámpara puntual, una textura envolvente (madera, lino, mortero mate) y una escala humana. La sencillez es lo que genera confort".

Disponer de un rincón para trabajar o de relax
¿Una esquina en el salón o el dormitorio, bajo la escalera...? “Un espacio de trabajo no necesita grandes metros, sino buena energía. Con una superficie de unos 100 cm de ancho y 50 cm de fondo, un punto de luz cálida y orden visual, podemos trabajar cómodamente. Lo ideal es integrarlo en la arquitectura: prolongar un estante, aprovechar un hueco o un mueble a medida", señalan desde Dosalcubo. Y esta propuesta del estudio es la prueba.
Si no teletrabajas y prefieres no llevarte tareas a casa, puedes usar estos huecos muertos como zona de relax. “El descanso necesita atmósfera. Basta un asiento bajo, tejidos naturales, una lámpara de tono ámbar y una sensación de recogimiento. Puede estar en un rincón del salón, junto a una ventana o, incluso, en un pasillo ancho. Lo esencial es crear un microclima emocional, donde materiales, luz y proporción aporten calma y generen bienestar y equilibrio sensorial”.

Usa los pasillos a tu favor
Aunque tienen mala fama y en las casas actuales tienden a desaparecer, lo cierto es que los pasillos no son espacios perdidos y pueden dar mucho juego, si se sabe cómo.
Javier Páramo y David Moya también lo tienen claro: “El pasillo puede transformarse en una galería doméstica. Con 30–35 cm de fondo se puede instalar una librería ligera o una repisa de exposición. Si tiene luz natural, podemos acompañarlo de una pieza de arte, un espejo o una banqueta. La idea es convertir el tránsito en experiencia, fomentando la conexión emocional con la vivienda”. En este proyecto del estudio, se ha aprovechado la zona de paso para colocar un armario.

Espacio para guardar
Lograr espacio de almacenaje en casa es siempre un objetivo, incluso si no tienes problemas de metros. Está comprobado que nunca hay armarios suficientes, donde entre lo que 'necesitamos' guardar para mantener todo en su sitio y bien organizado.
“El almacenaje invisible es una de nuestras pasiones. Convertir cada plano en una oportunidad: cajones bajo escalones, zócalos extraíbles, bancadas con compartimentos... Lo importante es que el orden fluya, sin restar belleza al espacio. Guardar también puede ser un acto estético”, apuntan los expertos.
En esta propuesta de Rehau, el hueco bajo la escalera actúa como un práctico recibidor, con un mueble a medida con mucha capacidad de almacenaje.