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Orden en casa

Aprovecha el cambio de temporada para sacar partido a tu armario: más espacio, más orden y menos estrés


Aprovecha el cambio de temporada para transformar tu armario en un espacio más ordenado y, sobre todo, más funcional


Vestidor abierto. © Jordi Canosa para Pia Capdevila
10 de octubre de 2025 - 12:00 CEST

El armario es mucho más que ese espacio en el que guardamos la ropa. Es donde comienza nuestro día, donde cada prenda tiene su sitio. 

Además, bien gestionado, puede convertirse en una fuente de armonía en tu dormitorio. El cambio de temporada es el momento perfecto para transformar tu armario de una acumulación caótica a un espacio más funcional. 

Para conseguirlo es importante seguir ciertas rutinas y atención al detalle. Hoy, te contamos cómo convertir un punto negro del orden en tu casa en un armario práctico, bonito y adaptado a ti.

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Armario vacío. © Point3d Commercial Imaging Ltd. / Unsplash

Primeros pasos antes de organizar el armario

La clave de un armario bien ordenado empieza antes de sacar cualquier prenda. Lo primero es vaciarlo por completo. Solo así podrás evaluar el volumen real de ropa y detectar las prendas olvidadas, los accesorios fuera de lugar y esa ropa que ocupan espacio innecesariamente. Además, al realizar esta tarea, podrás visualizar el potencial de cada estante, barra y cajón, y decidir con cabeza qué tienes que guardar y qué no.

El cambio de temporada es el mejor momento para hacerlo, ya que es más fácil de resistir la tentación de acumular prendas. Verás con otros ojos la ropa que no te has puesto en todo el verano, pero lo mismo te pasará con las prendas de invierno que no has usado en años y a las que ahora tienes que hacer un hueco en tu armario. 

Cuando tengas todo fuera, aprovecha para limpiar a fondo el interior del armario y ventilarlo unos minutos. 

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Mujer sosteniendo dos prendas de ropa. © Liza Summer / Pexels

Cómo elegir la ropa que vas a guardar

Tener todo a mano no siempre significa tenerlo todo a la vista. El secreto está en seleccionar prendas en función del tiempo, la frecuencia de uso y el estado de cada una

La optimización pasa por separar ropa de temporada —aquella que realmente vas a ponerte en los próximos meses—, y guardar el resto bien protegida, en baldas altas o cajas.

Para una selección realista, debes preguntarte: ¿me la he puesto en el último año? Si la respuesta es no, valora si merece un hueco accesible. 

Escoge además prendas versátiles, sencillas de combinar y que encajen entre sí. Así, tu armario será funcional y decidir qué ponerte por las mañanas será mucho más rápido. Otro criterio efectivo es aplicar la regla "uno entra, uno sale": cada vez que compres una prenda, retira otra. Así controlarás el volumen y evitarás saturaciones.

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Mujer organizando un armario.© kostikovanata - stock.adobe.com

Doblado vertical para los cajones

Una de las cosas que nos enseñó la mayor gurú del orden, Marie Kondo, es el doblado vertical. Adoptarlo transformará por completo la capacidad de tus cajones. 

Este método consiste en doblar las prendas de manera que se mantengan de pie, una junto a otra, formando filas. Así todo es accesible de un solo vistazo, sin apilar y sin arrugas de más. Visualmente, contribuye a la sensación de orden y amplitud.

El doblado vertical es perfecto para camisetas, jerséis finos, ropa de deporte y toda prenda que no requiera que la planches. Añade separadores para evitar que las filas se desmoronen y mantén siempre los colores agrupados para un efecto más estético. 

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Mujer organizando un armario© kostikovanata - stock.adobe.com

Ropa interior: selección lógica y guardado efectivo

No todas las prendas necesitan el mismo tipo de almacenaje, y la ropa interior requiere un trato especial. Retira las bragas, calzoncillos o calcetines desgastados y quédate solo con las opciones que sean cómodas y estén en perfecto estado.

A la hora de guardar, opta por cajas con compartimentos para mantener braguitas, calzoncillos, sujetadores y calcetines perfectamente separados

Puedes enrollar los calcetines y colocarlos en cajas con compartimentos. Así evitarás parejas y será más fácil encontrarlos. Si tu cajón es profundo, usa organizadores apilables, y reserva un hueco para ropa interior delicada que necesite mayor protección. 

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Vestidor abierto© Heidi Cavazos para Coblonal Interiorismo

Camisas y camisetas: ¿colgadas o dobladas?

La decisión depende tanto del tejido como del espacio disponible. Las camisas de vestir, hechas en tejido plano o lino, lucen mejor colgadas en perchas de buena calidad (mejor de madera) y con algo espacio entre ellas. Así evitarás arrugas y prolongarás su vida útil. Coloca las de uso frecuente a la altura de los ojos y agrúpalas por color o tipo. 

Las camisetas, salvo las muy delicadas, pueden doblarse en vertical y guardar en cajones o en baldas bajas, especialmente si tu armario no tiene mucha barra disponible. 

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Vestidor abierto. © Schmidt

Jerséis: cuidado e ideal almacenaje

Los jerséis —especialmente los de punto grueso— se deforman con su propio peso si los cuelgas mucho tiempo. Lo recomendable es doblarlos y almacenarlos en baldas amplias o en cajas textiles transpirables. 

Puedes aprovechar el método vertical si la profundidad del estante lo permite, pero nunca los aplastes: cada jersey necesita su espacio. Agrúpalos por grosor y color para que sea más fácil localizarlos.

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Vestidor abierto. © Amador Toril para Alberto Torres

Pantalones: la mejor manera de guardarlos

Los pantalones admiten varias maneras para guardarlos. Si la barra de tu armario es baja, los percheros múltiples para pantalones resultan muy prácticos y ahorran espacio. Estos accesorios permiten colgar varios pantalones alineados, facilitando el acceso y evitando arrugas.

Pero si tienes cajones espaciosos, puedes doblar los pantalones siguiendo la línea de planchado y colocarlos verticalmente, agrupando los de uso más frecuente. 

Si el armario tiene puertas correderas, valora los percheros extraíbles, perfectos para acceder cómodamente a todos los pantalones sin desordenar el resto. Para los pantalones, elige perchas antideslizantes: evitarás que se deslicen accidentalmente al abrir o cerrar.

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Vestidor abierto.© Jordi Canosa para Pia Capdevila

Estantes altos: cada cosa en su sitio

Los estantes altos, aunque de acceso menos cómodo, son perfectos para piezas grandes o de menor uso. Aquí es donde las cajas apilables se convierten en grandes aliadas: elige modelos con puerta frontal o etiquetas claras que te ayuden a localizar lo que buscas sin necesidad de bajarlas.

Para conservar su forma y tejido, los bolsos deben guardarse rellenos con papel de seda y en posición vertical, idealmente en baldas intermedias. Si tienes espacio, agrúpalos en cajas abiertas o en organizadores de tela que permitan la circulación de aire. Así evitas el polvo y prolongas la vida útil. 

El calzado de temporada puede ir en la parte baja del armario, en zapateros extraíbles o módulos específicos. Los pares de otra temporada guárdalos en cajas, con foto o etiqueta explicativa, para localizarlos sin esfuerzo.

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Accesorio para interior de armario. © Leroy Merlin

Accesorios para ganar espacio y estilo

Invertir en accesorios para el armario, como perchas ahorradoras de espacio o perchas múltiples, puede duplicar literalmente la capacidad colgante de tu armario, al mantener perfectamente alineadas faldas, pantalones y blusas

Puedes apostar también por percheros extraíbles, que dependiendo de su forma, pueden servir tanto para pantalones como para corbatas y pañuelos.

Si buscas un efecto más decorativo, utiliza cajas de almacenaje a juego, cestos de fibras naturales o bandejas interiores. Apuesta por colores neutros y materiales homogéneos para conseguir una imagen más ordenada y serena. 

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Interior de armario. © IKEA

El toque final 

Para que tu armario, además de ordenado, sea agradable, puedes perfumar su interior. Se trata de un gesto sencillo que multiplica la sensación de orden y bienestar

Coloca bolsitas de lavanda o bloques de cedro en los estantes, junto a la ropa, para conseguir un aroma agradable y relajante. Además, estos elementos naturales cumplen una función práctica: ayudan a ahuyentar insectos y mantienen la ropa fresca por más tiempo. 

Otra opción natural es colocar ramas secas de romero, flores secas como rosas, o saquitos con esencias florales, aportando un aroma fresco y delicioso. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.