Sara Cabellos, organizadora profesional: "El exceso de menaje y de productos de limpieza dificultan mantener una cocina ordenada y funcional"
Organizar con acierto la cocina no depende solo de encimeras despejadas. Entre otras claves expertas destacan contar con organizadores interiores y establecer pequeñas rutinas diarias, estrategias que la convierten en un espacio más práctico y agradable.
La cocina es uno de los espacios más ajetreados del hogar y, por ese motivo, uno de los que más fácilmente se desorganizan. Entre la preparación de comidas, el almacenamiento de alimentos y el uso diario de utensilios, mantenerla en orden puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza.
Para profundizar en este tema, contamos con la experiencia de Sara Cabellos, organizadora profesional y fundadora deMukava Orden (mukava.es), quien nos comparte consejos prácticos para lograr una cocina funcional y armónica.
Comienza explicando por qué razones es fácil que en esta estancia reine el caos: "Ya que suele ser el centro neurálgico de la casa y todos los miembros de la familia pasan por ella en algún momento del día, el orden en la cocina es más difícil de conseguir".
Para lograr un espacio bien organizado y funcional solamente debemos aplicar ciertas normas de mínimos e instaurar pequeñas rutinas. ¡Te las contamos!
No sirve una cocina solo ‘ordenada’ a simple vista
Muchas veces asociamos el orden con encimeras despejadas o armarios cerrados, pero detrás puede esconderse un caos difícil de manejar. Una cocina verdaderamente organizada va más allá de lo estético: se trata de crear un sistema que ahorre tiempo,evite acumulaciones innecesarias y facilite las tareas cotidianas.
A pesar de que una cocina ordenada puede confundirse con recogida, eso no significa que esté organizada ni sea funcional. “El espacio debe ser práctico para las personas que la utilizan, facilitando los movimientos que se realizan en él”, advierte Sara.
De ahí la importancia de pensar en la distribución, en la accesibilidad de los objetos más utilizados y en la simplicidad a la hora de mantener el orden día tras día. En este sentido, la nueva colección ‘Moda’ de Scavolini, diseñada por Vuesse Design, es un buen ejemplo, ya que combina belleza y practicidad. Su diseño contemporáneo demuestra que la estética puede convivir perfectamente con la funcionalidad.
Orden sin esfuerzo: cómo crear rutinas naturales en la cocina
Lograr que el orden en la cocina se convierta en algo natural pasa por pequeños hábitos que se repiten de manera constante. La experta afirma que lo más importante es evitar que el desorden se acumule, sobre todo en la encimera, ya que es la zona más visible y la que más influye en la sensación de caos o armonía.
A esto se suma la incorporación de rutinas sencillas como guardar cada cosa en su sitio después de usarla, revisar periódicamente lo que hay en los armarios y frigorífico o dejar la cocina recogida antes de acostarse.
“Al principio puede parecer un esfuerzo, pero con el tiempo se transforma en un hábito automático que aligera la carga mental y mejora la funcionalidad del espacio”, explica Sara.
Cocinar, almacenar y servir: la división que transforma tu cocina
La organización interior de la cocina es clave para que funcione de manera práctica y eficiente. Definir zonas específicas permite que cada actividad tenga su propio espacio y evita el desorden generado por mezclar tareas o utensilios sin un criterio claro.
La fundadora de Mukava Orden identifica tres áreas que conviene mantener siempre bien diferenciadas:
La zona de cocinado, donde se ubican los fuegos, el horno, vaporeras, ollas, sartenes y utensilios relacionados con la preparación de los alimentos.
La zona de despensa, que incluye tanto los alimentos no perecederos como aquellos que requieren refrigeración y que deben estar bien clasificados para evitar desperdicios.
La zona de servir, destinada a platos, vasos, manteles y cubiertos, que facilita poner y recoger la mesa con rapidez.
Esta división no solo aporta orden visual, sino que optimiza los movimientos y convierte la cocina en un espacio mucho más fluido y agradable de usar. En la propuesta el estudio Sira Barcelona distribuye así la cocina con los muebles en paralelo, un espacio que cuenta con un rincón de office con mobiliario de Kave Home.
El circuito de trabajo clave en la distribución de la cocina
La distribución de los utensilios y electrodomésticos determina en gran medida la comodidad y el flujo de trabajo en la cocina. Lo ideal es organizar siguiendo un circuito lógico: los utensilios de cocinar, especias y aceites deberían estar próximos a la zona de fuegos, mientras que el lavavajillas conviene ubicarlo cerca de la zona de agua para reducir trayectos innecesarios.
Por otra parte, Sara detecta que el desayunador es una forma perfecta de disfrutar la cocina cada mañana. “Una zona de desayuno bien definida, con todo lo necesario a mano (cafetera, tazas, infusiones, frutas, pan o cereales) aporta comodidad y también un toque acogedor. Esta tendencia, cada vez más común, convierte los primeros momentos del día en experiencias más agradables y funcionales”, relata.
Accesorios interiores: la inversión que siempre merece la pena
Los accesorios ocultos son auténticos protagonistas en la organización de una cocina funcional. Hay que incorporar sistemas de organización interior como cajoneras, separadores, cuberteros (este es de Kvik), bandejas extraíbles y todo aquello que permita aprovechar al máximo el espacio.
“Invertir en este tipo de elementos no es un lujo, sino una forma de garantizar orden, comodidad y rapidez a la hora de cocinar o recoger. Son, en definitiva, la base invisible que sostiene el orden diario”, manifiesta la experta.
Por qué estos tres accesorios nunca faltan en un buen proyecto
En cualquier proyecto de cocina hay tres accesorios de organización interior que resultan imprescindibles y que marcan una gran diferencia en el orden cotidiano. Los cuberteros adecuados, que permiten clasificar y mantener en su sitio cada pieza, son básicos para la practicidad.
A esto se suman los botes transparentes para almacenar alimentos, ideales para visualizar de un vistazo lo que tenemos y evitar duplicados o desperdicios. Finalmente, las cajasorganizadoras (tanto en despensa como en cajones y baldas) ayudan a crear secciones definidas, lo que hace que cada cosa tenga su lugar fijo.
En opinión de Sara, estos tres elementos, simples, pero efectivos, son la base de un sistema de organización duradero.
Cómo el ‘por si acaso’ arruina la organización de tu cocina
En su experiencia profesional, Sara identifica que un error muy común al organizar el interior de los muebles de cocina es acumular demasiado menaje o productos de limpieza. “Con frecuencia me encuentro ollas, sartenes o utensilios duplicados (¡incluso triplicados!) que rara vez se utilizan, ocupando un espacio valioso. Lo mismo ocurre con productos de limpieza innecesarios que terminan caducando o perdiendo utilidad”, detalla.
La clave está en revisar periódicamente, quedarse solo con lo que realmente se usa y mantener un criterio claro de simplicidad. Reducir el exceso es, sin duda, el primer paso para lograr una cocina ordenada y manejable. Buen ejemplo de espacio bien organizado lo vemos en el ambiente de la imagen superior, una cocina de Schmidt.
Las rutinas diarias son la clave para mantener el orden en la cocina sin que se convierta en una tarea pesada. Sara cuenta que dos de las más importantes son tener siempre el lavavajillas al día y mantener limpia la zona de cocinado. Aunque pueda parecer lo más difícil, estas pequeñas acciones evitan la acumulación de suciedad y objetos fuera de lugar, y hacen que la cocina esté lista para usarse en cualquier momento.
La organizadora indica: “la constancia en estas rutinas genera sensación de calma y permite disfrutar de un espacio ordenado incluso en los días más ajetreados”. En la propuesta, un ambiente con isla central del fabricante de mobiliario de cocinas andaluz Dupplo.
Superficies despejadas: más fácil de lo que parece
Mantener las encimeras despejadas no es una misión imposible, sino una cuestión de criterio y hábitos. La regla de oro es tener a la vista únicamente los pequeños electrodomésticos que se usen más de cuatro veces a la semana, guardando el resto para evitar que acumulen polvo y generen ‘ruido visual’.
Lo mismo ocurre con los utensilios de cocina: deben guardarse para que no se ensucien innecesariamente. Así, las encimeras se convierten en superficies limpias, despejadas y fáciles de mantener, lo que aporta sensación de orden inmediato. Precisamente pensando en la limpieza en el proyecto que vemos, firmado por Rekker, el estudio apuesta por superficies en MDi de Inalco, seleccionadas por sus extraordinarias características: resistencia al rayado, impermeabilidad y durabilidad.
Por último, Sara cuenta que los hábitos al hacer la compra son esenciales para mantener el orden en la nevera y la despensa. La planificación de menús (ya sea semanal, quincenal o mensual) permite controlar qué productos se necesitan realmente y aprovechar lo que ya se tiene. Esto favorece la rotación de alimentos, evita la acumulación innecesaria y reduce el desperdicio. En la propuesta, una despensa de Mobalpa.
Con este último consejo, queda claro que el orden en la cocina no depende solo de la estética, sino de un conjunto de decisiones y rutinas que, bien aplicadas, transforman este espacio en un lugar práctico, armónico y mucho más cómodo y agradable para toda la familia.