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Decoración de cocinas

Alberto Torres, interiorista: “Un error común en cocinas abiertas pequeñas es intentar 'camuflarlas' demasiado”


Si no sabes si tirar la pared que separa la cocina del salón, tal vez deberías ver lo que nos aconseja el interiorista Alberto Torres, experto en espacios pequeños. ¡Te vas a convencer!


Alberto Torres© Amador Toril para Alberto Torres
22 de septiembre de 2025 - 13:10 CEST

Si tu casa tiene pocos metros y quieres convertir la cocina en el corazón de la vivienda, una de las mejores opciones es abrirla al salón. Este es el primer paso para ganar más espacio y dinamismo. Pero es que, con esta solución, conseguirás también que la luz fluya sin obstáculos, multiplicando la sensación de amplitud y permitiendo que cada rincón gane protagonismo. Tirar tabiques permite una distribución más flexible, que el espacio se perciba más grande y la circulación resulte más cómoda.  

Al integrar la cocina, aunque sea pequeña, con el salón, podrás darle al espacio un estilo más elegante, moderno y sofisticado. Para saber cómo unificar ambas zonas con equilibrio, hemos hablado con el interiorista Alberto Torres, experto en sacar todo el partido a espacios pequeños. Nos ha dado las claves para hacerlo con la elegancia que muestran sus proyectos. ¡No te lo pierdas!

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Cocina pequeña abierta al salón. © Amador Toril para Estudio de Interiorismo Alberto Torres

Por qué abrir la cocina al salón

Si tu cocina es mini y no sabes si ponerte a tirar tabiques o no, debes saber que hay muchos motivos para hacerlo. Según Torres, “diseñar una cocina pequeña abierta al salón no es solo una cuestión de optimizar metros. Es, ante todo, entender cómo se vive el hogar”. 

Por eso es importante tener en cuenta para quién es esa cocina, cuáles son sus costumbres y qué uso va a hacer del espacio. “Cada proyecto empieza con una pregunta: ¿quién va a habitar este espacio y cómo quiere sentirse en él? Porque no es lo mismo diseñar para una persona que vive sola y cocina lo justo, que para una familia que convierte la cocina en su punto de encuentro diario”, nos dice el interiorista. 

Y es que “las cocinas abiertas al salón tienen una gran ventaja: permiten que las rutinas se entrelacen. Cocinar y conversar, trabajar y poner la cafetera, vigilar a los niños mientras se prepara la cena… todo ocurre en un mismo lugar, sin barreras. Esa fluidez es especialmente valiosa en viviendas pequeñas, donde cada metro cuenta y cada decisión suma. Pero para que esa cocina no se perciba como un simple añadido, sino como una extensión natural del salón, hay que cuidar tanto la distribución como los materiales y la atmósfera”, añade. 

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Cocina pequeña abierta. © Jordi Folch para Brákara Studio

La mejor distribución

Cuando nos planteamos la cocina como un lienzo en blanco, es posible elegir la distribución. “No hay fórmulas mágicas, pero sí principios que funcionan”, nos dice el interiorista. Y añade: “La clave es no forzar una forma solo por estética: cada distribución debe responder al ritmo de quienes la usan”. 

Una cocina en L permite “diferenciar zonas y aprovechar esquinas, ideal cuando se cocina en pareja o se necesita fluidez, mientras que la distribución en línea es perfecta para espacios estrechos o cuando la cocina quiere pasar desapercibida”. Pero hay más opciones, como instalar una pequeña península que “actúe como conector visual entre cocina y salón, sobre todo si se usa como barra, escritorio o superficie de apoyo”, nos explica Alberto. 

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Cocina abierta. © Amador Toril para Alberto Torres

Materiales que equilibran

No solo el diseño es clave a la hora de integrar una cocina pequeña con el salón, sino que también los materiales son muy importantes. Según nos cuenta el experto en espacios pequeños, “un error común en cocinas abiertas pequeñas es intentar "camuflarlas" demasiado, haciendo que todo se vea igual”. Y es que la cocina debe tener personalidad propia, pero con ciertas precauciones. Lo contrario también ocurre cuando se eligen materiales muy distintos, que “pueden romper la armonía”, indica.  

Entonces, ¿dónde encontramos el equilibrio? “Hay que buscar coherencia, no repetición. Mi consejo es escoger una base común como una madera clara o una piedra suave y jugar con variaciones de textura, acabado o tono. Por ejemplo, una encimera en piedra blanca mate puede convivir perfectamente con un suelo de microcemento gris suave y frentes de cocina en color arena. El conjunto así respirará unidad sin caer en la monotonía”.  

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Cocina pequeña abierta al salón. © Amador Toril para Estudio de Interiorismo Alberto Torres

Más allá del blanco

El color blanco sigue siendo el gran aliado en cocinas mini para “dar luz y amplitud, pero no es la única opción”, nos dice Torres. ¿Qué otros colores podemos aplicar en los muebles de la cocina? “Tonos como el greige, los beiges empolvados o incluso un verde salvia muy claro pueden lograr el mismo efecto luminoso con un punto más envolvente. En hogares donde se busca calidez y estilo, recomiendo una paleta neutra, suave y natural, con acentos en negro mate, dorado envejecido o incluso terracotas muy sutiles. La luz también vive en los matices”.

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Cocina abierta al salón. © Jordi Canosa para Pia Capdevila

El mejor almacenaje para una cocina pequeña y abierta

Uno de los principales problemas de una cocina pequeña abierta es la falta de almacenaje. Y es que la falta de muebles tiene como consecuencia que surjan ingeniosas soluciones para guardar todos los utensilios necesarios. 

De hecho, según el interiorista, “el verdadero lujo en una cocina pequeña no es el tamaño, sino el orden. Por eso hay que apostar por soluciones que aprovechen cada rincón sin saturar: cajones extraíbles en zócalos, módulos hasta el techo con frentes lisos, estanterías abiertas para objetos bonitos y funcionales, o muebles bajos con interiores modulares. No todo debe estar escondido, pero sí pensado. Una cocina ordenada es más práctica, pero, además, también transmite serenidad”.

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Cocina abierta al salón. © Felipe Scheffel Bell para Strada Interiors

¿Cómo se iluminan estas cocinas?

Uno de los elementos más olvidados en la decoración de la cocina es la iluminación y, al contrario de lo que pensamos, hay que planificarla al mismo tiempo que el resto de elementos.  

“Una cocina abierta al salón necesita una iluminación flexible y bien integrada. No basta con una luz central”. Para conseguir un ambiente acogedor hay que combinar una luz general cálida, ya sea “empotrada o con lámparas de techo que compartan estilo con el salón”, con una luz funcional, que puede ir “debajo de los armarios altos o en la campana, para cocinar con seguridad”. A esto hay que añadir una iluminación ambiental, que conseguiremos con “tiras LED regulables o lámparas decorativas”. 

“Así crearás diferentes atmósferas según el momento del día y ayudarás a que ambos espacios se sientan conectados, pero con personalidad propia”, explica el interiorista. 

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Cocina pequeña abierta al salón. © Mercé Gost para Tinda's Project

Cómo integrar los electrodomésticos

Cuando una cocina es abierta al salón, también las pequeñas “lo mejor es panelar frigoríficos y lavavajillas”. Pero esta opción eleva mucho el presupuesto, de manera que el interiorista propone “optar por electrodomésticos compactos, con acabados mates o negros que dialoguen con el diseño del salón”. 

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Cocina pequeña abierta. © d’Aussy Interiors

Cuando el presupuesto escasea…

Aumenta el ingenio. Y es que, según Torres, “con poco se puede hacer mucho si se elige bien. Cambiar los tiradores por unos de diseño, renovar la grifería con una pieza elegante, pintar los muebles bajos con un color actual o añadir un aplique bonito en la pared pueden transformar por completo una cocina sin tocar la distribución. El detalle, cuando está bien pensado, tiene el poder de elevar el conjunto”.

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Cocina pequeña abierta© Amador Toril para Alberto Torres Interiorismo

Errores a evitar 

Si estás pensando en abrir tu cocina pequeña al salón, evita querer hacerlo y tenerlo todo en muy poco espacio”, dice el interiorista, que reconoce que es uno de los errores más comunes. “En cocinas pequeñas abiertas, el ruido visual cansa. También es un error copiar distribuciones de revista sin tener en cuenta las necesidades reales. La belleza sin funcionalidad termina estorbando”, incluye. 

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Cocina pequeña abierta. © Pia Capdevila

Práctica, pero con estilo

Uno de los mayores retos al abrir la cocina es seguir teniendo un espacio funcional sin perder la elegancia y el estilo. Para conseguirlo, el interiorista recomienda “diseñar desde la forma en que se vive, lo que se necesita y lo que se sueña. Una cocina abierta bien pensada no es solo bonita ni solo práctica: es ese lugar que te hace la vida más fácil cada vez que entras, acompaña tus rutinas y transforma lo cotidiano en bienestar. Porque al final, se trata de eso: de diseñar no solo para un espacio, sino para una vida”.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.