Ir al contenido principalIr al cierre de página
Es Tendencia

Plantas de interior

La sorprendente orquídea que todos quieren en casa (y no es por sus flores)


¿Sabías que hay orquídeas cuyo mayor atractivo son sus hojas? Es el caso de la 'Ludisia discolor', una orquídea joya capar de llenar de vida cualquier rincón de tu casa. ¡Y es facilísima de cuidar!


Ludisia discolor, orquídea muy valorada por sus bellas hojas© Gabriel Ribeiro Vallim/Wirestock Creators - stock.adobe.com
4 de septiembre de 2025 - 11:12 CEST

Seguramente, cuando piensas en una orquídea, en tu mente se aparece la exótica planta con bellas y llamativas flores. Pero hay otras plantas que también presumen de la denominación orquídea y que tienen su verdadero atractivo en sus hojas aterciopeladas con nervaduras doradas o plateadas que parecen bordadas. 

Hablamos de la orquídea joya o Ludisia discolor. Esta planta de interior decora por sí misma y lo mejor es que es mucho más sencilla de cuidar que otras orquídeas. A esto se suma que es una planta bastante resistente, lo que la convierte en un espécimen perfecto si buscas una planta original para decorar tu casa. Para que prospere no es necesario ser un experto jardinero, tan solo tienes que ser constante y prestar especial atención a la humedad, su talón de Aquiles. Descubre todos los cuidados de la Ludisia discolor u orquídea joya y lleva su belleza a tu casa. 

Ludisia discolor o orquídea joya© SoniaBonet - stock.adobe.com

Origen y características de la Ludisia discolor

La Ludisia discolor es una de las muchas orquídeas joya que, a diferencia de la mayoría de orquídeas, no es una planta epífita, sino terrestre. El origen de esta especie lo encontramos en el sudeste asiático, especialmente de zonas de clima húmedo como es China, Vietnam, Laos e Indonesia. De hecho, esta planta se caracteriza por crecer en suelos de los bosques tropicales. 

Aun así, su rasgo más llamativo son sus hojas ovaladas y aterciopeladas, de color verde oscuro casi negro, atravesadas por finas venas doradas o rojizas que le dan un efecto brillante. Dentro de esta especie, la variedad Ludisia discolor ‘Alba’, con venas blanquecinas, y la Ludisia discolor ‘Dawsoniana’, de tonos más rojizos, son las más apreciadas. Al igual que otras orquídeas, también ofrece una flor, aunque el verdadero interés de esta planta está en su follaje. 

Ludisia discolor o orquídea joya© elzloy - stock.adobe.com

Ubicación: dónde colocar la orquídea joya

Para que la Ludisia discolor prospere en condiciones, lo más adecuado es colocarla en un espacio bien iluminado, pero sin sol directo (recuerda que su origen está en los bosques tropicales, donde hay humedad y sombras parciales). Tolera ambientes con luz media, lo que la convierte en una buena opción para estancias con ventanas orientadas al norte o para colocar en estanterías cerca de la ventana. 

Lo más importante es protegerla de los rayos directos, ya que sus hojas se queman con facilidad. Al ser una planta de sotobosque, prefiere entornos con sombra ligera y cierta humedad ambiental. Si tu casa es seca, puedes colocarla sobre una bandeja con guijarros y agua para mejorar el microclima alrededor de la maceta.

Ludisia discolor o orquídea joya© Maurice Lesca - stock.adobe.com

Temperatura adecuada para su cultivo

La Ludisia discolor es sensible a los cambios bruscos de temperatura. Se desarrolla mejor entre 18 y 24 °C, aunque puede soportar picos más altos siempre que la humedad sea bastante alta. Ten especial cuidado en invierno, ya que si la sometes a temperaturas inferiores a 15 °C puede resentirse y ralentizar su crecimiento. Evita también las corrientes de aire y las zonas cercanas a radiadores u otros sistemas de calefacción, porque resecan en exceso el ambiente. 

¿Lo ideal? Un entorno estable, sin contrastes de temperatura entre el día y la noche, hará que conserve la intensidad del color en sus hojas. En estas condiciones, conseguirás una planta vigorosa y de aspecto saludable durante todo el año.

Ludisia discolor o orquídea joya© winlyrung - stock.adobe.com

El sustrato más adecuado

A diferencia de otras orquídeas, que necesitan cortezas o mezclas muy aireadas, la Ludisia discolor agradece un sustrato rico en materia orgánica y con buen drenaje. Puedes prepararlo mezclando turba, perlita y un poco de corteza de pino, lo que asegura tanto retención de humedad como aireación. Al ser una orquídea terrestre, es muy importante que el sustrato mantenga cierta humedad constante, pero nunca encharcado

Un buen truco es utilizar macetas de barro, que permiten que el exceso de agua se evapore con más facilidad. Además, garantiza también un buen drenaje en la base de la maceta: será clave para evitar problemas de raíces blandas o pudrición.

Ludisia discolor o orquídea joya© Artanika - stock.adobe.com

El riego: cómo y cuándo hacerlo

Uno de los puntos más importantes de los cuidados de la Ludisia discolor es el riego. Ten en cuenta que necesita riegos regulares, pero con moderación. Lo ideal es mantener el sustrato ligeramente húmedo, evitando que se seque por completo, aunque tampoco debes saturarlo. 

En verano, cuando las temperaturas son más altas, tendrás que regarla un par de veces a la semana, mientras que en invierno basta con uno. Además, es preferible utilizar agua de lluvia o filtrada, ya que el exceso de cal puede dejar manchas en sus hojas aterciopeladas. Para incrementar la humedad ambiental, pulveriza suavemente las hojas, pero siempre evitando que el agua quede estancada sobre ellas.

Ludisia discolor o orquídea joya© winlyrung - stock.adobe.com

El abono: clave para un follaje intenso

Aunque no es una planta exigente, puedes abonar la Ludisia discolor con un fertilizante equilibrado durante su época de crecimiento. Desde primavera hasta finales de verano puedes aplicar fertilizante líquido específico para orquídeas, diluido a la mitad de la dosis recomendada, cada dos o tres semanas. Así conservará la fuerza suficiente para mantener el color vibrante de sus hojas y producir flores al final de la temporada. 

Durante el otoño e invierno reduce la frecuencia del abonado. Un exceso de nutrientes podría alterar el tono natural del follaje y provocar manchas.

Ludisia discolor o orquídea joya© Carmen Hauser - stock.adobe.com

La floración: discreta, pero interesante

Aunque sus hojas son el gran atractivo de la Ludisia discolor, su floración también tiene su encanto. Suele producirse en invierno o principios de primavera, con espigas de pequeñas flores blancas que contrastan con el tono oscuro del follaje

Para estimular su floración, es muy importante que dejes descansar a la planta en otoño, reduciendo los riegos y manteniendo una temperatura algo más fresca. Cuando aparezcan los tallos florales, evita mover demasiado la maceta, ya que los capullos son sensibles y podrían caer. Tras la floración, corta la vara desde la base para favorecer un nuevo crecimiento.

Ludisia discolor o orquídea joya© Irina Ermakova - stock.adobe.com

Trasplante: cuándo y cómo hacerlo

El trasplante de la Ludisia discolor debe hacerse cada dos o tres años. El mejor momento para hacerlo es la primavera, momento que, además, aprovecharás para renovar el sustrato y así dar más espacio a las raíces, que tienden a expandirse con rapidez. Escoge una maceta algo mayor, pero no demasiado grande, para que la planta no pierda fuerza. 

Cuando realices el trasplante, revisa el estado de las raíces y elimina las que estén blandas o deterioradas. Puedes aprovechar también para dividir los rizomas y obtener nuevas plantas, ya que esta especie se multiplica fácilmente. 

Ludisia discolor o orquídea joya© elzloy - stock.adobe.com

Enfermedades y problemas más comunes

La Ludisia discolor es una planta resistente, pero no está exenta de problemas. El más habitual es el exceso de riego, que puede provocar la pudrición de las raíces, así como que las hojas amarilleen. También puede verse afectada por cochinillas algodonosas y pulgones, que se adhieren a la parte inferior de las hojas. Para prevenir plagas, revisa regularmente el envés y limpia las hojas con un paño húmedo. 

Otro factor importante para el cuidado de la Ludisia discolor es la humedad. Y es que cuando el ambiente está muy seco, las puntas de las hojas se volverán marrones y perderán brillo. Si observas manchas negras, puede tratarse de un hongo, en cuyo caso conviene retirar las partes dañadas y aplicar un fungicida suave.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.