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10 cabeceros espectaculares y originales que transforman un dormitorio en un espacio único


Desde las propuestas más discretas hasta las más teatrales, lo importante es que refleje tu estilo y resuelva la decoración de la pared principal sin necesidad de adornos adicionales. Seguro que en esta selección encuentras la inspiración que buscas


Dormitorio con cabecero XL de formas envolventes© Lupe Clemente
3 de septiembre de 2025 - 13:30 CEST

Como seguramente ya sabrás, son miles los recursos que existen para decorar la pared principal del dormitorio: colores, papeles pintados, molduras, espejos, cuadros… Pero hay una pieza que, cuando se elige bien, resuelve todo de golpe: el cabecero. Ese "marco" de la cama no solo protege la pared, también define la estética de la habitación. 

Escoger un modelo llamativo, que destaque, te ahorra el dilema de cómo completar el espacio, porque él solito se encarga de marcar el tono, el estilo y hasta la paleta de color. Los hay discretos y elegantes, otros enormes y teatrales, tapizados suaves o de materiales naturales, y no siempre hace falta que sea XL para que funcione como punto focal. 

En las próximas líneas te mostramos 10 cabeceros de estilos muy diferentes, pero que tienen algo en común: todos son protagonistas absolutos de la decoración.

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Dormitorio con cabecero XL de madera y tapicería neutra© Porada

Una apuesta por la atemporalidad

Si lo que buscas es una inversión segura, lo mejor es escoger un cabecero tapizado en un color neutrocomo beis, blanco roto o gris suave, y materiales nobles que resistan bien el paso del tiempo. Diseños que no pasan de moda y que encajan con prácticamente cualquier estilo decorativo. Como muestra, te traemos el modelo Killian XL de la firma Porada, que combina madera maciza de nogal con inserciones de latón cepillado y un tejido en un tono crudo. 

Eso sí, cuando se apuesta por un respaldo de gran altura —como este, de 150 cm— conviene tener en cuenta las proporciones del dormitorio. En una habitación con techos bajos, un diseño tan alto puede hacer que el espacio se vea más pequeño y algo encajonado. En cambio, si cuentas con cierta amplitud, la pieza lucirá en todo su esplendor y lograrás ese efecto de hotel de lujo que tanto gusta. 

Otro detalle importante es cómo se relaciona con el resto de la decoración: mejor dejar que sea el verdadero protagonista y mantener una estética sencilla en paredes, mesillas y ropa de cama, para que no haya una lucha de pesos visuales.

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Dormitorio con cabecero en forma de ondas© DOM Edizioni

Con curvas

No todo es cuestión de tamaño. También hay cabeceros que destacan por su diseño. Entre ellos, los modelos con formas onduladas que, como no suelen ser voluminosos, resultan perfectos para habitaciones más reducidas. Su encanto está en esas curvas suaves que rompen la rigidez de los muebles rectilíneos y aportan un aire fresco y dinámico a la decoración. Y si a eso se le suma un detalle de contraste, el efecto es aún mayor. 

En este caso, el cabecero Onda, de la firma DOM Edizioni, combina un tapizado en tono beis con un ribete rojo que, al apoyarse sobre la pared blanca, perfila su contorno y lo hace destacar con nitidez.

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Cabecero de madera© Juliettes Interiors

La fuerza de la madera 'XL'

Si hay un material que nunca decepciona es la madera. Y cuando se lleva al terreno de los grandes formatos, el impacto está asegurado. Un cabecero alto (este, de la firma Juliettes Interiors, mide 180 cm), tallado, o incluso de listones verticales que llegan casi al techo, convierten la cama en un auténtico escenario. 

Además, la madera permite jugar con distintos acabados: desde el roble claro de aires nórdicos hasta el nogal o el arce, más oscuros, si prefieres un estilo más sofisticado.

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Cama con cabecero de cuarterones© Duomo Design

Panelado textil

Una alternativa muy actual es esta que propone la firma Duomo Design con su serie Scacco A3: instalar un sistema de boiserie tapizada. Se trata de paneles revestidos de tela que, ensamblados en la pared, crean un respaldo suave y mullido, ideal para quienes disfrutan leyendo en la cama. 

La ventaja de este recurso es que se adapta a cualquier ancho, incluso se puede llevar de suelo a techo para un efecto más escenográfico. Además, permite elegir la tela que mejor encaje con la decoración: linos naturales, terciopelos sofisticados o tejidos técnicos que facilitan la limpieza

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Pared del cabecero tapizada© Pedro Jaén

Cuando la pared hace las veces de cabecero

Un paso más atrevido es transformar toda la pared en un gran panel textil. Es una solución muy frecuente en hoteles de diseño, y no es casualidad: aporta sensación de lujo y un confort visual inigualablePara que el conjunto no resulte pesado, lo ideal es jugar con costuras decorativas o dividir el panel en módulos, tal como hizo el equipo de interioristas de GC Studio en este proyecto.

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Dormitorio con cabecero XL de formas envolventes© Lupe Clemente

Para lograr una atmósfera recogida

Los modelos envolventes, con alas laterales que se extienden a modo de orejeras, generan un efecto muy acogedor. Además, ayudan a enmarcar las mesitas de noche y dan unidad al conjunto.

Es el caso de este dormitorio, concebido por el estudio Punto M como un auténtico refugio, pensado para el descanso, el relax y la recarga de energía. La cama, auténtica protagonista, se apoya en un respaldo extragrande y retroiluminado, que combina una estructura de madera de roble con tapicería de piel blanca texturizada.

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Dormitorio con cabecero de madera de haya y caña© Wiener GTV Design

Naturalidad con caña y madera

Un cabecero puede imponerse y ser protagonista sin por ello comerse el espacio. Los diseños como este (el modelo OTTOW, de Wioner GTV Design), de madera y laterales de rejilla o caña, son un buen ejemplo: visualmente ligeros, aportan textura y calidez y tienen la virtud de adaptarse a diferentes estilos. Así, aportan un aire desenfadado y fresco en ambientes mediterráneos o boho, pero también resultan muy elegantes en dormitorios urbanos, más aún cuando se acompañan de una ropa de cama cuidada y una iluminación suave.

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Dormitorio con cabecero de fibra© María Algara Photography

Alternativas inesperadas

¿Quién dijo que un cabecero siempre tiene que ser un mueble? Una tela colgada, un tapiz artesanal o incluso una alfombra de fibras naturales pueden cumplir perfectamente esa función. Estas soluciones, además de económicas, ofrecen una gran versatilidad: puedes cambiarlas cuando quieras y adaptarlas a la estación o al estado de ánimo.

La idea nos la ha dado esta suite del hotel rural Sant Ignasi, en Menorca, en la cual se colocó el cabecero Licio de la firma Let's Pause, de fibra de fique y un listón de madera para sujetarlo a la pared.

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Cabecero tapizado© Collett & Victor

Choque cromático

La tapicería en tonos neutros es un acierto, pero a veces el verdadero impacto llega al elegir un color que contraste con la paredUn cabecero en azul petróleo sobre un fondo blanco, uno en mostaza frente a una pared gris o un textil estampado apoyado en liso, que es justo lo que se ha hecho en este dormitorio, con el modelo Penelope de la firma Collett & Victor. Es un recurso sencillo si quieres arriesgar un poco más, pero siempre dentro de un marco elegante y controlado.

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Pared de cabecero decorada con jardín vertical© Benetti

¿Te atreves?

En este caso, no se trata ni de un mueble ni una tela. El cabecero de la cama es un diseño discreto, que pasaría prácticamente desapercibido si no fuera por la colección Akuben de Benetti que decora la pared y transforma por completo la habitación. Es una idea atrevida, sí, pero tremendamente decorativa. 

En realidad son paneles acústicos que combinan de madera, fieltro reciclado y musgo natural estabilizado. Absorben el ruido y ponen un toque muy natural. Los hay con tramas geométricas, con relieves esculpidos o con acabados impresos, e incluso pueden incorporar detalles dorados o texturas rugosas que los hacen aún más especiales. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.