La cocina, junto con el baño, es uno de los espacios que más se reforma de la casa. Esto es debido, además de por el desgaste de sus elementos e instalaciones, por su nuevo papel en el hogar, ya que se ha convertido en punto de encuentro alrededor del cual gira la vida familiar. Sin olvidar que se trata de una de las reformas que más revaloriza la vivienda.
Por eso, si estás pensando en renovar la tuya y, dado que según la Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC), septiembre, y también junio, es uno de los mejores meses para emprender las obras, hemos recopilado varios proyectos, con su 'antes y después.
En estos tres trabajos del estudio Forma Arquitectura (www.forma-arquitectura.com) encontrarás esas ideas de decoración que pueden hacer que una cocina oscura, pequeña, sin lugar para comer o con poco espacio de almacenamiento se convierta en la de nuestros sueños, incluso cuando es pequeña. ¡Toma nota!

ANTES: Cocina anticuada y desaprovechada
Aunque esta cocina pertenece a una vivienda modernista de Barcelona, lo cierto es que antes de la reforma, llevada a cabo por Forma Arquitectura, tenía poco de señorial. Se veía oscura, a pesar de tener una ventana, y sus muebles antiguos deslucían el conjunto, al igual que su revestimiento de pintura y azulejos.
Además, al no contar con suficiente espacio de almacenaje, la encimera y las paredes estaban abarrotadas de accesorios y pequeños electrodomésticos, lo que causaba ruido y desorden visual, al mismo tiempo que empequeñecía el espacio.

DESPUÉS: Cocina moderna, luminosa y funcional
Para lograr este espectacular cambio, se mantuvieron elementos estructurales originales del piso, como los techos altos y los mosaicos hidráulicos. Además, se optó por el microcemento, como material neutro y artesanal para hacer resaltar las piezas originales de hidráulico recuperado. De la misma manera, se abrió el techo, se incorporó la bóveda catalana y el ladrillo en las paredes, logrando respetar la historia, pero adaptándola a los necesidades y nuevos usos de los propietarios.
Respecto al mobiliario, se decidió sustituir sus módulos oscuros por grandes armarios minimalistas de tonos blancos, añadiendo elegancia al ambiente y dotando a la estancia de la funcionalidad necesaria para un estilo de vida moderno.

DESPUÉS: Cocina con comedor para todos los días
“Hoy es un espacio donde compartimos momentos, trabajamos, conversamos y celebramos. Un escenario que une funcionalidad y estética y que aporta carácter a todo el hogar”, señalan desde Forma Arquitectura. Y esta zona de comedor con banco representa ese espíritu de vida familiar. En esa mesa no solo se realizan las comidas diarias y los desayunos, sino que también es un buen lugar tomar el aperitivo, haciendo compañía al cocinero, teletrabajar, hacer los deberes al llegar del colegio o tomarse un café sin prisas.
Es importante fijarse también en la bóveda catalana del techo y la madera, que proporcionan una atmósfera cálida, muy hogareña, perfecta para su misión.

ANTES: Salón oscuro y abarrotado
Situada en el Eixample de Barcelona y construida en 1900, la distribución de esta casa era su principal enemigo, ya que parte de ella consistía en espacios compartimentos oscuros y estrechos.
El salón se mostraba recargado y con poca luz natural, lo que contribuía a hacer más pequeña y encajonada la estancia. Además, los acabados y textiles de los muebles reforzaban aún más esa sensación.

DESPUÉS: Cocina abierta, llena de luz
La reforma apostó por una cocina abierta al salón, con comedor y llena de luz. Una renovación que encaja en el concepto que tiene el estudio de arquitectura de esta estancia: "En Forma Arquitectura creemos que la cocina se ha convertido en un elemento esencial, a menudo el verdadero núcleo de la vivienda”.
Para ello, se potenció la luminosidad de la habitación con paredes blancas, se incorporó la ventana, se prescindió de muebles altos y se buscó la limpieza visual, despejando la encimera y colocando la campana, un elemento grande y pesado, en el techo.

DESPUÉS: Cocina con comedor, banco y almacenaje
Para crear un espacio único y mantener la conexión entre los distintos ambientes (cocina, comedor y salón), se usó madera clara en los tres, logrando, al mismo tiempo, armonía visual. Además, el estudio tiró de ingenio, alargando el mueble de cocina central y convirtiéndolo en un banco, con espacio de almacenaje inferior, que puede hacer las veces de asiento o de aparador en la zona de estar.
A su vez, la mesa de comedor, amplia e impactante, es perfecta para albergar las distintas situaciones de la vida cotidiana, desde comidas hasta teletrabajo, sobremesas o momentos de ocio familiar. Mientras que el gran armario, única concesión a los colores oscuros, ofrece mucho espacio para guardar. Su diseño sin tiradores resulta más ligero y moderno.

ANTES: Casa oscura, compartimentada y con suelo desfasado
Su excesiva compartimentación, propia de la época de su construcción, hacía que la casa se viese oscura, al mismo tiempo que la hacía parecer más pequeña de lo que realmente es. Por eso, el objetivo principal de esta reforma, obra de Forma Arquitectura, era ganar luz y, con ella, sensación de amplitud.

DESPUÉS: Espacios abiertos, flexibles y puertas correderas
“Nos gusta diseñar la cocina como un espacio vivo, que conecta con el resto de la vivienda y que se integra como una pieza esencial del mobiliario, creando armonía y bienestar en el día a día”, cuentan desde Forma Arquitectura. Y esto es justamente lo que han llevado a cabo en esta renovación, donde los tabiques se eliminan y se vinculan los espacios con colores y materiales.
Esta cocina abierta con comedor se independiza de la parte privada de la vivienda, mediante una puerta corredera de madera, que logra separar ambas zonas, sin restar metros. El suelo de madera actúa aquí como un elemento integrador, aunque en la cocina propiamente dicha se ha sustituido por baldosas hidráulicas.
El ingenio siempre está presente en los proyectos del estudio de barcelonés. Así, el mueble de cocina actúa en la parte final, la que da al comedor, como mesa de apoyo o aparador alto. El colocar un flexo, un elemento ajeno a este espacio, es toda una declaración de intenciones.

DESPUÉS: Cocina moderna blanca y de madera con baldosas y parqué
Las cocinas que combinan el color blanco y la madera siempre funcionan, especialmente ante la escasez de metros y luz natural. En este proyecto de Forma Arquitectura es una elección perfecta, ya que logra un ambiente luminoso, cálido y acogedor, al mismo tiempo que conecta con las estancias contiguas. También hay que destacar el cambio de pavimento. Mientras que en el área exterior es el mismo parqué que en el resto del espacio común, en la parte interior, se ha apostado por un mosaico, que aporta un toque personal y resulta más práctico.
La distribución de la cocina no es ni en L ni en U, ya que uno de los lados se acorta, para mantener la perspectiva y no cerrar el paso, creando sensación de puerta con el salón. Además, al no vestir todas sus paredes con muebles altos, como la zona de aguas, hace que luzca más ligera, sin perder capacidad de almacenaje. Los focos negros del techo son otro toque de estilo.