A través de un ritmo pausado, redescubrimos hoy el lujo de lo simple. Y las casas pueden acompañarnos en el propósito perfecto para el verano. Casas donde las horas se alargan entre siestas a la sombra, sobremesas eternas y baños de luz que inundan cada rincón. En el campo, en la montaña o frente al mar, estos refugios no solo son destinos: son estados de ánimo.
Arquitecturas que dialogan con el paisaje, interiores donde reina la calma y estéticas que abrazan lo esencial. Cuatro casas, cuatro parajes. Desde una masía mediterránea hasta una casa con vistas al bosque, todas tienen algo en común: nos invitan a vivir más despacio.

Primer refugio: una casa de mar y montaña
Con el mar de fondo a un lado y vistas al verde de la montaña. Este es uno de esos refugios de verano perfectos. Una casa de piedra de arquitectura moderna con un exterior con piscina que permite disfrutar del entorno sin prisas cada día de las vacaciones. Es un proyecto de Terraza Balear (del grupo Gunni & Trentino), que invita a "dejarse llevar por el devenir del día y a seguir el ritmo que nos marca el sol, desde que despierta hasta que se acuesta", señalan los responsables.

Piscina, atardeceres y vistas al mar
Esta vivienda está situada en un lugar apartado muy especial y que es un verdadero paraíso: el canto de los pájaros te acompaña desde primera hora de la mañana y el entorno huele a sal, a tierra, a pino y a lavanda… Su orientación permite contemplar tanto el mar Mediterráneo como la montaña y seguir el lento recorrido del sol, de este a oeste.

Comedor protegido por la sombra
Este comedor de exterior permite disfrutar, con una pared de piedra que delimita el espacio, de las comidas al aire libre. Con la sombra que ofrece la estructura semiabierta creada y el cómodo mobiliario de exterior, de la firma Gunni & Trentino. Lo más importante de una casa refugio de verano es que cada espacio permita saborear la vida, a ser posible, rodeado de naturaleza.

Segundo refugio: casa de campo de interior
Con vistas a la montaña y al embalse. Concretamente al Embalse de Entrepeñas, en Guadalajara. Esta es una casa diseñada para estar en contacto con la naturaleza y el entorno con exteriores que cobran protagonismo. Es un proyecto del estudio Punto M (con proyecto arquitectónico del estudio Arquitectura al Descubierto —Fernando Orte y Cristina Manene—), ubicado en Sacedón, en la Alcarria Baja. 343 m² distribuidos en dos plantas, con espacios abiertos, fluidos y luminosos. Cada detalle está pensado para crear un hogar impactante, acogedor y orientado al descanso.

La sencillez de una vivienda en el campo
El proyecto de arquitectura, desarrollado por Arquitectura al Descubierto, propone una solución sencilla al programa de vivienda en el campo para optimizar la relación con el entorno. Una casa de piedra que se adapta a la topografía del entorno y se abre al paisaje circundante. En esta parte de la casa, la pérgola de acero sin pintar se cubre con cañizo para proporcionar sombra a la zona que queda junto a la fachada. A continuación, con un exterior solado, se accede a la piscina, concebida como espacio chill out con sofás y tumbonas de teca.

Terraza de formas orgánicas y mucha vegetación
En la planta alta de la vivienda, Punto M diseña la estética de las dos amplias terrazas que son parte integral y estructural del proyecto. Se han creado generosas jardineras, "con formas orgánicas y fluidas, que se fusionan con el entorno y se abastecen de proveedores locales. La vegetación añade vitalidad al lugar, proporcionando un recorrido agradable y confortable", explican los responsables del estudio. Mesas, sillas y áreas de descanso con mobiliario de Kave Home.

Salón conectado a través de ventanales
Otra de las premisas de una casa refugio de verano es que esa conexión y disfrute del exterior se sienta desde el interior. Los espacios se proyectan. Es perfecto usar grandes ventanales y cerramientos acristalados para lograr el efecto de continuidad. En el salón de esta casa de campo, la inspiración setentera está presente a través de un diseño ecléctico. Sobre un suelo de hormigón pulido se asienta un amplio sofá de obra con cojines tapizados en un vibrante color naranja. Las mesas de madera de nogal macizo, de La Redoute, presentan formas lúdicas, mientras que las butacas (NV Gallery) combinan madera y mimbre para añadir la ansiada sensación de hogar. El arte en las paredes es de Gerard Maló.

Salida a la piscina desde el comedor
Desde el salón se "sube" al comedor, que conecta con la zona de la piscina. La mesa y las sillas se enmarcan entre amplios ventanales. Las lámparas mezclan cristal y tela. Son de Marset. La gran mesa de madera es de Kave Home y los aparadores de la pared, de madera y mimbre, de La Redoute. Sillas negras de &Tradition. El conjunto se planta sobre una gran alfombra de tejidos naturales (Nordic Knots).

Tercer refugio: de montaña en Mallorca
¡Esta casa de verano lo tiene todo! Es un proyecto de Angel Martin Studio con estilismo de Susana Ocaña. Se ubica en el corazón de Mallorca y es un homenaje a la serenidad mediterránea con materiales naturales como la piedra, la madera y el mármol, que conviven con elementos contemporáneos, sin olvidar el diálogo necesario en todo refugio de verano entre el interior y el paisaje.
Un banco curvado es el gran protagonista en el comedor. El conjunto lo completan una mesa redonda blanca con revestimiento de mortex, diseño del propio estudio, sillas de roble y asiento de cordón (Carl Hansen) y una lámpara suspendida de vidrio (Santa & Cole). Sobre la mesa escultura ‘Cerámica Primitiva’ de Paco Romero.

De estilo rústico atemporal
Este estilo o tendencia decorativa nunca falla para lograr esa sensación de hogar y calma en una casa. El proyecto ha respetado la arquitectura rústica original de la casa y, a la vez, la ha reubicado en el presente gracias a elementos contemporáneos.
La fusión entre formas minimalistas con algunos elementos tradicionales de la isla de Mallorca aporta un toque de exclusividad y genera un espacio armonioso en todas las estancias. "Detalles como las ventanas de madera, junto con elementos de arquitectura interior en piedra natural, aportan un toque cálido y arraigado a la tradición arquitectónica local", indican desde Angel Martin Studio.
En la imagen, la cocina con isla de mármol, obra de un artesano local. Con el objetivo de potenciar la sensación de amplitud, se ha optado por dejar despejada la parte superior de las paredes de la cocina y ubicar el mobiliario únicamente en la parte baja.

Vivir fuera
“Me considero un apasionado del diseño austero que pone en valor lo esencial. En nuestro estudio siempre buscamos la sencillez de las formas y la nobleza de materiales naturales para dibujar ambientes sosegados, cálidos y puros”, detalla Angel Martin, CEO y director creativo de Angel Martin Studio.
Y en el exterior, también se deja sentir esa idea y concepto. Con un espacio ordenado, la piscina centra la vista como objeto de deseo. Junto a la casa, un techado que resguarda el comedor exterior y una zona de cocina al aire libre con mobiliario de obra.

Cuarto refugio: un oasis rural
Este proyecto de Serge Castella recupera la esencia rural de una masía del Emprodá. Recorrer sus interiores es pasear por el imaginario y el savoir faire del interiorista francés. Salir a su jardín es disfrutar de la vida, en un paraíso rural mediterráneo. "Mi objetivo es crear casas acogedoras, un lugar donde la gente sea feliz, donde puedas tener a tus perros cerca, donde moverte sin obstáculos, apoyar un vaso, tener una buena vista, buena luz", detalla el arquitecto, interiorista, anticuario y decorador.
Este rincón, con mobiliario de diseño contemporáneo, es ideal para desayunar, comer o cenar bajo los árboles.

De dentro hacia afuera
Serge Castella es reconocido por sus interiores cómodos, con pocos muebles y bien seleccionados. Quizá una de las características que sí o sí debe tener una casa-refugio veraniego y vacacional. En este proyecto, ese concepto se complementa con elementos artesanales y con obras de arte. Esta imagen muestra esa conexión que se logra entre el interior y el exterior a través del cerramiento de cristal.

La zona de la piscina
Se trata de crear un paraíso mediterráneo en el exterior. Sin grandes artificios. El mobiliario necesario para pasar tiempo pausado fuera. Aquí, en la zona de piscina, las tumbonas invitan a ponernos en modo chill a cualquier hora del día o de la noche.

Los acabados adecuados para el verano
Tanto la paleta de colores como los materiales que vistan la casa de verano tiene que ser acordes con la idea de lograr espacios agradables y calmados. No se trata de renunciar al color, sino de usar los que influyen positivamente en nosotros, los que conectan con el entorno, con sus costumbres, con su luz. Aquí, las fibras, los tejidos y las texturas son propias del lugar. Lámparas de Let's Pause.