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Ideas de decoración

Cómo la decoración de tu dormitorio puede ayudarte a dormir mejor: 10 ideas para decir adiós al 'insomnio estival'


Descubre cómo una decoración y distribución adecuada del dormitorio, junto a ciertos trucos, pueden lograr no solo que duermas mejor, sino también algo más fresco.


Dormitorio de verano con banco de madera a los pies de la cama, alfombra verde, armario de rejilla, cabecero tapizado, ropa de cama en tonos beiges y escritorio en madera© Westwing
18 de agosto de 2025 - 15:05 CEST

¿Sabías que ahora dormimos menos que hace 30 años? Recientes estudios han calculado que 1,5 horas menos. Si a esto le sumamos que, al llegar el verano, el sueño se ve alterado por el calor y el cambio de hábitos, en lo que se denomina ‘insomnio estival’, tenemos un problema.

Por eso, es importante que la calidad del sueño sea buena y reparadora. Para lograrlo, es preciso un diseño óptimo de tu espacio de descanso, como en esta propuesta de Westwing, donde el bienestar sea la máxima a seguir, especialmente con temperaturas máximas que no nos dejan pegar ojo. Estas ideas te ayudarán a disfrutar de un dormitorio más fresco. 

Dormitorio con la cama junto a la salida a la terraza, cabecero tapizado, manta de cuadros marrones, puertas de madera, lámparas de techo a ambos lados de la cama, libros en el suelo, cuadros en la pared del cabecero © John Taylor

Orienta bien la cama

Muchas veces no lo tenemos en cuenta y, sin embargo, la posición de la cama es fundamental. Para el feng shui, debe estar apoyada en la pared y con visión lateral de la entrada. Hay que evitar que esté enfrentada a la puerta, para que la energía no choque directamente. Además, es importante contar con un cabecero fuerte, que transmita seguridad y nos dé confianza. Y, por supuesto, sin espejos que reflejen la cama. 

Por cierto, un reciente estudio del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) y de UnaBiz, proveedor global de servicios de IoT masivo, establece que dormir con la puerta cerrada triplica las concentraciones de CO2, lo que no solo afecta a nuestra salud, sino que también puede provocar problemas de descanso y falta de sueño. Por lo tanto, mejor abierta. En la imagen, habitación de una vivienda de la inmobiliaria John Taylor con salida a la terraza. 

Dormitorio con cabecero de madera con estantería, lámparas techo a ambos lados de la cama, mesitas de noche de madera, alfombra de fibras vegetales y ropa de cama beige© Conforama

Ten el colchón perfecto

Cuando estás fuera de casa, dos de las cosas que más echas de menos, además del café que hace tu cafetera, es el colchón y la almohada. Sin duda, un buen equipo de descanso es clave para conciliar mejor el sueño y que resulte realmente reparador. A veces no es cuestión de horas, sino de calidad. Existe un colchón ideal para cada persona, según duermas de lado o bocabajo, por ejemplo, o prefieras un grado de firmeza que evite el hundimiento. De la misma manera, la almohada puede ser plana, suave o firme, según tu postura preferida para dormir.

Si no sabes si necesitas renovar tu colchón, desde Conforama recomiendan prestar atención a ciertas señales como despertarse con dolores de espalda, notar zonas hundidas o que han perdido firmeza, no encontrar una postura cómoda o dar muchas vueltas, pasar mucho calor, sudar o dormir mejor en tu segunda residencia. 

Dormitorio con ventanas, rincón de lectura con cojín azul Klein, cuadro en la pared, cama con cojines crudos, marrones y verdes, lámparas de sobremesa, cabecero tapizado© Lo de Manuela

Mantén el orden

Para dormir bien es necesario dar horas libres a tus sentidos y evitar crear espacios repletos de información: el ruido visual no es un buen compañero. Mantener el orden convierte al dormitorio en un refugio minimalista y despejado, dedicado exclusivamente al descanso. Guarda la ropa que te acabas de quitar, coloca los cables y el ordenador en una cesta fuera de la vista, no dejes vasos encima de la mesita de noche, no hagas montañas de libros... 

En esta propuesta de Lo de Manuela todo está en su sitio y no hay nada que desentone. Esta organización crea la atmósfera idónea para dormir a pierna suelta. 

Dormitorio con cabecero de madera con almohadones en el cabecero, lámparas de techo a ambos lados, ropa de cama blanca, alfombra de fibras vegetales, mesitas de noche de madera© Hannun

Diseña una iluminación que acompañe

Cuida la iluminación del dormitorio y apuesta por una luz cálida. Para ello, coloca una lámpara de techo o modelos de sobremesa en la mesita de noche, en una estantería, alrededor de un cuadro o encima de la cama. 

No dudes es usar reguladores, para crear en cada momento la atmósfera que necesitas. Leer bien, pero sin deslumbrarte, vestirte cómodamente… Como en esta propuesta de Hannun, que cuenta con dos diseños suspendidos a ambos lados de la cama. 

Dormitorio con paredes en azul claro, ropa de cama de rayas amarillas y blancas, cabecero de rejilla, mesita de noche de fibras vegetales, jarrón en el suelo con flores, lámpara de sobremesa con pantalla blanca y pie azul© Jotun

Elige los colores adecuados

No descubrimos nada nuevo, pero para crear una atmósfera propicia para el descanso, nada mejor que los tonos beiges, tierra o verdes y azules suaves, como los de esta propuesta de Jotun. Colores que te invitan a soñar, favorecen la calma y transmiten paz

Por supuesto, no abuses de tonalidades como rojos o negros (solo en pequeñas pinceladas), que pueden abrumar, despistar y hacer que no puedas aparcar el estrés, ni siquiera a la hora de irte a la cama.

Dormitorio con aparador con vitrina baja de madera, tipo aparador, jarrón con flores, cortinas y visillos blancos, butaca tapizada, cuadros en la pared© Adolfo Fernández

Di sí a lo natural

Muebles y textiles naturales serán tus mejores aliados para lograr una atmósfera de paz y relajación. Además, son perfectos para una habitación en modo verano y vacaciones, ya que siempre los relacionas con la playa y el sol. Una buena idea, una alfombra a los pies de la cama que ofrezca una pisada mullida y te conecte con la estancia.

En esta propuesta de la interiorista Natalia Zubizarreta para K.A. International, los visillos y las cortinas ligeras dejan pasar la luz y el aire, la tela de la butaca invita a sentarse y la ropa e cama envuelve, sin agobiar. 

Dormitorio con lámpara de techo de fibras vegetales, gran planta verde, suelo de madera, ropa de cama de rayas blancas y negras© House Doctor

Viste la cama con ropa ligera

Aunque te encanta rodearte de cojines y te ayudan a crear una atmósfera ‘cocooning’, lo cierto es que cuando las temperaturas no dan un respiro, te sobrará todo, incluidos tus cojines. Elimina todo lo que te estorba y te da calor, colchas incluidas, y quédate con lo básico: sábanas en tejidos naturales, que transpiran y resultan frescas, tanto a nivel visual como corporal. 

Como en esta propuesta de House Doctor, donde la ropa de cama es tan fresca y ligera como estilosa y con personalidad. Las rayas siempre suman en esta época del año. 

Dormitorio con cabecero de rejilla, plantas y flores, ropa de cama blanca, alfombra de fritas vegetales, lámpara de sobremesa con la pantalla de fibras vegetales© La Redoute Interieurs

Recurre al efecto de las plantas

No hay duda de que son grandes aliadas de la decoración veraniega. Por un lado, nos conectan con la naturaleza, dan un toque de frescura al dormitorio, como en esta propuesta de La Redoute Interieurs, y actúan como barrera natural contra el sol, protegiendo suelos y tejidos. 

Mientras que, por otro, hay especies que son capaces de reducir la temperatura. ¡Demostrado! Así, mediante la evapotranspiración liberan vapor de agua. El poto y el ficus benjamina son dos de las más efectivas.

Dormitorio con ventilador de techo, cabecero tapizado en ondas azules, zona de escritorio, ventanas con estores blancos, ropa de cama azul, papel pintado en la pared del cabecero © Amador Toril

Saca partido al ventilador

Dormir con el aire acondicionado encendido puede ser una opción, siempre que mantengamos una temperatura (superior a 22ºC) que evite los típicos resfriados veraniegos. Pero si no dispones de él en el dormitorio o no te gusta abusar, un ventilador puede ser la solución. 

Eso sí, para que sea realmente efectivo debes llevar a cabo ciertos trucos. Así, ponlo cerca de una ventana; sitúalo en una esquina u orientado hacia el techo para que no te dé directo; coloca un recipiente con hielo frente a él, para que proporcione aire más fresco; o pon detrás una toalla con agua fría, para que haya una corriente más fresca. 

En esta habitación, el interiorista Alberto Torres ha elegido un ventilador de techo en color blanco, que encaja muy bien en el ambiente, no resulta pesado y aporta frescura también apagado. 

Dormitorio playero con lamas de madera, ropa de cama azul, cuadros en la pared, mesita de noche y butaca de fibras vegetales, alfombra, sombrero de paja colgado en perchero de pared, adorno de barco © Ib Laursen

Antes de irte a la cama…

Tan importante como el ambiente del dormitorio es seguir ciertos hábitos. Así, tal y como señalan desde Nara Seguros, cuando las temperaturas nocturnas superan los 24 ºC, el cuerpo tiene dificultades en alcanzar su temperatura ideal de descanso (entre 18º y 20ºC), se interrumpen las fases profundas del sueño, generando “sudoración excesiva, despertares frecuentes y una marcada sensación de fatiga al despertar”.

Si a esto le sumamos ''cambios típicos del verano, como las cenas tardías, las siestas o cierto desajuste en los horarios, se altera nuestro ritmo circadiano y el dormitorio (este de Ib Laursen) deja de ser nuestro refugio ideal. Para combatirlo, desde la compañía aseguradora proponen cinco trucos para dormir bien:

  1. Ventila y oscurece la habitación. Es recomendable ventilar a primera hora y cerrar las persianas durante el día. 
  2. Evita cenas copiosas o muy tardías. El proceso digestivo eleva la temperatura corporal, por eso es mejor cenar, al menos, dos horas antes. 
  3. No bebas mucho antes de acostarte. Una hidratación constante a lo largo del día es clave, pero se debe evitar beber grandes cantidades justo antes de acostarte, para no interrumpir el descanso.
  4. Apaga las pantallas antes de dormir. Sustituye el 'scroll' nocturno por lectura ligera o meditación. 
  5. Adapta tu ritmo diario. Mantener cierta regularidad en los horarios, evitar siestas excesivas y crear una rutina relajante ayuda a preparar al cuerpo.  

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