Nos gusta el color en el jardín. Especialmente al llegar la primavera, las flores multicolores transforman el espacio y lo convierten en un lugar alegre y lleno de vida. Sin embargo, otro estilo de paisajismo es posible, basado en la ausencia de colores y centrado únicamente en una combinación cromática dual de verde y blanco. El resultado es un jardín que derrocha frescor, estilo y modernidad.

Un jardín en verde y blanco
El verde es el color más abundante en el jardín y también el fundamental. Es el color del follaje de las plantas, el de sus hojas presentes en cada rincón. Los jardines hacen gala de un amplio abanico de matices de verde, con tonalidades claras y luminosas y otras oscuras y profundas. Después las diferentes floraciones de las plantas añaden otros colores al conjunto. En función de la especie, de la variedad y de la época del año en la que florezcan se pueden conseguir unos resultados estéticos u otros. El paisajista ha de saber organizar y combinar las floraciones de las plantas para omponer jardines que derrochen relax, belleza y elegancia.
Combinar plantas de flor blanca con otras de hojas verdes crea un efecto muy elegante y fresco. El dúo blanco y verde logra un equilibrio perfecto de luces y sombras, con contrastes muy atractivos y un aire de sencillez y modernidad.

Mil plantas de flor
Cuando te planteas crear un jardín en el que las floraciones de las plantas sean únicamente blancas descubres una gran ventaja: tienes un largo repertorio de especies entre las que elegir. Hay plantas de flores blancas de todas las tipologías, perfectas para todo tipo de climas y aplicaciones en el espacio ajardinado: trepadoras, plantas arbustivas, árboles, plantas para macizos y borduras, etc.
Lo importante es saber elegir entre esta gran variedad de especies de flor blanca para evitar crear espacios monotonos y faltos de interés. Las flores blancas, bien escogidas y dispuestas, aportan luz, frescor y elegancia.

Blanco, un color que aporta paz y serenidad
Cultivando en el jardín solo plantas de flores blancas se consiguen diferentes objetivos. Para empezar, se crea una atmósfera muy relajante, cuya paz no se rompe con elementos de colores llamativos ni estridentes. La serenidad está garantizada en este tipo de diseños de paisajismo.
Sin embargo, esta estrategia de diseñar jardines solo con flores blancas también tiene sus riesgos. Resulta fácil caer en el error de componer grandes masas de flores blancas que resulten planas, aburridas y monótonas. Para evitarlo es fundamental jugar con las formas y combinar plantas de diferentes texturas. Hay que tratar de crear distintas dimensiones y sensación de profundidad.
Un consejo: es buena idea crear contrastes con plantas de follaje gris o plateado, para contrarrestar la intensidad del blanco y evitar los conjuntos de fores blancas que resulten deslumbrantes

Contrastes que crean dinamismo
A la hora de plantear un jardín decorado con flores blancas, es importante utilizar distintas estrategias que ayudan a lograr espacios más interesantes. Es importante crear diferentes contrastes mediante técnicas de jardinería variadas.
- Elegir plantas con hojas de distintas tonalidades de verde, más claras y brillantes y más oscuras. Esto aporta dinamismo e interés visual y rompe los esquemas demasiado monótonos.
- Plantar especies de diferente altura, de forma que las plantas no queden muy igualadas, sino que haya unas más altas y otras más bajas. Arbustos de altura media junto a plantas de porte medio y especies rastreras o tapizantes.
- Añadir elementos decorativos al jardín: pueden ser senderos de áridos de tonos claros, macetas, luminarias, etc.

Elegir los matices del blanco
Al igual que los verdes de las hojas no son todos iguales, sino que difieren en matices, brillo e intensidad, no todos los blancos son idénticos ni consiguen los mismos efectos en el jardín. Es importante saber elegir las tonalidades que nos interesan en cada momento, por mucho que al principio te parezcan todas blancas.
Hay flores blancas con un tono que se acerca al color crema, blancos rosados y otros que presentan sombras azuladas o verdosas. Tener en cuenta estos diferentes matices, y el efecto que causan en el espacio, te ayudará a combinar las flores con más acierto. Piensa que, por ejemplo, los blancos que tiran al crema aportan más calidez, mientras que los más azulados, como la glicinia de la foto, añaden frescor.

Trepadoras de espectacular floración
A la hora de elegir plantas trepadoras para decorar una pérgola o un muro del jardín, no tenemos por qué renunciar a las especies de flor. Es posible optar por trepadoras de flor blanca que nos ayudan a decorar sin añadir otros colores que no sean el blanco y el verde. A la hora de seleccionarlas, debemos pensar en la zona climática en la que está el jardín.
Si vives en una región de clima mediterráneo elige, por ejemplo, glicinias de flor blanca (Wisteria floribunda, Wisteria sinensis o Wisteria venusta), rosales trepadores de roas blancas, jazmín chino (Trachelospermum jasminoides) o falso jazmín (Solanum jasminoides).
Para los jardines situados en la zona norte de la península son perfectas las clemátides: la Clematis "Duchess of Edinburgh" ama los climas frescos y húmedos, y la Clematis armandii, de hoja perenne, florece a principios de la primavera.

Árboles y arbustos para clima mediterráneo
Existen multitud de opciones a la hora de elegir árboles y arbustos apropiados para zonas de clima mediterráneo, con temperaturas cálidas y mucho sol. Muchas de estas especies hacen gala de unas flores blancas y bellas, perfectas para este tipo de diseños de jardín.
Entre los árboles con floración blanca destacan el peral de flor (Pyrus calleyrana "Chanticleer") y la Magnolia stellata, con sus flores atractivas con forma de estrella. Para elegir arbustos adecuados de floración primaveral decídete por el lilo (Syringa vulgaris), el viburno (Vinurnum opulus), el durillo (Viburnum tinus), la celinda (Philadelphus coronarius), la espírea (Spiraea x vanhouttei), la adelfa (Nerium oleander), las jaras (Cistus monspeliensis, Cistus salvifolius), la abelia (Abelia floribunda) o el mirto (Myrtus communis).

Árboles y arbustos para el norte
El clima que impera en el norte de España es fresco y húmedo y hace gala de temperaturas suaves, tanto en invierno como en verano. Para estas zonas se requieren especies diferentes como las que incluimos a continuación:
Árboles: en el norte triunfan los cerezos (Prunus x yedoensis), los ciruelos (Prunus domestica), los perales (Pyrus communis) y los manzanos de flor blanca (Malus domestica).
Arbustos: Hortensias blancas (Hydrangea macrophylla), camelias (Camellia japonica), rododendros de flor blanca (Rhododendron 'Cunningham's White') y Daphne x transatlantica "Eternal Fragance", de floración muy larga y perfumada.

Plantas vivaces de flor blanca
Si quieres un jardín completo y bien planteado necesitas diversas opciones de plantas que cubran todos los planos del jardín. Hemos visto trepadoras, árboles y arbustos de flor blanca, perfectos para diferentes climas, y ahora le toca el turno a las plantas vivaces y a las rastreras de baja altura que sirven para completar los esquemas de plantación.
En las zonas de clima mediterráneo apuesta por las gauras (Gaura lindheimeri) con sus varas florales de color blanco, por el aliso (Lobularia maritima), geranios blancos (Pelargonium spp.), margaritas como Chrysanthemun maximun y Bellis perennis 'Pomponette', o especies rastreras como las verbenas, el Cerastium tomentosum y la Gypsophile repens.
Para el norte de la península puedes elegir peonías de flor blanca (Paeonía lactiflora), Phlox paniculata blanca, espuelas de caballero (Delphinium 'Snowgoose'), etc.

Especies bulbosas blancas y muy bellas
Elegir bulbos para plantar en el jardín es una decisión de lo más acertada, ya que son bellísimos y no requieren mucho esfuerzo a la hora de cultivarlos. Puedes optar por flores blancas como estos tulipanes de la imagen (Tulipa spp.) aunque hay otras muchas especies y variedades adecuadas.
Estas son algunas opciones interesantes: campanillas de invierno (Galanthus), de delicadas flores que aparecen muy pronto. También narcisos (Narcissus), Alliums de flor blanca y jacintos (Hyacinthus spp.).
Un consejo: planta bulbos que florezcan en diferentes épocas y estaciones para darle belleza al jardín durante todo el año. Cultívalos en el suelo del jardín o en maceta, en un sustrato que esté suelto. Coloca los bulbos con la punta hacia arriba y no te olvides de dejar entre ellos una distancia adecuada. Riega tras la plantación y después trata de mantener el sustrato húmedo.