A tan solo 20 kilómetros de Barcelona y con el mar como telón de fondo, este jardín de 240 m² ubicado en Montgat, en pleno Maresme, ha pasado de ser una explanada algo olvidada a convertirse en un oasis contemporáneo con alma mediterránea. El proyecto —de la experta en decoración y estilista Mar Gausachs en colaboración con la arquitecta Núria Selva— tenía un objetivo claro: transformar un espacio funcional, pero deteriorado en un jardín “de revista”, donde disfrutar del verano, de la luz, de los amigos y de la vida al aire libre.

Así era el espacio exterior antes de la reforma
El cambio ha sido total. Se eliminaron las tarimas de madera en mal estado para dar paso a un trazado de caminos con baldosas de gres porcelánico antideslizante que reviste toda la superficie y organiza el espacio en distintos ambientes. El requisito inicial de la clienta fue claro y preciso: convertir su jardín actual en un jardín de revista, en un espacio para adultos donde poder disfrutar de momentos con los amigos.

Toma general: un oasis al aire libre
En Montgat, un pueblo del Maresme, la vida transcurre más tranquila en este nuevo oasis exterior, un proyecto de Mar Gausachs (www.margausachs.com) en colaboración con la arquitecta Núria Selva (www.nuriaselva.com), en el que juntas hicieron el tándem perfecto estético y técnico. El generoso espacio del que se disponía, con 240 metros cuadrados, se organiza en varios ambientes, sin necesidad de crear una piscina, puesto que la casa ya cuenta con una en la parte delantera del terreno.
Los zonas diferenciadas responden a usos muy definidos —como una mesa de fuego al estilo americano o una pérgola bioclimática con sofás—, y vegetación autóctona que conecta el espacio con su entorno natural. Una reforma integral que ha sabido equilibrar diseño, funcionalidad y relax, y que convierte este jardín en el lugar más deseado para dejar pasar las horas al sol (o bajo sombra bien pensada).

Adiós tarima de madera antigua, hola nuevo suelo combinado en materiales
La base de todo el espacio se transforma por completo, llenándolo no solo de comodidad sino de color y luminosidad. Se crean caminos con baldosas de gres porcelánico antideslizante de 60 x 60 cm en tono neutro (pero cálido), simulando piedra natural; grava blanca y zonas de césped artificial, al estilo de un jardín japonés.

El espacio de la pérgola antes de la intervención
El proyecto consiste en mejorar la configuración actual de la zona noroeste de un jardín de una casa unifamiliar en Montgat para aumentar el espacio verde privado de la vivienda. Con esta idea, la principal intervención que realizan Gausachs y Selva es la de sustituir la gran explanada pavimentada en tarima de madera en mal estado por pequeñas zonas a diferentes cotas rodeadas de vegetación y conectadas por un camino.

Bajo la pérgola: sombra y calma para estar
En el corazón del jardín, una pérgola bioclimática a medida de lamas móviles protege del sol la zona de estar. Esta solución ofrece sombra en las horas centrales y deja pasar la brisa cuando el calor aprieta. Bajo ella, el espacio se diseña con un conjunto de sofás con colchonetas textiles realizados a medida en tejidos de exterior en un escenario acogedor y contemporáneo. Todo aquí invita a la calma: colores neutros, texturas suaves y un mobiliario que dialoga con el entorno.

El espacio de estar a cubierto: estilo mediterráneo contemporáneo
El mobiliario y el estilismo del jardín evocan al estilo mediterráneo, con piezas en blanco, negro y gris, mezcladas con el yute y los elementos naturales. Los muebles aquí son de Crisal Decoración. La mesa de centro y las mesas auxiliares de piedra son de Kave Home. Los cojines y colchonetas están realizados a medida con tejidos de exterior de Priort Decoración. La butaca de mimbre es de Taller de las Indias.
En cuanto a la valla perimetral, se mantuvo el cañizo que había en un lado, "con intención que se tape con vegetación cuando crezca; al igual que ocurrirá en el otro lado donde la reja metálica de origen separa una casa de la otra", comenta Mar Gausachs.

Los textiles en detalle
En un proyecto de exterior es esencial escoger bien los materiales de los revestimientos para garantizar su durabilidad, pero también el del mobiliario y tejidos. Aunque en este caso queden protegidos del sol directo bajo la pérgola, son elementos que están expuestos y conviene invertir para que el mantenimiento y cuidado sean sencillo.
Hoy hay tejidos de exterior con los que confeccionar asientos y respaldos, así como piezas decorativas que cuentan con texturas muy agradables, pero tienen protección UV y son impermeables o prácticamente. También las alfombras de exterior hacen que se pueda disfrutar de este confortable elemento textil fuera.

La zona de lectura antes de la reforma
Ahora este espacio está destinado a un uso tranquilo por parte de los adultos. Donde cada uno pueda hacer una actividad en calma, en una zona alejada del bullicio delantero y de la vida familiar en la casa.

Un rincón para leer, tomar el sol o perder la noción del tiempo
En un lateral del jardín se ha creado una zona pensada para la pausa en solitario: un rincón de lectura que también funciona como solárium improvisado. La butaca de fibras naturales del Taller de las Indias aporta estilo y comodidad relajada a este espacio. La alfombra de exterior de Benuta delimita más aún este ambiente enmarcado con alguna maceta de cerámica —que refuerza el estilo mediterráneo— y plantas.
En toda la parte baja del jardín se planta nueva vegetación y se escogen especies autóctonas para que se adapten bien al terreno. Lámpara de exterior de Kave Home. Maceta grande de Taller de las Indias.

La antigua zona alta
Al fondo del jardín, en la zona más alejada de la vivienda, se encuentra un espacio a una altura elevada que contaba con vegetación, pero no se usaba. Estaba totalmente desaprovechada. Ahora, el camino creado con las baldosas conduce hasta aquí. Se diseñan unas nuevas escaleras de acceso a este otro ambiente tan especial para los propietarios.

Una zona de fuego exterior con brasero central
En la cota más alta del jardín, el equipo de arquitectura y decoración imaginó un espacio de reunión alrededor del fuego. Aquí, un banco de obra en forma de U abraza una mesa de fuego o brasero, creando un auténtico salón exterior para disfrutar bajo las estrellas y cocinar unas nubes al más puro estilo americano.
El pavimento en gres porcelánico claro dialoga con la grava blanca y la vegetación circundante, evocando el espíritu minimalista de los jardines japoneses, pero con alma mediterránea. Este rincón elevado permite tener una perspectiva completa del jardín y la fachada de la casa, convirtiéndose en uno de los lugares favoritos para alargar las noches con amigos, asar nubes sobre el brasero o dejarse envolver por la imagen del fuego encendido.