Cada vez somos más conscientes de que perros y gatos no son solo animales de compañía: forman parte de nuestro día a día, comparten nuestro sofá, nuestras rutinas… y también nuestro estilo de vida. Por eso, en el mundo de la decoración y el interiorismo, el diseño "pet friendly" es una tendencia al alza.
Y no hablamos simplemente de permitir que el gato se suba al sillón o de poner un cuenco de agua en la cocina, sino de adaptar los espacios para que nuestras mascotas vivan cómodamente sin que la casa parezca una clínica veterinaria o un parque infantil para animales. La clave está en combinar estética, funcionalidad y sentido común, o sea, en usar materiales duraderos, elegir muebles versátiles y, en la medida de lo posible, crear rincones pensados específicamente para ellos.
Los beneficios son muchos: más bienestar para las mascotas, menos estrés para quienes conviven con ellas y una casa que funciona mejor en todos los sentidos. En las siguientes líneas te damos 12 ideas para que tu casa sea un auténtico hogar pet-friendly. Prácticas, sensatas, y con ese toque decorativo que tanto nos gusta. Porque vivir con mascotas puede (y debe) ser tan cómodo como estético.

Su territorio
Del mismo modo que tú necesitas tu espacio, tu perro o gato también agradece tener el suyo. Es verdad que tener una habitación solo para la mascota, como esta que nos propone la firma Sophie Allport, con soluciones de almacenaje, suena ideal… pero seamos sinceras: es un lujo al alcance de pocos. La buena noticia es que no hace falta tanto. Lo más práctico es destinarle un rincón en alguna zona de la casa: un hueco desaprovechado bajo las escaleras, una parte del lavadero, en el tendedero… Coloca una cama cómoda, algunos juguetes, el pienso y, si convives con un gato, también el arenero, siempre apartado del área de comida.
Piensa bien dónde irá cada cosa antes de comprar: no todo vale, y mucho menos si después resulta que el comedero choca con la puerta o la cama no cabe donde pensabas. Los cestos decorativos para guardar sus cosas son un buen truco para mantener todo ordenado y que no parezca que el salón se ha convertido en una guardería canina o gatuna.

Mobiliario multifuncional
¿Has visto ya las mesas de café con cueva para gatos debajo? ¿O las estanterías que hacen de circuito de escalada? Hoy en día, hay piezas de mobiliario pensadas para todos, sin que parezcan sacadas de un centro veterinario. Este tipo de muebles permiten que las mascotas estén cerca sin molestar y sin robar espacio. Y si no, mira la caja UTSÅDD de IKEA, que cabe perfectamente en la estantería KALLAX. Perfecta para casas pequeñas… o para quienes no quieren ver la cama del gato en medio del pasillo.

Sofás "todoterreno"
Lo ideal es asegurarse de que el sofá tenga una tapicería resistente, que se limpie fácilmente, como este, de Conforama, de microfibra. Para su limpieza, es suficiente pasar la aspiradora cada diez días, aproximadamente. Y para eliminar las manchas, basta usar agua y jabón neutro.
Si ya tienes el sofá que tienes y cambiarlo no es una opción, recurre a fundas lavables. Y en cualquier caso, evita tejidos como la seda, el terciopelo o la pana, que tienden a estropearse al mínimo roce y, además, acumulan pelo.

Si estás pensando en renovar tapicerías…
Por suerte, marcas como Pepe Peñalver lo tienen más que pensado con colecciones como Cozy: tejidos suaves al tacto, pero con una resistencia a prueba de patas mojadas, pelos, manchas e incluso niños en modo creativo. ¿Lo mejor? Se limpian con un simple paño húmedo y no absorben líquidos, así que si hay un "accidente", no pasa nada.
Además de resistentes, estos tejidos están hechos con fibras recicladas y son 100% reciclables. No contienen químicos agresivos, así que también son ideales para casas donde hay sensibilidades o alergias. Y como el proceso de producción es local, también cuidan del medioambiente. Vamos, que son un sí rotundo.

Una mantita para cuando se suba al sofá
Lo sabemos: dijiste que no, que el sofá era sagrado… pero luego llegaron las miradas tiernas y las patas sigilosas. La solución más práctica y sensata es cubrir una parte del asiento con una manta que sea solo para él (esta es de la firma Kona Cave). Así proteges la tapicería, te ahorras limpiezas constantes y, de paso, le das algo que le resulta familiar y reconfortante. Para los gatos, reconocer su propio olor en el tejido les ayuda a sentirse seguros, tranquilos y en casa. Si eliges un textil que encaje con el resto de la decoración, además de útil, quedará perfectamente integrado. ¡Y todos tan contentos!

Accesorios integrados en la decoración
Atrás quedaron los días de camas de peluche estridentes y comederos de plástico que parecían salidos de un bazar. Ahora los muebles y accesorios para mascotas tienen diseño, y del bueno: sofás con patas de madera, cojines como este, de Charley Chau Limited, con telas elegantes, comederos con líneas minimalistas o rascadores que no desentonan ni en el salón más sofisticado.

Arenero inteligente
El arenero no tiene por qué ser el objeto más feo de tu casa. Hay modelos con diseño cerrado, autolimpiables (como este, de Cecotec), que controlan olores y que, además, se ven como un mueble más. Colócalo en un rincón ventilado, tranquilo y de fácil acceso para tu gato. Mantenerlo limpio no es solo cuestión de higiene: también es fundamental para evitar malos olores y asegurar que tu minino lo use sin quejarse.

Limpia a conciencia tu casa
Con mascotas, la limpieza no es negociable. Aspira con frecuencia, sobre todo en las zonas donde más tiempo pasan tus compañeros peludos. El pelo no solo ensucia: también puede provocar alergias. La marca Dyson tiene diferentes modelos para mascotas, con y sin cable. Incluso tiene una máquina, la V15 Detect Absolute, que cuenta con un sistema de detección por láser que consigue eliminar hasta el polvo y las impurezas microscópicas, imperceptibles a simple vista. Lava regularmente sus mantas, camas y juguetes, y limpia bien los comederos.

Juegos de platos para su comida
No es solo poner un cuenco y ya. Hoy puedes encontrar comederos que, además de prácticos, se ven bien, como estos de Zara Home. Los hay de cerámica, acero inoxidable o incluso madera tratada, y muchos vienen con bases antideslizantes o elevadas, lo que mejora la postura al comer. Además, si eliges una alfombrilla bonita para colocarlos, evitas manchas en el suelo y sumas un toque de orden.

Manta refrescante para su bienestar
Cuando aprieta el calor, los animales también lo notan. Las mantas refrescantes, como esta de La Oca, que contiene gel en su interior, son un alivio, sobre todo para razas de pelo largo. Encajan fácilmente en cualquier rincón, y muchos modelos combinan con textiles neutros. Así no solo están cómodos, sino que lo están en un entorno cuidado.

Nada de alfombras y moquetas
En casas con mascotas son un imán para pelos, polvo y bacterias. Y si encima son de lana, prepárate: a muchos gatos les encanta afilarse las uñas en ellas como si no hubiera un mañana. Si no quieres renunciar a tener alguna, opta por versiones vinílicas o lavables, mucho más prácticas.
Aun así, lo más recomendable es elegir suelos resistentes, fáciles de limpiar y que no sufran con el trajín diario, como el gres, los porcelánicos (este es de Quorn Stone), los laminados de madera o el microcemento, que aguantan bien el paso de las patas.

Un espacio seguro
Perros y gatos tienen sus manías, y una de ellas es mordisquear plantas. ¿Por qué lo hacen? Hay varias teorías: algunos lo achacan a la necesidad de limpiar el estómago, otros a la curiosidad o simplemente al placer que les da el olor, la textura o el sabor de ciertas hojas. En principio, no pasa nada… salvo que la planta sea tóxica. Por eso, si tienes plantas en casa, asegúrate de que sean compatibles con los más peludos. Puedes optar, por ejemplo, por helechos, orquídeas, bromelias o calatheas. Son bonitas, fáciles de cuidar y totalmente seguras. Aun así, siempre conviene colocarlas fuera de su alcance (no como esta, en una maceta de Dobbies Garden Centres, que está siendo acechada por un felino).
Y cuidado con las que hay que evitar: aloe vera, anthurium, hiedra, sansevieria o lirios pueden provocar desde vómitos hasta problemas renales graves, sobre todo en gatos. Si sospechas que tu mascota ha mordido alguna planta peligrosa, lo mejor es acudir al veterinario cuanto antes. Nada de inducir el vómito ni darle leche: lo más útil es identificar la planta y anotar los síntomas. Y para curarte en salud, puedes consultar la lista oficial de plantas tóxicas y no tóxicas en la web de la ASPCA.
Protégelos también de peligros cotidianos. Asegúrate de que productos de limpieza, medicamentos o sustancias tóxicas no estén al alcance. Coloca tapas en los cubos de basura y, si vives en altura, instala mosquiteras en las ventanas.