En el feng shui, los textiles juegan un papel muy importante en la creación de un hogar equilibrado, ya que influyen directamente en la energía o Chi del espacio. Esto se debe a que los materiales, colores, texturas y formas de los tejidos tienen la capacidad de absorber, canalizar o bloquear la energía que circula en un ambiente. Por ejemplo, unas cortinas pesadas y oscuras pueden frenar el flujo del Chi, mientras que unas ligeras y claras lo favorecen, creando una atmósfera más equilibrada y vital.
El feng shui, una sabiduría oriental que busca armonizar los espacios para potenciar el bienestar físico, emocional y espiritual, considera que cada objeto en el hogar tiene un impacto energético. Los textiles, al estar en contacto directo con las personas, son especialmente importantes. A continuación, Astrid Izquierdo, autora de ‘El pequeño libro del Feng Shui’ (de Alienta Editorial) y fundadora del estudio Sincronía Integral, nos detalla los aspectos a tener en cuenta si deseas incorporar textiles en tu hogar para mejorar su energía y crear un entorno más armonioso.

Equilibrio y protección: el poder de los textiles en tu hogar
Los textiles no solo cumplen una función estética o práctica, sino que según el feng shui, son elementos clave para modular la energía que fluye en el hogar. Al incorporar ciertos tejidos en lugares estratégicos, se puede suavizar el flujo del Chi, evitando que sea demasiado rápido o caótico. Esto favorece una sensación general de bienestar.
Los textiles también ayudan a construir ambientes más acogedores y cálidos, especialmente cuando se eligen materiales naturales, como el algodón, el lino o la lana. Dependiendo de su color, textura y composición, pueden aportar sensaciones específicas: calma y serenidad con tonos suaves y telas ligeras; vitalidad y energía con colores vivos y texturas dinámicas.
Los textiles son claves para modular la energía del hogar, suavizando el flujo del Chi y favoreciendo el bienestar.
Además, cumplen una función protectora: cortinas, alfombras o tapices pueden actuar como filtros que regulan el paso del Chi entre el exterior y el interior, ayudando a preservar la armonía del entorno doméstico. Este tipo de barreras suaves también aporta seguridad y contención energética, claves para un espacio equilibrado.
Un ejemplo de esta importancia lo vemos en un dormitorio reformado por Patricio Ballesty, del estudio Vísteme de Espacio. En esta estancia, los textiles de tacto aterciopelado, como el azul marino del cabecero acolchado y la cama (de Güell Lamadrid), aportan calidez, profundidad y confort visual.

Algodón, seda, lino… las fibras que armonizan tu hogar
Para potenciar una energía positiva en el hogar, igual que el biointeriorismo, el feng shui recomienda textiles elaborados con materiales naturales, ya que poseen una energía vital que favorece la conexión con la naturaleza y el equilibrio interior. Así son los del ambiente, de la colección ‘Ocaso’ de la firma Alambra. Entre los más adecuados, Astrid nos indica estos al 100% o mezclados:
- Algodón, que transmite calma y suavidad.
- Lino, ideal para climas cálidos por su frescura.
- Seda, con una energía elegante y refinada, perfecta para dormitorios.
- Lana, que aporta calidez y estabilidad, ideal en invierno o en espacios de descanso.
- Bambú, usado sobre todo en persianas, refuerza el vínculo con lo natural.

Natural es mejor: La elección Inteligente para tu piel y el planeta
Los materiales sintéticos, como el poliéster o los acrílicos, resultan menos favorables para generar un entorno en armonía. ¿Las razones? Los tejidos naturales no solo armonizan visual y energéticamente el espacio, sino que también favorecen una mejor interacción con nuestro cuerpo y emociones. Al ser materiales vivos, permiten que el Chi fluya con mayor libertad, creando entornos más equilibrados y conectados con la naturaleza. En cambio, los tejidos sintéticos tienden a bloquear o distorsionar ese flujo, generando una sensación de frialdad o desconexión sutil pero perceptible. “Además, optar por fibras naturales es una elección más sostenible y saludable, lo cual también repercute positivamente en la energía general del hogar”, apunta Astrid.
En la propuesta, cortina confeccionada con un tejido de la firma Ian Mankin, de venta en Gancedo.

Qué colores usar (y dónde) según el ‘feng shui’
En feng shui, el color de los textiles es clave, ya que cada tono está vinculado a un elemento y tiene un efecto específico sobre la energía del ambiente. Nos lo detalla la experta:
- Verdes (Madera): Relajan y favorecen la salud. Ideales en dormitorios infantiles.
- Rojos, granates, naranjas (Fuego): Activan y motivan. Útiles en espacios sociales como el comedor, la cocina o el salón, aunque hay que aplicarlos con moderación.
- Tonos tierra, beige, marrones (Tierra): Aportan estabilidad. Recomendados para salas de estar.
- Blancos, grises claros (Metal): Fomentan la claridad mental. Ideales para zonas de trabajo.
- Negros y azules (Agua): Invitan a la introspección. Mejor en dosis pequeñas para evitar exceso de energía Yin.
En este salón, firmado por Terraza Balear part of Gunni & Trentino, predominan tonos tierra, beige y arena que aportan calidez y serenidad, combinados con pinceladas azules y grises que regalan una conexión con la naturaleza.

El poder del textil correcto en la armonía familiar
Si el objetivo es atraer el amor o fortalecer las relaciones personales dentro del hogar, el feng shui ofrece claves específicas a través de los textiles. Los colores más recomendados son el rosa, asociado al amor romántico y la ternura; el rojo suave, que aporta pasión y magnetismo sin ser excesivo; y tonos neutros como el blanco o el beige, que favorecen la intimidad, la estabilidad y la confianza.
La experta añade que “también los matices melocotón o coral pueden estimular el vínculo emocional y la calidez”. En coral rosado es la manta de este dormitorio ideado por el interiorista Rober Quiñones-Her.
En cuanto a las texturas, lo ideal es optar por tejidos suaves y sensuales como la seda o el terciopelo, que invitan al contacto y a la conexión emocional. En espacios de intimidad, como el dormitorio, conviene evitar textiles ásperos, fríos o demasiado rígidos, ya que pueden crear una barrera sutil entre las personas.

Seis errores comunes al elegir telas según el ‘feng shui’
Elegir los textiles adecuados no solo tiene un impacto visual, sino también energético. Desde la perspectiva del feng shui, ciertos errores pueden bloquear el flujo del Chi o generar sensaciones de incomodidad sin que sepamos por qué. La autora de ‘El pequeño libro del Feng Shui’ nos relata los seis desaciertos frecuentes que conviene evitar:
- Usar materiales sintéticos, que afectan el Chi y generan una atmósfera fría o desconectada.
- Escoger colores poco apropiados para el uso del espacio, como rojos intensos en dormitorios, que pueden alterar el descanso.
- Colocar cortinas pesadas u oscuras que impidan el paso de la luz natural y el movimiento de la energía.
- Mantener textiles sucios, rotos o muy desgastados, ya que acumulan energía estancada o negativa.
- No tener en cuenta el equilibrio de los cinco elementos (Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua), abusando de un solo color o tipo de material.
- No renovar ni ventilar los textiles con los cambios de estación, algo esencial para revitalizar la energía del hogar.
La sala de juegos de la imagen, diseñada por la interiorista Pia Capdevila, es un buen ejemplo de cómo aplicar bien el feng shui con textiles. No cae en ninguno de los errores mencionados y, además, todo en el espacio transmite calidez, como la mullida alfombra o el casillero en madera.

Los estampados que convienen a nuestro hogar
Tan importante como la composición del tejido y su color es también el diseño o patrón que este presenta. Y es que las formas impresas sobre una tela pueden influir directamente en cómo fluye el Chi (energía vital) dentro de una habitación, reforzando sensaciones positivas o, por el contrario, generando tensión.
Las formas impresas sobre los tejidos guían la energía del hogar, aportando equilibrio o desorden.
Astrid explica que los patrones suaves y curvos (como los florales, ondulados o con formas orgánicas) promueven una energía Yin, relajante, receptiva y nutritiva. Por eso, son ideales para dormitorios, habitaciones infantiles o rincones de lectura. En cambio, las rayas verticales tienen un efecto más Yang: activan, elevan y dinamizan el espacio. Funcionan bien en salones o comedores, siempre que se usen con moderación para no generar sobreestimulación. En la propuesta, la cortina se confecciona con la tela ‘Manila’, de Pepe Peñalver, con un vistoso estampado floral.
Diseños muy angulosos, caóticos o con excesiva irregularidad pueden romper el equilibrio visual y energético del ambiente, provocando inquietud o fatiga. En contraste, los patrones armónicos y simétricos fomentan el orden y la estabilidad emocional, claves para un hogar equilibrado y acogedor.

Sin obras ni muebles nuevos: armoniza tu hogar con textiles
Aunque cada espacio es distinto, en feng shui los textiles son una herramienta muy poderosa para transformar la energía sin necesidad de hacer obras. Como subraya Astrid, modificar elementos como cortinas, cojines, alfombras o mantas puede:
- Cambiar por completo la energía emocional del ambiente.
- Ajustar la atmósfera sin necesidad de mover muebles o hacer reformas.
- Equilibrar los cinco elementos mediante el uso consciente del color, la textura y los estampados.
Por ejemplo, un salón que se percibe frío, dominado por tonos grises, blancos y líneas rectas (propios del elemento Metal) puede suavizarse fácilmente con textiles en tonos tierra o fuego, como cojines en ocre, rosa palo o coral, y una manta de lana que aporte calidez. Aunque no se mueva ningún mueble, la sensación del espacio cambia por completo. Y, por supuesto, si se puede, una planta siempre suma: aporta vida, frescura y conexión con la naturaleza.
La interiorista Erika Suberviola combina textiles lisos y estampados para dar dinamismo al espacio, y se atreve con el color teja en la colchoneta del rincón del salón y un cojín, aportando calidez y un toque de energía controlada.

Los textiles como reflejo del estado emocional del hogar
Más allá de su impacto en la energía y la estética, los textiles también pueden actuar como un espejo de nuestro mundo emocional. Un hogar recargado de telas oscuras, pesadas o deterioradas puede reflejar cansancio, estrés o falta de renovación interior. En cambio, cambiar una funda de cojín, incorporar una nueva manta o abrir paso a tejidos más ligeros y agradables puede ser un gesto simbólico (y práctico) de apertura al cambio y al bienestar. Es una forma cuidar la casa como extensión de uno mismo.
Optar por materiales naturales, colores armónicos y cuidar su estado son claves para lograr un hogar con energía positiva.
El diseño de este vibrante comedor lo firma la interiorista Sara Torrijos. Aquí la gran alfombra presenta un patrón geométrico en blanco y negro, añadiendo un contraste dinámico con la paleta general. Además, las cortinas, los visillos y el mantel en tonos neutros aportan luminosidad y frescura, amplificando la sensación de limpieza y orden en esta zona de encuentro.
"Resumiendo, los textiles (como cortinas, tapicerías o telas decorativas) no solo decoran, sino que modulan la energía del hogar. Optar por materiales naturales, colores armónicos y cuidar su estado son claves para lograr un hogar con energía positiva, fluida y equilibrada. Los textiles pueden jugar un papel importante para armonizar la casa sin necesidad de grandes inversiones", afirma Astrid.