Para disfrutar de un jardín bello y especial no es imprescindible tener un gran terreno. Los jardines pequeños pueden ser muy originales y, siguiendo las recomendaciones de los expertos, pueden convertirse en espacios verdes repletos de interés. El paisajista David Jiménez nos explica las 10 claves que hay que tener en cuenta para rentabilizar el espacio al máximo en un jardín pequeño.

Planificar es el primer paso
Si hemos decidido acometer el diseño de nuestro jardín, necesitamos los mejores consejos y recomendaciones de un experto, especialmente si contamos con el inconveniente de tener poco terreno disponible. En ese caso, es esencial plantearlo con exactitud para rentabilizar cada rincón. En opinión del paisajista David Jiménez, “el punto de partida siempre es comprender bien el espacio y las necesidades de quienes van a disfrutarlo. Antes de pensar en el estilo que vamos a darle o en las plantas que vamos a poner, conviene definir el uso principal que va a tener el jardín. Puede ser para descansar, como espacio de reunión o como zona de cultivo”, explica el especialista. “También es importante identificar qué vistas queremos potenciar o disimular, y analizar las posibles limitaciones que tenga el terreno: desniveles, orientación, acceso al agua o cualquier restricción que pueda condicionar el proyecto”.
Apuesta por la claridad en el diseño
Los jardines pequeños necesitan una fase previa de planteamiento más exhaustiva que los jardines más grandes. Cada elemento ha de tener una razón de ser, teniendo en cuenta que no podremos incorporar todo lo que se nos ocurra. Será necesario elegir.
Para David Jiménez “en un jardín pequeño la clave está en la claridad. Cada elemento debería cumplir una función, ya que estos espacios no suelen admitir excesos. Yo recomiendo priorizar qué queremos destacar, qué sensaciones deseamos transmitir y cómo podemos simplificar el mantenimiento”. Como será imposible utilizar todos los elementos por falta de espacio, tendremos que tener claro que hemos de seleccionar y elegir.
Busca la armonía entre la vegetación y el resto de elementos
Es buena idea contrarrestar unos elementos con otros, lo que nos ayuden a definir la estructura del jardín. “Si buscamos una plantación variada, es preferible no mezclar demasiados materiales. En estos diseños la máxima de ‘menos es más’ cobra todo el sentido. En cambio, si quieres crear un jardín más dinámico, con materiales y texturas distintas y muebles que destaquen, conviene elegir la vegetación de una forma más uniforme para compensar y crear un conjunto más armónico”, explica el paisajista.
Un consejo de David Jiménez para conseguir armonía: “puedes emplear elementos que aporten estructura, como repetir el mismo modelo de macetas o escoger una especie predominante que ordene la composición. También puedes mantener una paleta cromática contenida, lo que ayuda a evitar la saturación visual. Además, es fundamental respetar la escala: tanto el mobiliario como en los elementos decorativos deberían adecuarse al espacio disponible”.
Elige materiales nobles y tonos neutros claros
A la hora de diseñar un jardín de pocos metros cuadrados, David Jiménez recomienda optar por materiales nobles como madera natural, piedra o cerámica de gran formato. Para el mobiliario, prefiere diseños que sean ligeros visualmente, con acabados naturales, y piezas de metal. En cuanto a los colores, los tonos claros y neutros reflejan la luz y amplían la percepción del espacio. “También me gusta introducir algunos matices más atrevidos. Por ejemplo, los rojos y terracotas combinan con los verdes de las plantas y crean escenas de gran intensidad. Suelo utilizar con frecuencia el negro por su capacidad de resaltar la vegetación y aportar elegancia al conjunto”, explica.
Incorpora un elemento destacado que atraiga la atención
Elegir un elemento central que actúe como foco de atención en el jardín es una buena idea para aportar interés visual. “Yo suelo tratar el jardín como una escenografía, así que incorporar un elemento singular que se convierta en el punto focal enriquece cualquier espacio, sobre todo si es pequeño. Puede tratarse de una escultura, una fuente, un árbol que tenga un porte especial o un macetero que destaque por la forma, el tamaño o el material”, cuenta David Jiménez. “la ubicación de este elemento dependerá de las perspectivas y de las vistas que queramos potencia. Normalmente suele funcionar colocarlo en un punto en el que atraiga las miradas o allí donde genere sensación de profundidad”.
Los jardines reducidos agradecen el orden
Aunque diseñar un jardín más o menos ordenado dependerá de la personalidad del espacio y de quienes lo vayan a disfrutar, en general cuanto más pequeño, más agradece un cierto orden. Sin embargo, “optar por una estética naturalista o ligeramente desordenada (de forma intencionada) puede funcionar si se hace con intención. Por ejemplo, se pueden emplear masas de plantas que difuminen los límites, pero manteniendo una paleta coherente. Lo importante es que el resultado final transmita equilibrio y no se perciba caótico”, explica el paisajista.
En lo que se refiere al uso de la simetría en los jardines pequeños, tanto ésta como los esquemas asimétricos pueden ser válidos si se plantean con criterio. Es cierto que en espacios reducidos las soluciones formales y las líneas rectas suelen integrarse mejor debido a que aportan claridad. La simetría genera sensación de orden, pero a veces puede parecer algo rígida. En cambio, la asimetría transmite un aire más contemporáneo y relajado al jardín. Según la experiencia de David Jiménez, conviene valorar el conjunto y decidir qué encaja mejor con la personalidad del espacio.
Opta por plantas de crecimiento lento y que resulten interesantes en todas las estaciones
Aunque seleccionar las plantas para el jardín es una lección muy personal, David Jiménez suele recomendar especies que tengan interés y que no crezcan en exceso. “A la hora de disponer las plantas y de organizarlas en el espacio, conviene trabajar con varias capas que aporten profundidad visual. Suelo poner delante plantas tapizantes y vivaces; en un segundo plano, arbustos; y al fondo, elementos verticales como trepadoras árboles pequeños. Esta disposición hace que el espacio parezca más amplio y con más recorrido”.
Desdibuja los límites del jardín
David Jiménez apuesta por diferentes recursos que suelen funcionar a la hora de ampliar visualmente el espacio. “Una idea para crear mayor sensación de amplitud es utilizar gamas de tonos verdes similares y añadir floraciones puntuales, de forma que se evitan los contrastes demasiado marcados”, explica. “También suelo emplear con frecuencia otro truco: incorporar especies que estén presentes fuera de los límites del jardín. De esta manera se genera un efecto óptico que prolongue el espacio hacia el exterior”, cuenta el experto.
Como conclusión, podemos decir que no es buena idea recargar los jardines pequeños con demasiadas plantas, o con otros elementos como muebles o adornos. Tampoco es aconsejable añadir muchos colores. Los jardines pequeños necesitan armonía, que se consigue eligiendo con acierto pocos elementos.
No escojas floraciones de muchos colores para no recargar
Hay muchas posibilidades a la hora de elegir las especies para un jardín pequeño. David Jiménez propone su propio esquema de plantaciones, teniendo en cuenta el tamaño reducido del espacio. “En cuanto a plantas tapizantes solemos trabajar con Thymus serpyllum en jardines soleados. Vinca minor, Pachysandra o, incluso, la hiedra (Hedera helix minor) son opciones fabulosas para jardines algo más sombríos. Para crear macizos de flor recomiendo Agapanthus, que es una especie todoterreno a la que le gusta mucho el sol, pero también agradece algo de sombra se puede combinar con Gaura lindheimeri (prefiero la variedad de flor blanca) y, por supuesto, alguna variedad de rosa silvestre u hortensia”.
Combina arbustos de distintas alturas
Al seleccionar los arbustos para el jardín elige las especies en función de la altura que desees. Puedes optar por Pittosporum tobira nana, si buscas un arbusto compacto y bajo y con poco mantenimiento, y combinarlo con Viburnum ucidum o laurel cerezo (Prunus laurocerasus) como fondo de jardín. En lo que a las trepadoras se refiere, David apuesta por combinar especies perennes como el falso jazmín o jazmín chino (Trachelospermum jasminoides), junto con otras caducas como la Rosa banksiae, glicinia (Wisteria) o parra virgen (Parthenocissus tricuspidata).
“Por último, como árboles y si el terreno es el adecuado, me gusta incluir perales de flor: una opción fantástica para dar elegancia y privacidad a un jardín pequeño. Si, por el contrario, necesitamos un elemento más pequeño y singular, podemos apostar por el arce japonés (Acer palmatum) y el Amelanchier”, explica el paisajista.