Cuando suben las temperaturas, nuestra casa se convierte en el refugio del verano. Pero, ¿sabías que con pequeños gestos puedes ganar confort térmico y mejorar al mismo tiempo la decoración? No se trata de grandes reformas, sino de intervenciones sencillas, asequibles y con mucho estilo. Desde las fibras naturales hasta el color de las paredes, aquí tienes 10 ideas efectivas y visualmente bonitas para hacer de tu casa un oasis veraniego. Sobre estas líneas, una propuesta de El Corte Inglés.

El poder del blanco (y los tonos frescos)
Cambiar el color de una pared o añadir textiles en tonos claros puede marcar una gran diferencia. Los colores fríos como el blanco, el azul hielo, el verde agua o el arena reflejan mejor la luz y aportan sensación de amplitud y frescor. El cambio de textiles, una gran alfombra y accesorios te ayudarán a renovar sin complicarte con pintura. Ya sabes, evita los tonos oscuros o cálidos en verano. ¿El motivo? Absorben el calor y recargan visualmente los espacios. Proyecto de Pia Capdevila Interiorismo con estilismo de Mar Gausachs.

Persianas mallorquinas o venecianas
Las persianas de lamas —ya sean de madera, metal o PVC— no solo decoran con un aire mediterráneo o rústico, también permiten modular la entrada de luz y calor. Instálalas en ventanas orientadas al sur o en balcones. Son perfectas para combinar con cortinas ligeras. También los estores de fibra natural tienen ese marcado acento calmado y protegen de la entrada de luz con estilo. Propuesta de decoración veraniega de la firma Tikamoon.

Cortinas térmicas que decoran y aíslan: el tejido más técnico
insistimos en el tema de las cortinas porque son un elemento esencial para decorar pero también para proteger del calor (y del frío en invierno). Las cortinas térmicas o de tejidos técnicos ayudan a reducir la entrada de calor hasta en un 30%. Las puedes encontrar en acabados tan bonitos como el lino lavado o el algodón orgánico. Elige colores naturales y caídas suaves. Anota este truco: instálalas desde el techo para dar más sensación de altura a la estancia. Proyecto de Jaime Salvá Arquitectura & Interiorismo.

Alfombras de fibras naturales
Sisal, yute, coco o esparto. Las alfombras de fibras naturales son un “sí” rotundo en verano. Regulan la humedad, aíslan del calor del suelo y aportan textura orgánica a cualquier rincón. Úsalas en salones, dormitorios o incluso terrazas cubiertas para crear ambientes relajados. Aportan confort a la pisada, hacen acústicamente más confortable el espacio (como todas las alfombras) y encajan en el aire veraniego/mediterráneo de la decoración. Mobiliario y accesorios de El Corte Inglés.

Ventiladores de techo
Olvídate del clásico ventilador de techo anodino. Hoy hay modelos que combinan funcionalidad y diseño con acabados en madera, latón, metal envejecido o blanco mate. Los ventiladores de techo tienen más o menos tamaño para adaptrse a las dimensiones de la estancia. Pueden incorporar luz o no. Mueven el aire fresco si tienes aire acondicionado o suelo refrescante. En la imagen, ventilador de techo Bigwood de la firma Faro Barcelona.

Sábanas y ropa de cama en lino lavado
El lino es un tejido termorregulador y naturalmente antibacteriano. Usarlo en la ropa de cama es un cambio sencillo que mejora el confort térmico durante la noche y da un aire mediterráneo irresistible. Así que viste las camas con ropa de lino y notarás la diferencia. Proyecto del estudio de interiorismo Fuertes Santamarta en Marbella.

Renueva las fundas del sofá (y los cojines)
Y si acabamos de mencionar que el lino es una buena opción para vestir la cama, también lo es para llevar al sofá. Las fundas de tejidos más frescos como el algodón o el lino te ayudarán no solo con la sensación al tacto sino también visualmente con su trama y puedes aprovechar para elegir colores claros, neutros o pastel. Lo mismo para los cojines decorativos: estampados estivales como rayas marineras, motivos vegetales o lisos en degradé. Mobiliario de El Corte Inglés.

Plantas XXL (y cómo colocarlas para refrescar ambientes)
Las plantas no solo decoran, también ayudan a purificar el aire y crear microclimas más agradables. Coloca grandes plantas de interior —como kentias, ficus o monsteras— cerca de ventanas o junto a cortinas ligeras para reducir la sensación térmica y aportar sombra indirecta. Si son de menor tamaño, agrúpalas en grupos de tres con diferentes alturas para un efecto decorativo potente. Proyecto de Raquel González Interiorismo con estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.

Cristales tratados o vinilos aislantes
¿Sabías que el vidrio de los grandes ventanales puede ayudarte con la acumulación de calor dentro de casa? Es especialmente útil cuando no hay persianas o, simplemente, se necesita un refuerzo extra en verano. Hay cristales con tratamiento térmico que pueden reducir significativamente el calor sin perder luz. También puedes recurrir a vinilos solares, que se colocan sobre el cristal existente. Algunos vinilos son decorativos y simulan vidrio al ácido o patrones geométricos sutiles.

Iluminación suave y LED para evitar el calor
La iluminación cálida y suave de las lámparas contribuye a crear una sensación ambiental de bienestar. Escoge LED -emiten menos calor- de luz cálida (2700K aprox.) y utiliza lámparas de materiales naturales como el ratán, bambú o lino. En exteriores, también las guirnaldas solares o faroles LED dan luz sin calentar el ambiente. Proyecto de GC Studio.