Esta tendencia para la cocina combina color, textura y mucha personalidad. Llevamos tiempo viendo superficies lisas y materiales continuos en encimeras y revestimientos laterales y frontales de las islas y penínsulas de la cocina. Y no quiere decir que cambie la dirección, pero aparecen los azulejos en la cocina. Y lo hacen donde menos lo imaginábamos: en las superficies de apoyo como revestimiento de encimera y como material de terminación para islas y penínsulas. El resultado es una cocina con carácter y una fuerte impronta artesanal.

Recuperar una tendencia: ideal para los que quieren romper con los materiales lisos y uniformes
Aunque asociamos los azulejos principalmente a paredes y suelos, ver su regreso en encimeras e islas de cocinas no es una novedad, sino una reinterpretación moderna de un recurso clásico. Los azulejos estaban muy presentes en cocinas de los años 70 y 80. Hoy vuelven con un enfoque más cuidado, estético y artesanal, ideal para quienes buscan romper con los materiales lisos y uniformes. Este es el proyecto “La Casa Rosa” de Patricia Bustos Studio con mosaico de edición especial de HIsbalit.

Textura visual
Los azulejos, usados tanto en las encimeras como en el cuerpo de islas y penínsulas de cocina, para revestirlas, suman textura visual a la cocina. Esto crea interesantes matices en combinación con otros materiales, superficies y acabados más lisos y uniformes. Llevar los azulejos a la isla, a todos sus elementos, es una declaración de protagonismo para este elemento, más allá de su posición central. Ten en cuenta que en función de la elección del modelo de azulejo lograrás un estilo que puede ir desde lo rústico hasta lo gráfico o minimalista. En esta cocina, una alfombra redonda de Lorena Canals.

¿Qué aportan los azulejos?
- Estética artesanal: sensación de trabajo manual, con imperfecciones visibles que suman calidez.
- Versatilidad visual: se puede jugar con formatos, colores y juntas para lograr distintos efectos (monocromo, contrastes, damero, degradé, etc.).
- Resistencia y durabilidad: si están bien instalados, los azulejos son resistentes al calor, al uso diario y fáciles de limpiar.
- Presupuesto accesible: comparado con materiales como mármol, cuarzo o piedra sinterizada, es una opción más económica y personalizable.
- Posibilidades de reparación: si se daña una pieza, puede reemplazarse sin rehacer toda la encimera.
En la imagen una cocina de generosas dimensiones con dos islas centrales, ambas revestidas con azulejos en color azul y juntas en blanco. En una de las islas se instala placa de cocción y fregadero y la otra se reserva para zona de trabajo y centro de reunión. Los electrodomésticos son de Sub-Zero & Wolf.

Detalles prácticos de instalación
Los azulejos llevados a la encimera de la cocina o al frontal de la isla se instalan sobre una base sólida de madera, cemento o incluso estructuras metálicas. Las piezas de menor tamaño permiten realizar cantos suavizados (curvos). Es posible jugar con el color de la borada para realzar las juntas entre piezas o disimularlas. Es esencial, que esa lechada o rejuntado sea el adecuado y aplicar un sellador resistente a la humedad y las manchas, principalmente en el caso de las encimeras con azulejos, para evitar filtraciones o suciedad. En la imagen, papelera NewIcon Pedal Bin, de 30L, en acabado Warm Bronze, de Brabantia.

¿Cuáles son los materiales más utilizados?
- Azulejo cerámico tradicional. Fácil de encontrar, con gran variedad de colores y acabados.
- Zellige marroquí. Hecho a mano, con bordes irregulares y un brillo vidriado muy característico.
- Gres esmaltado. Más resistente, ideal para superficies de trabajo intenso.
- Porcelánico. Alta dureza y menor porosidad. Apto incluso para cocinas de uso exigente.
- Azulejos reciclados o de descarte. Muy en línea con una estética sostenible y creativa.
- Mosaico. Piezas pequeñas que permiten patrones personalizados y la realización de formas curvas.
En la imagen, taburetes tapizados en color caldera, de Maisons du Monde, buscando el contraste de colores con los azulejos en distintas tonalidades de color verde que revisten el frontal de la península.

Una tendencia que encaja en muchos estilos decorativos
Desde una cocina de estilo mediterráneo o rústico moderno hasta una opción más actual. El uso de azulejos en las encimeras o en las islas de cocina se adapta. Es una manera de destacar un elemento, independientemente del estilo predominante en el espacio. Con los azulejos, además, se puede marcar una tendencia. Por ejemplo, en un estilo mediterráneo, el zellige en tonos tierra o pastel, con juntas marcadas, encaja. Pero para un acabado de guiño retro, un azulejo cuadrado de 10x10 cm o damero en blanco y negro evocará la estética de los años 60-70.
Juega con superficies más toscas, cerámicas recuperadas, imperfectas o efecto cemento y hormigón para un look industrial. El maximalismo apostaría con patrones, mosaicos y colores intensos para crear una piezas joya. Y el minimalismo jugaría con las texturas suavizadas sin color o los azulejos lisos y neutros para los ambientes más modernos y limpios. En la imagen, un proyecto de Rez Estudio con estilismo de Pilar Perea.

Jugar con las pequeñas piezas del mosaico
Este es un ejemplo de isla de cocina revestida con mosaico. Se puede usar un tipo de mosaico cerámico o porcelánico, montados en mallas para facilitar su instalación. O mosaico vítreo, para un efecto más artístico. Los de la fima Hisbalit se pueden personalizar, como en este caso, en un proyecto llevado a cabo por Mar Vidal para Marbella Design (espacio Jünger Jung By Mar Vidal). Además, otro tipo de mosaico es el artesanal o tipo zellige o esmaltados a mano, que también hemos mencionado.
El mosaico aporta ritmo visual al repetir pequeñas piezas en un patrón dinámico, incluso si se usa en un mismo color. El juego de juntas y brillos aporta profundidad y personalidad.

Posibilidades de uso de los azulejos
Los azulejos se pueden usar solo en la encimera, solo en el cuerpo de islas penínsulas o en ambas partes. El efecto bloque -como en esta imagen con azulejo Nebula_Blue de la firma Decocer- da unidad y, al mismo tiempo, resulta muy llamativo. Si la isla cuenta con muebles, se suelen revestir solo laterales y frontal con efecto envolvente. También es frecuente ver los azulejos solo en el frontal, a modo decorativo, y prolongar la encimera en los laterales hasta el suelo (en forma de U invertida).
También se pueden usar los azulejos en remates o bordes que funcionan como transición con otros materiales, incluso continuar o prolongar el uso de azulejos en estanterías abiertas de la isla, de la pared o bancos integrados.

El tipo de azulejo
Ya hemos visto algunas ideas para lograr según que estilo decorativo, pero si te preguntas qué azulejo puedes usar para revestir encimera e islas, nos decantaríamos por azulejos con acabado vidriado o esmaltado para facilitar la limpieza. Evita el uso de piezas muy porosas y piensa bien el color de la junta porque puedes lograr más unidad en el mismo tono o resaltar con contraste. Cocina con mobiliario de la firma Mobalpa.

¿Y si el azulejo está en la mesa?
Hay cocinas en las que, bien abiertas o delimitadas, hay una mesa de office en una posición más central que suma superficie de apoyo a una cocina pequeña. Esa mesa puede tener el sobre revestido con azulejos, aunque la estructura sea abierta y no cerrada como una isla convencional. Jugar con el mismo azulejo en el frente de la zona de trabajo. En la imagen, una propuesta decorativa de la firma de mobiliario The Masie.

Un regreso que conquista
En un universo de cocinas dominado durante años por superficies pulidas, lisas y homogéneas, el regreso de los azulejos —especialmente en encimeras e islas— marca un cambio de rumbo. Esta tendencia recupera el valor de lo manual, lo táctil y lo imperfecto, y propone una cocina más expresiva, más viva y con identidad propia. No es un guiño retro, es una nueva forma de texturizar, personalizar y decorar. Isla revestida con azulejos Halo Cotton de Ceramiche Refin.