Cuando llega el verano, dormir a pierna suelta puede convertirse en una tarea casi imposible, especialmente si no tienes aire acondicionado o ventilador de techo en el dormitorio, que ayuden a refrescar la atmósfera. Sin embargo, la solución puede ser más fácil de lo que pensabas, ya que hay plantas que pueden facilitarte la tarea y actuar a modo de somníferos naturales. No decimos que sean infalibles, pero sí que ayudan a crear una habitación más limpia y fresca, en la que conciliar mejor el sueño.
Además de decirte cuáles son, te contamos cómo cuidarlas, para que cumplan su función durante más tiempo, te damos tres trucos naturales, que funcionan y no te llevarán mucho tiempo, y te ayudamos a crear la atmósfera que necesitas, como la que tiene esta propuesta de Dfs, para que caigas en brazos de Morfeo más rápidamente y sin recurrir a la melatonina, la hormona del sueño.

El poder de las plantas
Las plantas son aliadas de la decoración: aportan color, imprimen alegría, transmiten dinamismo y dan un toque natural. Sin olvidar que hay especies que limpian el aire y aumentan la humedad de la habitación, lo que puede mejorar el confort respiratorio. Además, su sola presencia tiene un efecto calmante que reduce el estrés y favorece la relajación, creando un ambiente propicio para un sueño más profundo.
Según el feng shui, deben ser pequeñas, las grandes consumen demasiada energía, y deben colocarse algo alejadas de la cama, ya que cerca atraerán demasiada energía..

1. Cinta: aire limpio al instante
La Chlorophytum, también conocida como cinta, malamadre o planta araña, es la especie que estabas buscando para el dormitorio. Perfecta para purificar el aire de tu habitación, elimina eficazmente toxinas, como el monóxido de carbono y el formaldehído. Apta para principiantes, se da en cualquier entorno, no necesita que estés pendiente de ella y no tiene problemas con las mascotas. Ideal para quienes desean un ambiente saludable, sin tener que dedicarle demasiada atención.

2. Lavanda: aroma relajante
Si buscas una planta con propiedades relajantes, la lavanda es tu especie. Se ha demostrado que su aroma dulce y calmante reduce el estrés, disminuye la frecuencia cardíaca y baja la presión arterial, lo que ayuda a inducir un sueño profundo e ininterrumpido. Sin olvidar, su poder decorativo, que ayudará a imprimir un toque de color en el ambiente.

3. Espatifilo: un plus de humedad
Es una planta versátil que mejora el aire de tu habitación, aumentando la humedad y filtrando toxinas, como el benceno y el formaldehído. Ademas, las grandes hojas del espatifilo, también llamado lirio de la paz, tienen la capacidad de absorber el calor, refrescando el espacio.
Muy elegante, se dice de ella que es una planta mágica, que atrae la felicidad, por lo que no solo dormirás mejor, sino que también tendrás más prosperidad. Según el feng shui es capaz de transformar las malas energías en buenas y diseñar un ambiente más pacífico y equilibrado. Colócala en un sitio donde no reciba el sol directo, tampoco le gusta el frío, y riégala cuando el suelo esté seco. Como ya te hemos contado, el exceso de agua es el mayor enemigo de casi todas las especies.

4. Sansevieria: un ambiente tranquilo
Es otra planta ideal para el dormitorio de verano. La sansevieria no solo es decorativa, también libera oxígeno por la noche y elimina toxinas, como el tricloroetileno, mejorando la calidad del aire, mientras duermes. Además, humidifica y crea un ambiente tranquilo. Sin olvidar que es fácil de cuidar y que resulta muy resistente a las plagas. ¿Su enemigo? El frío.

5. Poto dorado: tu aliado antiestrés
Es una de las plantas de interior más populares, y por una buena razón: es extremadamente resistente y tolera muy bien las condiciones de poca luz, por lo que es perfecto para un dormitorio. Muy eficaz para limpiar el aire, el poto ha sido seleccionado por la NASA como una de las plantas capaces de eliminar ciertas sustancias tóxicas. Además, es conocido por su papel como calmante natural del estrés. Fuerte y resistente, solo necesita unos cuidados mínimos para lucir esplendoroso y feliz, por algo la llaman la 'hiedra del diablo'.

🚫 Cactus: prohibida la entrada
Si hay una planta que no debe colocarse nunca en el dormitorio, según el feng shui, esa es el cactus, ya que puede tener efectos negativos sobre nuestro sueño. Su presencia en la habitación genera estrés y ansiedad, perturbando nuestro descanso. Las espinas de cactus, en particular, emiten demasiado 'yang', una energía que interfiere con la serenidad necesaria para dormir a pierna suelta. Eso sí, aunque en el dormitorio no son bienvenidos, colocados en el jardín o en la entrada, pueden ser protectores y atraer la buena suerte.

3 trucos naturales para dormir mejor
A veces, recurrir a ciertos trucos, puede marcar la diferencia entre dormir o no dormir.
- Una hoja de laurel en la almohada. Conocido por sus propiedades calmantes y relajantes, su sutil fragancia promueve la relajación y reduce el estrés. Para beneficiarte de sus efectos, que te ayudarán a conciliar el sueño más tranquilamente y combatir la ansiedad, basta con colocar una hoja debajo de la almohada. Si quieres aprovechar al máximo sus beneficios, elige una hoja muy seca y aplasta ligeramente los bordes, para que libere más fragancia. Renuévala regularmente. Si, además, te tomas una infusión antes de acostarte, multiplicarás por dos su poder.
- Un vaso de agua bajo la cama. Puede parecer raro, pero un simple vaso de agua puede purificar la energía del dormitorio y promover un sueño más profundo y reparador. Según el feng shui, el agua debajo de la cama actúa como un filtro, capturando la tensión, las emociones estancadas y las energías negativas que perturban el descanso. Por la mañana, si está turbia o burbujeante, podría indicar que ha estado 'trabajando' durante la noche. Para potenciar su poder, bastará con añadir una pizca de sal. No te olvides de renovar cada noche.
- Dormir con la puerta abierta. Según un reciente estudio práctico llevado a cabo por el Consejo general de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) y UnaBiz, proveedor e integrador global de servicios IoT, dormir con la puerta cerrada durante el verano triplica las concentraciones de CO₂ en la atmósfera. Lo que puede provocar, además de falta de sueño, problemas respiratorios y cardiacos ¿La moraleja? Deja siempre la puerta abierta y dormirás mejor.

La atmósfera idónea
Además, de rodearte de plantas que te ayuden a dormir y de poner en práctica ciertos trucos de abuela, es preciso crear una atmósfera ideal para el descanso. No hace falta decirlo, pero tener el móvil lejos es el primer paso. Después, pon en práctica todas o alguna de estas claves.
- Ordena y ordena. Un espacio desordenado puede provocar estrés. Mantén los elementos decorativos a la mínima expresión, para liberar espacio alrededor de tu cama. Piensa en lo funcional y estético, sin sobrecarga visual y recuerda que cuantas menos distracciones tengas, mejor dormirás.
- Elige colores relajantes. Los tonos suaves claros tienen un efecto calmante. Evita los brillantes y estimulantes, que puedan excitar tu mente y dificultar la tarea de conciliar el sueño.
- Ajusta la luz. La iluminación juega un papel crucial en nuestro ciclo sueño-vigilia. Por eso, ajustar la de tu dormitorio puede mejorar enormemente su calidad. Recurre a lámparas con reguladores de intensidad y opta por una iluminación tenue por la noche, para preparar a tu cuerpo para dormir. Piensa que las luces demasiado brillantes pueden inhibir la producción de melatonina.
- Relájate antes de irte a la cama. Intenta incorporar actividades relajantes a tu rutina nocturna. Leer un libro, practicar meditación o tomar un baño tibio puede decirle a tu cuerpo que es hora de relajarse y prepararse para ir a dormir.