El salón, a pesar de la (sana) competencia que encuentra en la cocina, es el corazón de la casa. El lugar donde transcurre la vida social y el día a día: vemos la televisión en familia, celebramos reuniones con amigos, realizamos largas sobremesas, nos echamos la siesta el fin de semana, nos relajamos… Por eso, su distribución es clave para lograr una estancia cómoda y funcional, que aproveche los metros y la luz natural.
Para ello, es importante determinar dónde colocar el sofá, el mueble estrella del espacio, pero también el resto de piezas, respetar las distancias entre los elementos o diseñar una buena iluminación. Conscientes de la dificultad que esto lleva consigo, hemos pedido consejo experto a la arquitecta Núria Selva Villaronga, de NSV Arquitectura & Interiorismo. Estas son sus claves dar una nueva vida a tu estar, simplemente cambiando los muebles de sitio y colocándolos donde deben ubicarse.

ERROR 1: Colocar todos los muebles pegados a la pared
Enfrentarnos a la estancia principal siempre produce cierto vértigo, tanto por tamaño como por el número de elementos que entran en escena. Por eso, nuestra primera reacción es adosar, literalmente, todas las piezas de mobiliario a las paredes, buscando generar un hueco central libre, en el que moverte sin tropiezos.
La arquitecta Núria Selva lo tiene claro: “Es un error muy común pensar que así se gana espacio. En realidad, alejar ligeramente el sofá o las butacas permite respirar visualmente, genera profundidad y mejora la circulación”. En la imagen un proyecto de la arquitecta, donde el estar se percibe amplio y cómodo.

ERROR 2: No definir zonas de uso
La distribución de la casa ha cambiado. Abierta y comunicada, ahora la vivienda no duda en plantear espacios multifuncionales. Estancias que cuentan con diferentes zonas o en las que se desarrollan distintas actividades. Hablamos de un lugar donde desconectar, pero también para trabajar, hacer los deberes los niños, leer un libro...
"El salón no es solo un lugar para sentarse. Puede integrar un comedor, un rincón de lectura o, incluso, una zona de trabajo. Es clave jerarquizar estos usos y ordenarlos con alfombras, iluminación o mobiliario", señala la arquitecta. En la imagen, un proyecto de NSV Arquitectura & Interiorismo que alberga salón, comedor y cocina. La idea del banco bajo la ventana merece una llamada de atención.

ERROR 3: No tener en cuenta la orientación natural de la luz
La luz natural debe considerarse como un elemento más a la hora de organizar un espacio. Por eso, tanto la distribución como la decoración deben intentar potenciarla y hacer que fluya y circule por toda la estancia. Un estar bien iluminado resultará más agradable, más amplio y también más dinámico, más vivo. Por eso, es preciso, dimensionarla y reconducirla, tratando de no poner obstáculos en su camino.
Como afirma Núria Selva, "colocar el sofá de espaldas a la ventana o tapar la entrada de luz con muebles altos rompe el confort visual. La distribución debe acompañar a la luz natural, no competir con ella. Aprovecharla al máximo es una de las prioridades de nuestro estudio”. En esta propuesta de NSV Arquitectura & Interiorismo, con estilismo de Mar Gausachs, el gran ventanal, las paredes blancas y la decoración poco recargada son las mejores aliadas.

ERROR 4: Descuidar la iluminación artificial
Si antes hablábamos del papel principal de la luz natural en el salón, tampoco debemos olvidar la artificial. “Confiar solo en una lámpara de techo es uno de los errores más habituales. La iluminación debe diseñarse en capas: general, ambiental y puntual. Incorporar apliques, lámparas de pie o de sobremesa permite adaptar la atmósfera a cada momento del día y aporta calidez y profundidad al espacio”, señala la arquitecta.
En este salón diseñado por NSV Arquitectura & Interiorismo, los focos empotrados del techo cuentan con la ayuda del modelo de pie del rincón de lectura y del de sobremesa, colocado entre los sofás.

ERROR 5: No respetar las distancias mínimas
Para que un salón resulte confortable, bonito y funcional debe respetar ciertas distancias que son garantía de éxito. La arquitecta lo tiene claro: "Entre sofá y mesa de centro, o entre butacas, hay medidas mínimas para garantizar el paso y el confort. Saltárselas genera espacios incómodos, por muy estéticos que sean", aconseja la arquitecta. En la imagen, un proyecto de Selva.
¿Cuáles son esas medidas? En primer lugar, los 45-50 cm que deben existir entre el sofá y la mesa de centro, para que puedas estirar las piernas o coger el mando fácilmente. Mientras que entre un asiento (sofá, sillón o butaca) y una auxiliar, por ejemplo, esta separación se reduce a 10-20 cm.

ERROR 6: Ignorar las proporciones
Para la fundadora de NSV Arquitectura & Interiorismo "colocar un sofá gigante en un salón pequeño o una mesita minúscula en uno amplio rompe el equilibrio. Las piezas deben dialogar con las dimensiones del salón. Hay que encontrar el equilibrio y la proporción de cada espacio". Como ocurre en este proyecto del estudio.
Es decir, el tamaño del estar determina el mobiliario, al igual que las texturas y los colores también 'ocupan' visualmente (no lo olvides). Para acertar, establece un punto focal, evitando que sea la televisión y distribuye el mobiliario, respetando las medidas mínimas entre las distintas piezas.

ERROR 7: No pensar en el conjunto
Si quieres que tu estar se vea equilibrado y en armonía, piensa en él como en un todo, no lo subdividas, según tus intereses o ese mueble que has comprado sin determinar su ubicación. “A menudo se eligen piezas muy atractivas por separado, pero que no funcionan bien juntas, por falta de coherencia en proporciones, estilo, materiales o tonalidades. El resultado es un salón visualmente desordenado. Es fundamental concebir el espacio como un todo armónico, donde cada elemento dialogue con el resto y contribuya al equilibrio general”.
En la imagen, un proyecto de la arquitecta, con estilismo de Mar Gausachs, donde salón y comedor comparten no solo espacio, sino también estilo y colores.

ERROR 8: Olvidar el confort emocional
El salón perfecto no solo debe ser bonito y funcional, además debe ser confortable, el sitio de tu hogar donde refugiarte y sentirte 'en casa'. “Debe invitar a quedarse. A veces, la distribución es correcta técnicamente, pero no se percibe acogedora. Introducir texturas cálidas, piezas que cuenten historias o crear rincones con alma marca la diferencia”, apostilla la arquitecta. Este salón, obra del estudio, es la muestra de cómo los colores, las plantas y los textiles pueden dar ese toque especial a una atmósfera.

ERROR 9: Obsesionarse con la simetría
Las reglas están para saltárselas, al menos en ciertas ocasiones. “Aunque puede funcionar en algunos casos, en espacios muy amplios y más bien clásicos, no siempre es la mejor solución. A veces una distribución más libre, orgánica o asimétrica genera un salón más acogedor y humano”, indica Selva. En la imagen, un proyecto de la arquitecta 'vivido' y auténtico.