10 ideas con láminas, cuadros y fotografías para dar luz y frescura veraniega a tus paredes
¿Tienes casa en la playa, sueñas con una o simplemente echas de menos el mar? Dale vida a las paredes con imágenes llenas de luz, color y muy buen rollo
Cuando pensamos en dar un giro a la decoración de la casa, casi siempre nos viene a la cabeza una solución rápida y efectiva: colgar nuevas láminas o ilustraciones. Es un recurso infalible que da vida, color y personalidad a paredes y espacios. Ahora bien, seamos sinceras: nadie (o casi nadie) cambia los cuadros según la estación. Lo de guardar las ilustraciones invernales para sacar las veraniegas en junio no suele pasar… salvo que seas muy fan de la deco por temporadas (que las hay).
Por eso, es importante saber elegir, decorar con imágenes que hablen de ti, de tus gustos, de lo que te inspira o te transporta. Porque no se trata solo de llenar una pared vacía, sino de crear un ambiente que te haga sentir bien. Y con las láminas de verano pasa justo eso: hay quien escoge escenas de playa porque echa de menos su tierra, quien prefiere ilustraciones con barquitos o cielos despejados porque le recuerdan a las vacaciones, y quien simplemente necesita un poco más de luz —visual y mental— en su salón.
En este artículo te proponemos 10 ideas con láminas, cuadros y fotografías para poner ese punto de buen rollo en cualquier rincón de tu casa. Lo mejor, puedes tenerlas todo el año sin que desentonen. Y más aún si tienes una casa de vacaciones, un piso en la playa o, simplemente, si vives en plena ciudad, pero sueñas con vistas al mar.
Cinco láminas, cinco motivos diferentes —surf, playa, atardecer, relax…— pero con un hilo común: tonos suaves, marcos de madera y mucho blanco alrededor. Esta composición de Drimdeco es el ejemplo perfecto decómo jugar con imágenes distintas sin que el resultado se vea caótico. La clave está en mantener una misma paleta y dejar que respire. Queda ideal sobre un aparador o una cómoda, bien centrada. Y un truco: deja unos 15 cm entre la parte superior del mueble y el borde inferior de los cuadros.
Las láminas que abren este artículo, de la misma firma, son un recordatorio de algo que se nos escapa a menudo: los exteriores también tienen paredes y, sí, se pueden decorar. Colgar un par de ilustraciones en un porche es una forma fácil de sumar ese toque de casa vivida que a veces falta en las zonas de relax. Por supuesto, asegurarte de que el espacio esté protegido de la lluvia y el sol directo.
Esta pared, decorada con láminas de la firma Beach House Art, nos da pie para contarte cómo lograr una composición equilibrada con láminas de tamaños y formatos diferentes. Es muy fácil. El truco está en marcar una línea imaginaria —horizontal o vertical— que actúe como eje base y a partir de ahí organizar las piezas como si fueran un puzle. Mantén las distancias entre cuadros (unos 3-5 cm) y usala misma enmarcación para dar coherencia. Con motivos marineros como mapas, olas o barcos, el resultado es fresco, veraniego y muy equilibrado.
Un cuadro de gran formato, como este óleo del mar en dos azules vibrantes, no necesita competir con nada: él manda. Y precisamente por eso, lo mejor es dejar que el resto de la decoración lo acompañe sin robarle protagonismo. Una apuesta segura es repetir los tonos del cuadro en algunos elementos del ambiente, como los cojines (estos son de Lo de Manuela), una manta ligera o algún objeto decorativo. Si eres fan del estilo mediterráneo, combínalo con una base neutra —blancos, beis muy suaves, madera y fibra vegetal— y no te compliques con más de tres colores.
Llevar a casa una obra que capture la esencia de tu lugar favorito es algo muy especial. "Summer Swimmers, Penzance" de John Dyer es un acrílico sobre tabla que celebra la vida costera de Cornualles con colores vivos y detalles alegres. Con sus 61 x 91 cm, esta pintura nos transporta a un día soleado entre bañistas, flores y gaviotas.
Si tienes un sitio de vacaciones al que siempre vuelves o simplemente un pueblecito que adoras, apostar por obras de artistas locales o emergentes es una forma preciosa de llevarte un pedacito de este rincón del mundo a tu casa. Así que ¿por qué no buscar en galerías, mercadillos o esas tiendas escondidas llenas de tesoros? Seguro que encuentras algo que conecta contigo. Nos encanta la idea de reservarle la pared de la zona de trabajo para que, solo con levantar la vista, te inspire.
Muy en línea con la idea de escoger cuadros que hablen de un lugar, en este apartamento, ubicado en pleno casco histórico de Vejer de la Frontera (Cádiz), la pared del sofá se ha decorado con una obra que nos transporta directamente a los pueblos blancos andaluces. Esa imagen sencilla, pero llena de encanto, aporta un aire fresco y auténtico, ideal para conectar con el espíritu de la zona. Si te gusta la idea, puedes combinar ese cuadro con textiles en tonos azules, tierra, ocres y blanco roto, como hizo en este caso el equipo de Reondo, estudio que firma el proyecto de reforma de la vivienda.
Animar la pared del comedor con una imagen veraniega es una idea estupenda, pero ojo: si es de gran formato, mejor que encaje con el resto de la decoración. En este apartamento de la costa de El Maresme, en Barcelona, se ha hecho con nota. La interiorista Pia Capdevila eligió una obra protagonizada por un barco, en tonos blancos y azules, que no solo respeta, sino que refuerza el estilo mediterráneo del espacio.
¿Quién no ha soñado alguna vez con unas vacaciones de piscinas infinitas, mansiones bañadas por el sol y puro glamour? Eso es justo lo que capturó el fotógrafo estadounidense Slim Aarons con su cámara: imágenes de “personas atractivas haciendo cosas atractivas en lugares atractivos” (sí, ese era su lema). Fotografías que aportan un aire sofisticado y relajado a cualquier pared, en verano… o todo el año. Si te interesa, puedes encontrarlas en tiendas online como Artsper.com o Singulart.com, donde tienen tanto ediciones originales como reproducciones de artistas contemporáneos y clásicos.
En este proyecto de Jean Porche para Westwing en Casa Decor, una obra de Aarons reina en la zona de estar, acompañada por una selección de cuadros del artista Joselu Montojo. Una combinación que mezcla frescura, personalidad y un guiño a ese verano eterno que todos queremos tener en casa.
Cuando pensamos en decoración veraniega, solemos imaginar olas, surf y puestas de sol. Pero el verano también tiene un lado más salvaje y exuberante: selvas tropicales, animales exóticos, plantas y estampados llenos de vida. Si lo tuyo no es tanto el mar como el espíritu aventurero, apuesta por ilustraciones con tucanes (como este cuadro de Maisons du Monde), tigres, palmeras o helechos gigantes. Funcionan genial en casas con una decoración más ecléctica o bohemia.
Colores vivos, formas atrevidas, tipografías juguetonas… el estilo pop tiene algo que lo hace ideal para el verano. Es divertido, luminoso y aporta ese punto despreocupado que pide esta época del año. Láminas como estas, de Jonathan Adler; helados gigantes, frutas a todo color o frases positivas quedan de maravilla en cocinas, comedores o incluso zonas de paso. Echa un ojo a webs como Juniqe, Desenio, PSTR Studio o Tappan Collective. Si quieres que tu casa respire energía y alegría, aquí tienes una opción que no falla: puro buen humor colgado en la pared.
A veces el verdadero espíritu estival está en los detalles: flores exuberantes, tonos rosas que alegran cualquier rincón y un toque artístico que aporte carácter. Esta composición con láminas de Poster Store es justo eso: una propuesta ideal para quienes buscan una decoración veraniega menos obvia pero igual de llena de vida y color.