8 errores que matan tus plantas de interior (y cómo solucionarlos), según dos expertas
Regarlas no siempre es cuidarlas. Descubre los fallos más comunes que están acabando con tus plantas de interior… y cómo ponerles remedio, con ayuda de las expertas Ángela Ogando y Esperanza Otero.
Tener un rincón verde en casa puede ser una fuente de bienestar… siempre y cuando tus plantas no estén al borde del colapso por errores comunes de cuidado. Muchas veces, por desconocimiento o exceso de entusiasmo, terminamos dañando a nuestras compañeras vegetales sin querer. Para evitarlo, hemos hablado con dos especialistas que nos guiarán para mantener nuestras plantas sanas y felices.
Ángela Ogando y Esperanza Otero, fundadoras de Plántate (plantate.eu), nos asesoran con el cuidado de las plantas de interior. Estas expertas en plantas ayudan a transformar espacios en hogares más saludables y acogedores gracias al toque verde. Además, ofrecen asesorías presenciales y online y talleres por sobre técnicas y cuidados específicos. También fomentan la comunidad plantlover a través de eventos, como el festival PlantFest, celebrado en Pontevedra.
Aproximadamente el 90% de las plantas mueren por exceso de agua y no por sequía. Existen varios métodos para evitar lo que Ángela y Esperanza califican de ‘planticidios’. Para comenzar la clave está en la observación: si las hojas de tus plantas o los tallos pierden turgencia o están lacios, ¡es hora de regar! Pero mucho cuidado, tienes que revisar el sustrato antes de hacerlo para evitar encharcamientos. ¿Cómo debes hacerlo? Usa un palo de madera e insértalo en la tierra hasta el fondo de tu maceta, si al retirarlo sale limpio, es hora de aportar agua; mientras que si por el contrario hay restos de sustrato adheridos a él, ¡toca esperar!
Las expertas detallan: “hay otros métodos más sofisticados para el riego, perfecto tanto para jardineros principiantes como veteranos, como el dispositivo ‘Smart Pebble’, de la marca Elho: un ‘chivato’ que nos ayuda a saber cuándo regar, fertilizar, si la luz o temperatura es la adecuada para nuestra planta…”.
Aunque la gran mayoría de plantas son de sombra o semisombra, eso no significa que puedan vivir en total oscuridad. Coloca tus plantas cerca de una ventana o puerta donde reciban luz pero, ¡siempre indirecta!
En el caso de que no tengas suficiente luz natural en casa, las expertas sugieren que incorpores las luces de crecimiento (también conocidas con su nombre en inglés: grow lights).
Sobre estas líneas vemos varios ejemplares de calas (Zantedeschia). ¿Lo sabías? Agrupar plantas en casa mejora su salud, al generar un microclima con humedad y temperatura más estables. Este efecto de comunidad vegetal imita su forma natural de crecer, haciéndolas más resistentes y felices.
El diagnóstico es claro por parte de Ángela y Esperanza, comprar macetas de una bella estética, pero sin suficientes agujeros en la base matará a tu querida planta.
Parece obvio, pero ¡las raíces necesitan respirar! Si el agua se estanca en el fondo de la maceta cuando regamos llevará a la pudrición de las raíces. ¿Solución? Trasplanta a una maceta con agujeros y, para un resultado más decorativo, puedes introducirla dentro de la maceta bonita que no tenga drenaje. Un consejo extra de las fundadoras de Plántate que están abriendo franquicias por toda España es que apuestes siempre por un sustrato rico, evitando los universales.
Error 4: Creer que con agua y luz basta, ¿qué hay del abonado?
Tus plantas de interior necesitan más que riego y claridad: también requieren nutrientes, más tratándose de especies cultivadas en maceta que directamente en la tierra del jardín. Así que conviene abonar cada 7-15 días en primavera y verano con fertilizante líquido diluido en el agua. Eso sí, en invierno reduce la frecuencia, ya que las plantas entran en reposo.
Ángela y Esperanza advierten que también hay que tener cuidado con el exceso: demasiado abono puede ‘quemarlas’, provocando hojas marrones y debilitamiento. De modo que recomiendan: “sigue siempre las dosis indicadas por el fabricante y, si ya te has pasado, espera un mes antes de volver a fertilizar. ¿Nuestra recomendación? Opta por abonos ecológico, respetuosos con el medio ambiente”.
Aunque muchas veces cambiamos nuestras plantas de lugar por cuestiones estéticas o de espacio, este gesto puede ser más perjudicial de lo que parece. Si una planta ya muestra signos de estar a gusto (crece, brota, mantiene sus hojas sanas) lo mejor es no moverla. “Cambiarla de sitio cuando ya se ha adaptado puede generar un efecto contrario y estresarla”, explican las expertas.
Ellas recalcan que lo ideal eselegir bien el lugar desde el principio, teniendo en cuenta orientación, luz, temperatura y corrientes de aire. Como bien dicen: “Tus plantas te dirán rápidamente si les gusta ese sitio o no”. Escúchalas, y deja que encuentren su sitio... y se queden ahí.
Si tu planta de interior parece decaída a pesar de recibir riego, luz y cuidados adecuados, y empieza a mostrar hojas amarillentas o manchas marrones, es momento de sospechar: puede tener una plaga, aunque a veces solo se detecta con lupa. La limpieza regular de las hojas con productos específicos ayuda a prevenir estos problemas antes de que se agraven.
Si ya han aparecido, actúa rápido: elimina las partes más afectadas, haz esquejes si es necesario para salvar la planta, y aplica el tratamiento adecuado (insecticida, fungicida, cambio de sustrato y un buen abono). Como insisten las expertas de Plántate, “el abono es clave pues una planta bien nutrida tiene más defensas para combatir una plaga, igual que un cuerpo fuerte y saludable resiste mejor un virus”.
Error 7:Ignorar el efecto del aire acondicionado y la calefacción
El exceso de aire seco, ya sea por aire acondicionado en verano o por calefacción en invierno, puede debilitar seriamente a tus plantas de interior. Muchas especies provienen de climas tropicales y húmedos, por lo que este ambiente artificial las deshidrata, amarillea sus hojas y frena su crecimiento, dejando incluso brotes sin abrir.
Para protegerlas, es fundamental alejarlas de corrientes directas y compensar la sequedad con humidificadores, pulverizaciones regulares o agrupándolas para crear un microclima más favorable. Como señalan desde Plántate, “todos los agentes externos en exceso son perjudiciales: el equilibrio es clave para su bienestar”.
Sí, el polvo puede llegar a matar una planta. Al acumularse en sus hojas, impide que ‘respire’ correctamente, bloqueando la entrada de luz, dificultando la transpiración y debilitando sus defensas naturales. Esto favorece la aparición de plagas y enfermedades que pueden acabar con ella. Como destacan las fundadoras de Plántate, “una buena rutina de limpieza es más que estética: es salud para tus plantas”.
La limpieza debe hacerse al menos una vez al mes y siempre según el tipo de hoja. Por ejemplo, no es lo mismo una monstera o un ficus, con follaje grande y liso, para las que se recomienda pasar un paño de microfibra ligeramente humedecido con agua tibia, que las especies con hojas con vello o rugosas, como las calateas o fitonias, para las que lo ideal es soplar con suavidad o utilizar un secador en modo frío, evitando totalmente el contacto con paños o agua directa. Y en el caso de las suculentas, es preferible usar un pincel seco o apenas humedecido, ya que el agua directa puede dañar su capa protectora natural.
Ya lo estás viendo, aunque no requieren grandes cuidados, las plantas de interior sí necesitan ciertos mimos básicos para sobrevivir (y lucir espectaculares). Con estos consejos expertos, tus posibilidades de éxito se disparan. No existen ‘mata plantas’, solo personas mal informadas…