Cuando llega el verano y el calor se apodera de la ciudad, siempre piensas en tu casa de campo, esa a la que acudes algunos fines de semana y en vacaciones. Para que esta segunda residencia sea cómoda y funcional, sin perder ese encanto rústico que la caracteriza y la hace única, hemos pedido consejo a Punto M Estudio. Los arquitectos e interioristas José Manuel Fernández y Gerardo Malo, fundadores del estudio, nos han dado las claves para actualizar y conservar su esencia, al mismo tiempo. Para ello, han tomado como ejemplo esta vivienda de 343 m² en Sacedón, en plena sierra de Guadalajara, donde han realizado el diseño interior.

Antes de entrar en materia, un consejo: recuerda dónde está ubicada y no quieras recrear tu piso urbano, por muy bonito y confortable que sea. Estamos en el campo y el interiorismo debe encontrar su propia voz. Queremos modernizarla y adaptarla a nuestras necesidades, pero eso no implica que no deba lucir (y ser) una auténtica casa campestre.

Identifica y potencia lo que la hace especial
Olvídate de tirar todo lo 'viejo'. Para llevar a cabo una transformación idónea, que saque lo mejor de cada estancia, es necesario localizar, recuperar e incorporar las piezas y detalles auténticos de la vivienda (paredes incluidas), que otorgan carácter y la hacen única.
"Antes de intervenir, observa con atención: ¿tiene muros de piedra? ¿Vigas de madera en el techo? ¿Una chimenea antigua? Esos elementos originales son el alma de la casa. Hay que conservarlos, enfatizarlos y convertirlos en protagonistas", señalan los arquitectos e interioristas.

Mezcla lo antiguo con lo nuevo
En decoración, la mezcla enriquece y aporta personalidad y un plus de encanto. Esta regla también vale para las casas de campo, donde lo rústico debe aprender a convivir con el diseño moderno, incluso con colores o piezas que a priori no parecen encajar. "No temas a mostrar muebles antiguos o acabados originales. Al mezclarlos con elementos actuales se crean espacios auténticos, con carácter y sin pretensiones. La clave está en lograr un equilibrio y respetar lo que ya existe".
En esta vivienda de la sierra de Guadalajara, no podemos pasar por alto la escalera escultórica que, ademas de articular la entrada y la verticalidad del espacio, se integra de manera natural, elevando el look.

Conecta el interior con el exterior
"Una casa de campo cobra sentido cuando se disfruta también de la naturaleza. Por eso, conecta el interior con el exterior. Abre huecos de ventana generosos, utiliza carpinterías que permitan grandes vanos y puertas plegables. Deja que la luz natural inunde los interiores y que el paisaje entre dentro", señalan José Manuel Fernández y Gerardo Malo.
Y nosotros no podemos estar más de acuerdo. No solo porque la vivienda actual, incluso la urbana, busca esa unión que permite ampliar los metros y fundirse con el entorno, sino, ademas, porque contagia los ambientes interiores con su aire fresco y su ritmo tranquilo, donde los pájaros cantan cerca de tu cama.

Crea una buena iluminación
Hoy por hoy, el proyecto lumínico, donde se incluye la natural, es esencial en el interiorismo. Por una parte, destaca el potencial de las estancias y, por otro, cambia nuestra percepción de cómo vemos y vivimos esos espacios.
Los fundadores de Punto M Estudio lo tienen claro: "La luz transforma. Una iluminación cálida y bien planificada puede realzar texturas, destacar rincones especiales o, simplemente, hacer que un espacio se sienta más acogedor. No olvides iluminar también el exterior para disfrutar del jardín o del entorno natural por la noche". ¿Te imaginas la sensación de despertarte en el dormitorio de la imagen?

Usa materiales naturales
Para que una casa de campo destile encanto y haga que el tiempo transcurra despacio, sincronizando nuestros relojes con el entorno, es necesario contar con elementos, que nos conecten con el paisaje. Úsalos en todas las estancias y en distintos elementos. Desde piezas como el cabecero del dormitorio hasta los azulejos del baño o las cestas de la librería del salón. ¡Son siempre bienvenidos!
"Madera, piedra, barro cocido… Estos materiales naturales no solo se integran con lo existente, sino que aportan calidez. Usarlos respeta el lenguaje original de la vivienda y mejora la experiencia sensorial de los espacios".

Respeta el entorno
En una casa de campo, el entorno es fundamental para que todo fluya y se trate de un hogar práctico y funcional. Por eso, debemos contar tanto con la ubicación, adaptándose a ella y a su clima, como con el paisaje y la vegetación.
"Toda intervención debe dialogar con el paisaje y con la arquitectura preexistente. Esto no significa que renunciemos a intervenir, sino hacerlo con sensibilidad. Un resultado armónico enriquece tanto al usuario de la casa como al entorno que la rodea".

Revaloriza la cocina como espacio de encuentro
La cocina se ha convertido en el epicentro de la vivienda actual, el lugar donde tiene lugar gran parte de la vida social. Por eso, tiene cada vez más relevancia. En los hogares campestres este papel es aún más importante. "En una casa de campo, la cocina es el corazón. Debe ser funcional, sí, pero también acogedora. Puedes optar por una estética más moderna o integrar los electrodomésticos y materiales al lenguaje original. El objetivo es que invite a reunirse, cocinar y compartir".
La de la imagen, que pertenece al proyecto de interiorismo realizado por Punto M Estudio, ha apostado por un aire contemporáneo, donde se fusionan la calidez de la madera con el blanco de la encimera de Silestone Nolita.

Incorpora elementos artesanales
La artesanía se ha convertido en un imprescindible de la decoración actual. Sinónimo de lujo, cambia los logos por el interiorismo emocional, auténtico e imperfecto, que dota de alma y vida a las estancias. En los hogares campestres son también una manera de crear ambientes serenos, que nos conectan con lo natural y con el entorno que nos rodea. Por eso, es ideal incorporar piezas y materiales del lugar.
"Las piezas hechas a mano, como cerámicas, textiles, lámparas de fibras naturales o mobiliario artesanal, aportan textura, historia y calidez. Son elementos que conectan con lo local y dan personalidad sin esfuerzo", apostillan José Manuel Fernández y Gerardo Malo.

Atrévete con toques modernos
A la hora de actualizar una casa de campo, debes siempre respetar su esencia original, pero esto no significa que debas apostar (obligatoriamente) por el estilo rústico al uso, sino que puedes hacerlo tuyo, sin renunciar a tus gustos estéticos y hábitos.
Se trata de equilibrar estéticas y lograr que las piezas modernas se integren de manera natural, sin avasallar, llamando la atención, pero sin dominar el look. "Unas lámparas contemporáneas, una silla icónica o un detalle escultórico pueden dar un giro sorprendente a una estancia rústica. Esa tensión entre estilos es, muchas veces, lo que hace que un espacio se sienta fresco y actual".