La ubicación de nuestros muebles influye en su uso, nuestro estado de ánimo y en la sensación que sentimos al entrar en una habitación. Con una distribución bien pensada, la vida es más cómoda y el movimiento dentro del hogar (y también nuestros paseos innecesarios) se simplifica. Por lo tanto, la ubicación de la cama en un dormitorio, el sofá o la mesa de centro en el salón, la consola en la entrada o la mesa del comedor son esenciales. A la hora de determinar la mejor ubicación del mobiliario, es necesario reflexionar sobre tus hábitos, ya que estos tienen un impacto directo en el diseño de interiores, creando una distribución más fluida, con las divisiones espaciales esenciales. Así, no es lo mismo que vivas solo o en familia, que teletrabajes, que recibas muchas visitas…
También es importante considerar los elementos estructurales de la habitación, como grandes ventanales que inundan todo de luz natural. En esta propuesta de Estudio Ibarra Arquitectura & Diseño, la chimenea que vertebra el espacio, no solo aporta encanto, sino que, además, está flanqueada por un piano y un rincón de relax. Copia alguna idea de estas 11 propuestas.

Escritorio bajo la ventana
En viviendas pequeñas, cada rincón y centímetro suman. Por eso, si trabajas en casa y no puedes diseñar un despacho independiente, una buena idea es situarlo en el salón o en el dormitorio. Aunque es preferible no mezclar el trabajo con el descanso, lo cierto es que las habitaciones cada vez son estancias multifuncionales, en las que se realizan distintas actividades.
En esta propuesta de la interiorista Anabel Soria, se ha situado en el hueco que queda junto al armario, justo bajo la ventana, lo que favorece la concentración y la calma. La interiorista ha optado por una balda volada blanca, que se mimetiza con la pared. Además, la silla puede meterse debajo, aligerando el conjunto.

Alrededor de una pared de ladrillo
Los elementos estructurales deben incluirse en la distribución de las estancias, ya que pueden dar mucho juego y vertebrar el espacio de la mejor manera. En esta propuesta de Coblonal Interiorismo, la zona de día se organiza alrededor de una pared maestra de ladrillo visto recuperado. Además de su función estética, actúa como nexo organizador entre el salón, la cocina y el comedor, articulando visualmente el conjunto.
Por otro lado, en el salón, el sofá en forma de L, tapizado en lino de color verde, se apoya en un mueble trasero bajo de madera. Esta pieza de mobiliario, diseñada por el estudio, hace función de librería e integra iluminación indirecta.

Un banco pegado a la pared
Una de las maneras de organizar el espacio del comedor y hacer que sea una estancia multifuncional consiste en pegar la mesa a la pared. De esta manera, se favorece la circulación por la habitación, al mismo tiempo que puede servir para delimitar el ambiente, si forma conjunto con el salón o la cocina.
Aquí, con el objetivo de organizar el espacio y optimizarlo al máximo, el equipo de Strada Interiors ha diseñado a medida la mesa del comedor y un banco con hueco de almacenamiento en la parte inferior. La estantería de madera, junto al banco, es también un acierto y una manera de rentabilizar los metros.

Un rincón de lectura al final del pasillo
Las zonas de paso pueden ofrecer un universo de posibilidades en el diseño de interiores, siempre que se sepan aprovechar bien. Aquí, se ha situado un rincón de lectura o relax al final de un pasillo. De esta manera, se evita, por una parte, el temido 'efecto tubo' y, por otra, se rentabiliza un hueco muerto.
Además, en este proyecto, el arquitecto Luis Benito de Ubicca, integró distintos elementos originales de la vivienda, como la estructura de madera o los muros de ladrillo macizo. Esta incorporación los convierte en parte esencial del ambiente, tanto desde el punto de vista espacial como estético.

Un armario en desnivel
En las habitaciones abuhardilladas, el desnivel del techo siempre debe sumar y jugar a favor del orden y la distribución. Una buena idea es diseñar un armario a medida, como el de esta propuesta de la interiorista Marta Labrador, que se integre a la perfección, no reste metros y multiplique la capacidad de almacenaje.
Su encantador diseño con puertas de rejilla aporta un toque relajado al ambiente. Hay que destacar también, la ubicación de la cama, justo debajo de la ventana de techo, lo que le crea la sensación de dormir bajo las estrellas.

Una estantería bordeando la puerta
Ganar espacio para guardar es una de las máximas del interiorismo, ya que las casas actuales suelen ser pequeñas. Por eso, el diseño debe estar al servicio de la funcionalidad y la distribución debe sacar partido tanto a la luz como a los elementos estructurales.
En este dormitorio con baño, el estudio Punto M ha aprovechado uno de los lados de la puerta con una librería que, a modo de hornacina, no resta metros a la estancia y se integra a la perfección en las paredes blancas. Los muebles a medida son una de las mejores alternativas en habitaciones pequeñas o con rincones difíciles.

Un 'office' adosado a la pared
Esta propuesta de la arquitecta Núria Selva incorpora dos buenas ideas de distribución. Por un lado, adosa el office a una pared, despejando el espacio central y favoreciendo la circulación. Y, por otro, crea una zona de lavadero independiente, a través de un tabique de cristal, lo que permite el paso de la luz y crea sensación de amplitud. Esta ingeniosa idea hace que las ventanas de ambos ambientes se sumen, potenciando la luminosidad de la estancia y generando un agradable rincón para comer.

Una consola entre dos armarios gemelos
La simetría siempre es buena compañera de la decoración, ya que ayuda a equilibrar proporciones, favorece la armonía visual y saca partido al espacio. En esta propuesta de Wink, se ha logrado mediante dos armarios blancos idénticos, separados por una consola que puede hacer las veces de mesa o de tocador.
De esta manera, se logra un espectacular efecto, al mismo tiempo que se apuesta por la funcionalidad. Para enfatizar ese hueco entre ambos, se ha elegido una pieza oscura, que otorga carácter y personalidad.

Un sofá en un hueco muerto
La casa está llena de rincones y huecos muertos que suelen pasarse por alto, sin pensar que pueden aportar mucho a la funcionalidad y estética. Por eso, la idea del interiorista Francisco Silván Corral nos ha conquistado desde el principio, ya que convierte el recibidor en una estancia principal.
¿Las claves para conseguirlo? Aprovechar el hueco de la escalera para colocar un sofá para dos, que lo mismo vale para descalzarse al llegar a casa que como rincón de lectura. La alfombra, los cojines y la abundante luz natural ayudan a crear la atmósfera perfecta.

Un mueble desayunador integrado
La cocina se ha convertido en el corazón de la casa, por lo que cada vez le pedimos que cumpla más funciones en el mismo espacio. En este contexto, el ingenio es clave para sacar partido a los metros y potenciar el carácter práctico de la estancia.
Esta propuesta de Nota Estudio otorga un papel principal a una de las piezas de moda: el desayunador. Una mueble que ofrece un rincón para desayunar o comer y permite guardar tanto los platos como el microondas. De forma, que se crea una zona de independiente, que evita los recorridos entre las distintas áreas y que hace que todo esté a mano y colocado.

Elementos en línea
Tanto en baños pequeños como en grandes, colocar los distintos elementos en línea favorecerá la sensación de amplitud, dejando un espacio central, o un pasillo, en función de los metros, despejado y cómodo para moverse.
En esta propuesta de Coblonal Interiorismo, además, el mueble bajolavabo proporciona cierta intimidad al sanitario, ya que queda parcialmente oculto. La mampara transparente y casi sin perfilería hace que el espacio crezca y luzca desahogado.