En medio del ritmo frenético de la ciudad, una terraza puede convertirse en mucho más que un espacio exterior: es un refugio, una prolongación del hogar, un lugar donde reconectar con el entorno y con uno mismo. Pero transformar ese rincón en ocasiones olvidado en un oasis personal no depende solo de grandes reformas o inversiones desmesuradas. Andrea Gutiérrez Padín, paisajista fundadora del estudio La Habitación Verde (lahabitacionverde.es) y coautora del libro ‘Escuela de terrazas’, nos ofrece las claves para empezar desde cero y dar forma a una terraza que no solo sea bonita, sino que invite a quedarse, respirar y disfrutar. Porque el cambio no empieza con las plantas ni el mobiliario de exterior, sino con una mirada más consciente y sensible sobre el espacio que habitamos.

Acertar con el diseño de la terraza aporta bienestar
“Una terraza es un espacio intermedio entre lo privado y lo público, entre el interior y el exterior. Cuando está bien decorada, se convierte en una habitación más del hogar, pero con un carácter muy especial, ya que permite disfrutar del aire libre y conectar con la naturaleza: la luz natural directa, las plantas, el aire e incluso la pequeña fauna como pájaros o insectos. Todo ello genera una conexión sensorial que transmite bienestar y relajación”, expone Andrea.
Una terraza bien pensada te invita a salir, detenerte conscientemente y reconectar con tu entorno. Y cuando eso sucede, sin duda, te sientes mejor y más feliz. Además, ver y cuidar plantas mejorar la salud mental y física y aumentar la calidad de vida.

Elementos que no pueden faltar en una terraza con encanto
En opinión de la paisajista. una terraza con encanto es una idea subjetiva, muy vinculada al gusto y bienestar personal de quien la habita. Aun así, hay ciertos elementos clave:
- Coherencia en el diseño
- Armonía entre la decoración, el mobiliario y el entorno arquitectónico
- Presencia de vegetación
- Sensación de frescura y confort
Andrea considera que “no existe un único estilo válido; lo importante es que se perciba vivida y acogedora, con detalles que aporten alma: cojines de colores, macetas bien elegidas o una pequeña mesa para el café”.
El verdadero encanto radica en que sea funcional y deseable de usar, pensada para quienes la disfrutan.
En la propuesta vemos una terraza con un salón de exterior sombreado gracias a una pérgola bioclimática y un rincón para plantas naturales. De hecho, la experta afirma que la vegetación siempre suma encanto, pero si las plantas son artificiales es mejor prescindir de ellas, pues transmiten justo lo contrario.

Primeros pasos para transformar una terraza desde cero
Andrea nos ofrece esta guía práctica: el primer paso es planificar con claridad lo que deseas. “En nuestro libro hablamos de evitar el ‘efecto primaveritis’, o lo que es lo mismo, esa prisa por llenar la terraza de objetos cuando llega el buen tiempo, sin criterio ni planificación. Muchos acuden al vivero y compran sin pensar, pero su terraza sigue sin alma ni funcionalidad”, explica Andrea.
Una vez tienes claros tus objetivos, es fundamental elegir cuidadosamente los elementos principales. Uno de los más relevantes es la sombra: decidir cómo y dónde instalar un toldo o pérgola. Este elemento transforma por completo el espacio, por lo que debe estar bien dimensionado y ubicado. Muchos errores vienen de instalar pérgolas sin tener en cuenta su impacto en el diseño.
Otros elementos como las macetas o el mobiliario son más versátiles. Las plantas deben complementar y realzar el diseño general, no ser el punto de partida improvisado.

Adaptar, no forzar: el secreto de un espacio exterior bien pensado
Tanto el clima como la orientación son factores que condicionan el diseño y no se pueden modificar; pero sí se puede trabajar con ellos para sacar el máximo partido. La orientación determina cómo gestionar la sombra y qué plantas son adecuadas. “Si tu terraza recibe sol por la mañana, puedes pensar en una zona para desayunar; si el sol da por la tarde, una barra alta para disfrutar del atardecer puede ser ideal”, sugiere la paisajista.
El clima, por su parte, nos obliga a seleccionar las especies vegetales más adaptadas a la zona. Lo importante es saber que, con el diseño adecuado, es posible tener una terraza espectacular en cualquier ubicación.
Este ambiente con comedor y salón al aire libre se equipa con mobiliario de Gunni & Trentino.

El pavimento, la base del estilo en tu terraza
El suelo ocupa un porcentaje visual elevado y tiene gran impacto en la estética. Si está en mal estado o no te convence, es necesario intervenir en renovarlo. Así lo ha hecho el paisajista Manuel Maíllo en el ambiente exterior de la propuesta.
Andrea explica que “funcionan muy bien los suelos técnicos elevados, como los porcelánicos o piedras naturales sobre plots, así como la madera, tanto natural como sintética. Estos sistemas ocultan desagües, nivelan superficies y permiten evitar pendientes”.
Sin embargo, cambiar el suelo supone una inversión que a veces agota el presupuesto. En esos casos, la experta considera interesantes alternativas como el césped artificial o las alfombras vinílicas, pues pueden ofrecer buenos resultados con un coste más asumible.

Filtrar sí, bloquear no: vegetación estratégica
En terrazas urbanas, ¿cómo podemos crear privacidad sin sentirnos encerrados? La paisajista narra que a menudo nos obsesionamos con ocultarnos sin pensar realmente dónde necesitamos privacidad. “No es necesario rodear toda la terraza con barreras visuales. Basta con identificar las zonas clave y trabajar con vegetación estratégica: arbustos medianos para crear setos en una zona y, en otra, especies más bajas que ofrezcan cierta cobertura sin bloquear completamente la vista”.
También funciona muy bien usar plantas que filtren visualmente sin generar un muro, como bambúes, gramíneas o vivaces, que permiten mantener una sensación de apertura con privacidad parcial.

Plantas resistentes, la guía definitiva
La cofundadora de La Habitación Verde detalla que en sus proyectos tienen muy en cuenta que una terraza debe disfrutarse todo el año, incluso en invierno, cuando se ve más desde el interior. “Por eso, el 80% de las plantas que usamos son arbustivas de hoja perenne, que aportan estabilidad. Combinamos estas con vivaces y gramíneas que dan dinamismo y color”.
Para vivaces, destacan el agapanto (Agapanthus africanus, en la imagen superior) y la gaura (Gaura lindheimerii). Y para dar movimiento, gramíneas como la hierba de pluma (Stipa tenuissima), el peniceto (Pennisetum) o los Carex, especialmente si hay sensibilidad al polen.
La experta paisajista añade que, por supuesto, en terrazas son fundamentales las plantas trepadoras, “para nosotros la que mejor se adapta a casi todas las condiciones es el jazmín estrella o falso jazmín (Trachelospermum jasminoides), que es semiperenne y tiene una floración maravillosa”.

Pleno sol, pleno éxito: trucos que funcionan
Si te estás preguntando qué hacer si en tu terraza da el sol todo el día y nada parece sobrevivir, Andrea nos anima a desterrar la idea de que no se puede. “Con más de 15 años diseñando terrazas muy soleadas, podemos afirmar, con toda seguridad que sí se puede.
La clave está en elegir plantas adecuadas al sol intenso, usar macetas grandes (mínimo 30 × 30 × 30 cm) e instalar riego automático. Estas medidas marcan la diferencia entre éxito y frustración”.

Un vergel bien cuidado
La paisajista advierte que “en contra de lo que se piensa, la mayoría de las plantas no son difíciles de cuidar. Salvo que elijas especies delicadas o de colección, tendrás buenos resultados”.
Y aconseja seleccionar plantas adaptadas a tu clima y orientación solar, como han hecho en el proyecto que vemos sobre estas líneas. Las aromáticas, por ejemplo, son fáciles, pero si plantas romero en un clima muy húmedo y en sombra, no funcionará.
También es vital evitar dos errores: usar macetas pequeñas con poco sustrato y no instalar riego automático. ¿La razón? Controlar el riego de los ejemplares cultivados en maceta es clave, incluso en zonas con lluvias frecuentes.
Así pues, empieza con plantas medianas que ya veas crecer en tu zona: así tendrás más garantías de éxito.

¿Decorar la terraza sin asesoramiento profesional? Sí, mientras que evitemos estos fallos
El principal error a la hora de hacer el proyecto de terraza uno mismo es no tener una visión clara del proyecto e improvisar. Andrea pone este ejemplo, “es habitual encontrarse con que los propietarios han comprado un conjunto de sofás por una oferta, sin considerar si encajan en el espacio. Luego te das cuenta de que ocupan demasiado y no hay sitio para nada más”.
Otros fallos habituales: elegir macetas de mala calidad y pequeñas, ignorar la orientación para escoger plantas, saturar la terraza de muebles y no instalar un sistema de riego, algo arriesgado con las olas de calor que ya son frecuentes en España.
Acierto tras acierto suma el ambiente exterior de la propuesta, en una vivienda de Sotheby's International Realty. En esta terraza cada detalle parece susurrar bienestar. Y en su rincón más íntimo, una bañera de hidromasaje invita a sumergirse en su agua burbujeante.

‘Escuela de terrazas’, una novedad editorial
Por falta de información clara y práctica muchos usuarios pierden la ilusión de disfrutar de su terraza. Esa fue una de las razones que llevó a los fundadores de La Habitación Verde, Javier Palacios y la experta consultada en el reportaje, a escribir el libro ‘Escuela de terrazas’.
“Con esta publicación queremos ayudar a quienes desean disfrutar de su terraza y no saben por dónde empezar. No soportábamos seguir viendo terrazas tristes y desaprovechadas. Así nació este manual claro y sencillo, pensado para evitar errores comunes”, señala Andrea.
La diferencia respecto a otros libros es que sus autores no pretenden que te conviertas en experto, pero sí que tomes el control y disfrutes del proceso con confianza.