Durante años, el beige, el blanco roto o el gris claro han sido los reyes indiscutibles del estilo neutro en decoración. Pero los tiempos cambian, y con ellos, la forma en que entendemos la neutralidad cromática. Hoy, los tonos suaves con una pizca de color —desde un verde salvia hasta un azul niebla o un terracota empolvado— se abren paso como nuevas alternativas que combinan versatilidad, elegancia y un punto de calidez contemporánea.
Ideales para el verano, pero lo bastante serenos para seguir funcionando en otoño e invierno, estos nuevos neutros permiten introducir color sin comprometer la armonía. Sobre estas líneas, alfombras de la firma Lorena Canals.

¿Qué es un color neutro en este nuevo concepto actual del que hablamos?
Tradicionalmente, un color neutro se ha definido como aquel que no compite visualmente: blanco, gris, beige, marfil… Son tonos que combinan con todo. En la decoración contemporánea, un color neutro también puede tener pigmento —verde, azul, rosa, tierra— siempre que sea en una versión suavizada, empolvada o apagada, capaz de integrarse con naturalidad en diferentes espacios sin dominar la escena.
Un neutro actual no busca pasar desapercibido como tal, sino crear armonía. Por eso resultan más personales, sin saturar. Dejan que el mobiliario y los revestimientos respiren a su alrededor, los ensalzan, pero también los envuelven. Te mostramos neutros de siempre y nuevos neutros, te contamos cómo usarlos y por qué son la elección perfecta para dar un aire actual a tu casa sin miedo a arrepentirte en unos meses. En la imagen, dormitorio de ROS.

Beneficios de decorar con estos nuevos neutros
- Aportan calma. Los tonos suaves con color —como un verde grisáceo o un azul niebla— crean ambientes serenos, pero con un matiz más actual y con carácter que los clásicos beige o blanco roto.
- Son versátiles. Funcionan como fondo neutro y combinan bien con otros colores, tanto fríos como cálidos. Son un comodín para mezclar estilos (desde nórdico hasta mediterráneo o rústico moderno).
- Transitan bien entre estaciones. Aunque son frescos para el verano, también tienen suficiente calidez para no desentonar en otoño o invierno. No cansan y resisten bien el paso del tiempo.
- Suman sofisticación y profundidad visual. A diferencia de los neutros más planos, estos colores añaden dimensión a los espacios, especialmente cuando se combinan con texturas naturales.
- Permiten personalizar sin arriesgar. Si quieres dar un paso más allá del blanco, pero sin pasarte al extremo del color intenso, los nuevos neutros son la elección perfecta.
En la imagen, dormitorio decorado en los denominados tonos nuevos neutros, con ropa de cama que aporta contraste. Alfombra de la firma Lorena Canals.

Ideas para incorporar los nuevos neutros a tu decoración (no solo en paredes)
Adoptar estos colores no implica transformar por completo tu casa. Es sencillo integrar los nuevos neutros en la decoración existente. En paredes, pueden aportar un cambio sutil pero muy inspirador. Pintar una o varias paredes hará que se note el cambio (más actual) pero sin saturar. Pero además, puedes sumar nuevos neutros en:
- Textiles. Cojines, cortinas o ropa de cama. ¡Alguna alfombra! Permiten probar la tendencia sin compromiso. Además, esas capas de color suave se pueden reajustar según la temporada.
- Muebles en tonos empolvados. Como un sofá arena rosado, una butaca en verde o una cómoda azul tiza. El color en los muebles siempre es más arriesgado pero extra personal. Aún en una tonalidad suave, ¡son atrevidos!
- Detalles decorativos que suman matices. Láminas, jarrones, cerámica…
No olvides que estos nuevos neutros se pueden combinar entre sí o con neutros clásicos. No hay que renunciar al blanco, beige o gris. Comedor decorado en tonos neutros, con el tono Harina Tostada de Valentine en la pared.

Tres nuevos neutros que se sienten como blanco… pero no lo son
Son los que se parecen más o se acercan a los neutros clásicos, pero ya con ese matiz más actualizado. Cabe destacar el marfil cálido, el blanco coco o el blanco tiza. Te presentamos cada uno de ellos para que veas qué aportan al ambiente, además de luminosidad.
Marfil cálido
Es un color blanco con un suave matiz dorado o crema, que lleva calidez sin llegar a ser un beige puro. Te gustará si quieres claridad, pero no te sientes cómodo con el blanco puro y frío. Como nuevo neutro con luz, encaja en todos los estilos y con cualquier material. En la imagen, dormitorio pintado con el tono Valón Extramate Marfil 2306 de la firma de pinturas Valentine.

Nuevo neutro: coco
Es otra tonalidad de blanco, con un matiz roto o empolvado, con tendencia grisácea. Tiene un efecto sofisticado, ideal para los que quieren ambientes más modernos pero no en color gris. Es perfecto para paredes pero también en textiles y lacas de carpintería. Sin duda, es la versión moderna del blanco tradicional. Comedor con paredes pintadas con pintura y tonos de la firma Bruguer.

Blanco tiza
Aquí el blanco se "ensucia" con un pigmento tierra. Se acerca al color que tiene una gallera de mantequilla. Los expertos en color coinciden en que encaja en interiores de estilo mediterráneo, escandinavo o rústico renovado. Como el blanco marfil cálido combina con cualquier otro color nuevo neutro. En la imagen, un salón decorado en tonos neutros con el tono Valón Clean Carrara White de Valentine en la pared.

Nuevos neutros con color: verde salvia, azul bruma, topo rosado y arcilla clara
Los cuatro nuevos neutros que te proponemos son suaves, envolventes y tienen alma. Te acercamos a cada uno.
Verde salvia
Este sin duda es el color nuevo neutro por excelencia. Se trata de un verde grisáceo, apagado, que transmite serenidad y conexión con la naturaleza. Encaja en cualquier estancia y combina bien. No satura, pero se siente. Combina de maravilla con blancos rotos, madera clara y detalles en negro o latón, en función del estilo decorativo que busques. Espacio abierto, con paredes pintadas en tono verdoso de Bruguer.

Azul bruma (o azul grisáceo)
Es un color azul con base gris que evoca el cielo nublado o el mar al amanecer. Relajante y sofisticado. Funciona muy bien con mármol, textiles de lino, tonos arena y maderas claras. En este comedor, con pared revestida con mosaico de Hisbalit, se crea un zócalo con molduras en la parte inferior en ese tono azul bruma mencionado. El resto del espacio mantiene la unidad, jugando con intensidades de azul.

Topo rosado (o 'nude' empolvado)
Un tono entre el beige y el rosa viejo, muy sutil y elegante. Aporta calidez sin resultar romántico en exceso. Queda precioso con cobre, terracota suave y fibras naturales como rafia o yute. Aquí se ha llevado a la pared, hasta media altura, integrando con el color un mueble corrido que recorre dos paredes del dormitorio. Es una propuesta de Leroy Merlin.

Arcilla clara (terracota empolvada)
Inspirado en los tonos tierra, pero suavizado hasta casi parecer un beige pigmentado. Tiene fuerza sin imponerse, y da un aire mediterráneo moderno. Ideal para salones, entradas o comedores, y se luce con madera, blanco roto o incluso toques de azul gris. En este salón, se combina el tono suave y neutro en las paredes con el contraste en la gama de un color intenso. Las lámparas son de Leroy Merlin.