La mesa, junto con las sillas, es el mueble estrella del comedor. Puede parecer tan simple como un tablero con patas, pero nada más lejos de la realidad: la mesa de comedor ha de estar en sintonía con el estilo de la estancia y del resto de la casa. Si el espacio lo permite conviene que sea amplia y cómoda. Hoy te explicamos cuáles son los aspectos a los que debes prestar atención para decidir qué tipo de mesa le va a tu espacio. ¡Toma nota!

Rincones pensados para ser feliz
Nos encantan los espacios de comedor, ya sean amplios y diáfanos o pequeños y recogidos. Y nos gustan porque en ellos se desarrollan momentos de gran felicidad: compartir con los nuestros en torno a la mesa, celebrar la vida, charlar durante horas, alargar las sobremesas… Para poder vivir esas ocasiones al máximo, el comedor ha de estar a la altura, donde nuestros invitados se sientan a gusto. Necesitaremos una mesa adecuada y unas sillas confortables.
Para elegir la mesa de comedor (y acertar a la primera) es importante que resulte práctica y funcional, pero también debe estar en equilibrio con el espacio en el que se encuentra. Busca la armonía entre los muebles y la decoración. El comedor de la imagen, diseñado por El Corte Inglés para Casa Decor 2025, es un buen ejemplo, con una mesa cubierta por un precioso mantel y unas sillas, de lo más llamativo, de fibras vegetales. El resultado global destila armonía.

¿Grande o pequeña?
Decidir el tamaño de la mesa de comedor parece fácil, pero tiene su complicación. Seguramente, sobre todo si te gusta celebrar en casa y organizar reuniones con amigos, querrás una mesa grande, lista para acoger a mucha gente. Sin embargo, hay que tener en cuenta las dimensiones del comedor, de forma que la mesa se adapte a ellas. Si el comedor es amplio y espacioso, necesitará una mesa grande. Un modelo pequeño resultaría casi ridículo. Por otro lado, en un comedor pequeño estaría desaconsejado poner una mesa muy grande que llene todo el espacio, ya que estorbaría mucho. La clave para dar en la diana está en encontrar el equilibrio, la proporción entre el tamaño de la mesa y el del espacio.
En la imagen, un rincón de comedor con pocos metros cuadrados diseñado por Ikea. La mesa redonda tiene un pie central, por lo que resultará más cómoda a la hora de colocar las sillas, que no chocarán con las patas. Las sillas negras, muy sencillas, crean un contraste marcado y original entre ellas y la mesa; un dúo blanco y negro que queda genial sobre el fondo de madera clara del revestimiento de la pared.

Respetar las medidas adecuadas
Aunque parece obvio que las dimensiones de la habitación son esenciales a la hora de decidir el tamaño de la mesa de comedor, en la práctica no está tan claro. Según explican desde el estudio de interiorismo Molins Design, alrededor de la mesa deben quedar, al menos, 90 cm entre ella y las paredes u otros muebles de la estancia. Este es el espacio mínimo con el que podremos movernos con comodidad. En caso de que tu zona de comedor sea muy pequeña, siempre puedes optar por una mesa extensible.
En cuanto al tamaño de la mesa, hay ciertas medidas que puedes tomar como referencia:
- Si tu mesa es rectangular: para cuatro personas se necesita una longitud de 120 cm; para seis personas, 180 cm; y para ocho personas, 220 cm. En cuanto al ancho, 85 cm es la medida perfecta.
- Si la mesa es redonda, necesitas 90 cm de diámetro para que haya espacio para cuatro personas; con 120 cm de diámetro pueden sentarse seis personas cómodamente.

La forma ideal
Antes de entrar en argumentaciones sobre si conviene tener una mesa de comedor rectangular, cuadrada o redonda, es importante aclarar que uno de los primeros requisitos que debe cumplir la mesa elegida es que realmente te encante. Tus gustos personales y la forma en que la mesa se integra en la decoración del comedor deben ser el punto de partida en el proceso de elección de nuestra mesa perfecta. Después, ya podremos valorar otros aspectos como la forma, el diseño y la funcionalidad que nos ofrece cada uno.
Las mesas de comedor más habituales son las rectangulares, que van de maravilla en comedores de planta alargada. En salones o comedores rectangulares, estas mesas son las que mejor aprovechan el espacio. Sin embargo, si la planta de tu comedor es cuadrada, entonces es recomendable elegir mesas cuadradas o redondas. Estas últimas ocupan menos espacio y son muy adecuadas para un comedor pequeño.

Mesas redondas, versátiles e íntimas
Nos encantan las mesas redondas. En ellas no hay puestos destacados, nadie preside y todo el mundo tiene perfecta visibilidad del resto de comensales. Son íntimas, igualitarias y muy cómodas para tratar unos con otros. Además, resultan más recogidas y aprovechan muy bien el espacio disponible. Al no tener esquinas, son muy confortables y naturales por sus formas orgánicas. Acompaña a tu mesa redonda de unas sillas cómodas y las sobremesas se alargarán durante horas. Como inconveniente de este tipo de mesas, hay que decir que no se pueden unir a otras para conseguir una mesa más grande.
Este modelo redondo con pie central y sobre de mármol, estilo velador, es la propuesta de Emily Henderson que rebosa estilo y personalidad. El contraste lo ponen las sillas, grandes y cómodas, tapizadas en terciopelo verde.

Mesas rectangulares que rentabilizan el espacio
¿Tienes un salón comedor alargado? En ese caso la mejor opción es una mesa rectangular, ya que se adaptan perfectamente a la planta y aprovechan al máximo el espacio disponible. Como son las más frecuentes, encontrarás muchos diseños, materiales y tamaños para elegir, por lo que será fácil encontrar la mesa que necesitas. En el comedor de la foto, un diseño del estudio Jean Stoffer Design, la mesa y las sillas mezclan diferentes tonos de madera con un resultado genial. La mesa, con patas en negro y sobre en un tono de madera oscura, convive con las sillas de madera clara y el asiento de cuero marrón.
Una variante de las mesas rectangulares que es tendencia hoy son las mesas ovaladas. Aunque la forma es rectangular, las esquinas del sobre están redondeadas, por lo que resultan más orgánicas y menos rotundas. Son una alternativa con gran potencia decorativa.

Madera, un material cálido y atemporal
Además de la forma y el tamaño, el material de la mesa de comedor es otro de los aspectos que debemos tener en cuenta. Madera, cristal, piedra natural, porcelánico… Cada material imprime a la mesa ciertas características y un estilo definido y, por tanto, determina el interiorismo del espacio.
Las mesas de madera resultan cálidas y siempre están vigentes y de plena actualidad. Se trata de un material natural, muy versátil, que nunca falla a la hora de decorar cualquier espacio. Está presente en la mayoría de los ambientes de la casa, incluido el comedor. Puedes elegir madera más o menos clara, con la veta muy marcada o más tenue, etc. Hay un amplio repertorio de variedades para elegir. En la foto, un modelo de Hannun, realizado con madera recuperada y patas metálicas estilo horquilla o hairpin. El sobre muestra la veta marcada, las señales de uso, rozaduras, etc. Esta imperfección aporta una gran dosis de belleza.

Con sobre de cristal y otras opciones
Si bien en la actualidad son menos habituales, las mesas de cristal han sido siempre una opción frecuente al elegir opciones para el comedor. Como el resto de materiales, tienen ventajas e inconvenientes. Entre las primeras, el cristal aporta una gran ligereza al espacio, lo que es interesante si nuestro comedor es pequeño. Sin embargo, resulta menos cálido que la madera y eso se nota. Las mesas con sobre de cristal pueden llevar patas metálicas o de madera.
Mármol y porcelánico son otros materiales muy especiales para la mesa de comedor. En el caso del mármol, a pesar de que es un material de siempre, ahora está de plena actualidad por su belleza y su veta marcad y especial. Sin embargo, puede resultar demasiado contundente en mesas grandes. En cuanto al porcelánico, es más ligero y versátil, y puede imitar a diferentes materiales. Además, es muy resistente y no se deteriora con el paso del tiempo. Ambos materiales son decorativos y muy elegantes, pero también duros y funcionales.

¿Cuándo merece la pena optar por una mesa extensible?
Esta puede ser la solución a la falta de espacio, aunque todo depende del uso que le des a tu mesa de comedor. Si eres una persona a la que le encanta recibir en casa y siempre estás organizando cenas con amigos, celebraciones con la familia y todo tipo de reuniones, entonces necesitas una mea amplia. Pero, ¿qué ocurre si el espacio en tu comedor es reducido? Las mesas extensibles resuelven el problema. Te permiten acoger a tus invitados y se mantienen recogidas y prácticas el resto del tiempo.
Esta es una opción muy recomendada por los expertos en interiorismo. Desde Himera Estudio, por ejemplo, explican que "la opción de apostar por una mesa extensible es mejor que confundirse comprando una mesa muy grande y después arrepentirse porque ocupa demasiado. Además, existe una gran variedad de mesas extensibles entre las que elegir". Es esencial que alrededor de la mesa quede espacio para pasar, para poder sentarse y levantarse con comodidad, etc. Hay modelos extensibles que quedan muy recogidos, que prácticamente no ocupan nada, y que se amplían mucho una vez abiertos.

Cómo elegir las sillas
Una vez has decidido qué tipo de mesa vas a instalar en tu comedor, en cuanto a la forma, el tamaño, el material y el diseño, llega el momento de buscar las sillas que la van a acompañar. Esto tiene su dificultad, dado el gran número de modelos que existen y que van surgiendo cada nueva temporada. Lo ideal es buscar sillas que sean cómodas, mejor tapizadas, ya que aumenta el confort, y de un estilo acorde al de la mesa. Aunque también puedes apostar por crear contrastes elegantes y originales a un tiempo.
Recuerda que las sillas no tienen por qué ir a juego con la mesa (no tienen por qué ser de la misma madera o material), ni ser iguales entre ellas. Lo importante es que el conjunto conserve la armonía decorativa, y obtener un resultado visual que resulte atractivo. La combinación del comedor de la foto consiste en una mesa redonda de madera y en sillas grandes con estructura tapizada en gris. Es una sugerencia de Ikea. Aunque las sillas son grandes, las patas metálicas aportan ligereza.