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Salón con sofá y dos butacas© Amador Toril

Decoración de interiores

Un piso de 150 m² en Algorta de los años 70 se transforma en un hogar luminoso, funcional y con mucho estilo

¿Un piso de los años 70, con una distribución imposible, convertido en una casa luminosa, práctica y con mucho estilo? La interiorista Raquel González lo ha conseguido con ideas frescas, soluciones valientes y una mezcla decorativa que funciona de maravilla para la vida en familia.


9 de junio de 2025 - 12:00 CEST

Lo que antes era un piso de los años 70 oscuro, con 150 m2 mal aprovechados y poca vida familiar, hoy es una casa alegre, cómoda y con mucha personalidad. Está en el corazón de Algorta (Vizcaya), rodeado de mar y acantilados, y ha pasado por una reforma integral liderada por la interiorista Raquel González, que no solo mejoró el aspecto de la vivienda, sino también cómo se utiliza y se disfruta en el día a día.

La distribución original no funcionaba: faltaba un dormitorio para los hijos, la cocina estaba completamente aislada del salón-comedor y no había forma de crear una zona de día abierta para compartir tiempo en familia. Así que tocó repensarlo todo. Y la solución llegó en el lugar más inesperado: un aeropuerto. "Después de darle muchas vueltas, la idea se me ocurrió camino a Barcelona", cuenta Raquel. ¿La clave? Poner la cocina en el centro de la casa, abierta al salón-comedor, y separar bien la zona de los padres y la de los hijos. De esta manera, cada uno tiene su espacio y se evita cruzarse a destiempo, algo muy útil cuando hay adolescentes en casa.

La nueva distribución no solo gana en lógica y comodidad, también potencia la luz y el espacio. Y a nivel estético, la casa respira personalidad. La propietaria tiene un gusto exquisito, adora el arte y sabe mezclar sin miedo: papeles pintados con carácter, textiles con presencia, piezas antiguas con historia, molduras clásicas y hasta una chimenea de mármol que aporta un toque elegante sin que parezca recargado. El punto de partida fue el tono verde azulado empolvado de la cocina, que sirvió de base para toda la paleta de color, con toques dorados en accesorios y mostaza en textiles.

El resultado es un hogar actual, funcional y lleno de encanto, perfecto para la vida en familia y con un estilo ecléctico pero bien atado, que mezcla sin perder el sentido. Una casa que demuestra que cuando se reforma con cabeza y un poco de atrevimiento, los pisos antiguos tienen mucho que ofrecer.

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Recibidor con cómoda antigua recuperada© Amador Toril

El recibidor

Nada más entrar en la casa, ya se nota que aquí hay cariño por los detalles. El recibidor da paso al salón-comedor a través de unas puertas correderas de cristal y, hacia la izquierda, se va a las habitaciones de los hijos. Pero lo que realmente llama la atención desde el primer vistazo son las molduras, cornisas y relieves que recorren paredes y techos. No están puestas porque sí: cada una ha sido elegida al milímetro para darle carácter a la casa, mezclando lo clásico con lo actual y apostando por lo artesanal.

La propietaria tenía claro que quería conservar algunas piezas con valor sentimental, como el espejo y la cómoda estilo Luis XVI en madera de nogal que ahora presiden la entrada y que se han acompañado de una lámpara de Manises que adquirió en un anticuario, con el asesoramiento de Raquel. Juntas han conseguido que este espacio, aunque pequeño, tenga alma propia —el revestimiento de Arte también tiene mucho que ver— y dé una idea clara de lo que viene después: una casa cuidada, con mezcla de estilos y mucho mimo en cada rincón.

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Salón comedor con chimenea© Amador Toril

Un salón que lo tiene todo (en su justa medida)

El salón-comedor se ha organizado en tres zonas bien diferenciadas: la de estar, un rincón de lectura y el comedor. Nada recargado ni forzado, todo fluye con naturalidad. La nueva chimenea de mármol, elegante, pero nada fría, marca el punto justo entre lo clásico y lo actual, y consigue que el espacio gane en carácter. En la decoración, se nota que aquí se ha jugado con el color sin miedo pero con cabeza. Mostaza y azul verdoso empolvado son los tonos que se repiten por toda la casa y crean sensación de continuidad visual.

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Salón con sofá y dos butacas© Amador Toril

La zona de estar

En este ambiente se han mezclado piezas nuevas con otras que ya tenía la propietaria, y el resultado funciona. El sofá de Roche Bobois se ha retapizado con una tela de Lizzo, y se ha animado con cojines lisos en azul, de la firma Alhambra, y otros con estampado floral, de Anna French. En la pared, un cuadro de Iratxe Arteta aporta color sin desentonar. También se han actualizado las dos butacas que completan la zona de asientos, retapizadas con una tela de Pepe Peñalver con dibujo Cavalier, que le da un punto actual. La mesa de centro es un diseño de Raquel González.

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Butaca junto a la chimenea© Amador Toril

Frente a la chimenea

En la pared del salón se ha instalado una chimenea de mármol negro, con dos estanterías gemelas de roble a cada lado. Justo delante, se ha montado un espacio para desconectar, con una butaca clásica y un reposapiés tapizados en una tela a rayas que le da un toque más moderno.

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Comedor con muebles de madera© Amador Toril

Ecléctico y funcional

En la decoración del comedorla mesa y la alacena de madera lavada se han combinado con unas sillas tapizadas en tonos neutros y dos lámparas Kyoto, de Borgia Conti, que se llevan toda la atención.

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Comedor con vistas a la cocina© Amador Toril

Un cerramiento que divide ambientes y suma estilo

Para separar el comedor de la cocina sin perder sensación de amplitudse ha instalado un cerramiento con puertas correderas de cristal y perfilería muy fina. El efecto es claro: más luz, continuidad visual y cero agobios. 

Pero lo interesante está en el detalle. "Nos acogimos a la tendencia actual de la curva para aportar un toque contemporáneo y, como no hay más elementos curvos destacables en el mobiliario ni la decoración, decidimos hacer un guiño a esa curva en la perfilería de madera y así dulcificar a esa esquina de la zona de día", explica la interiorista.

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Tabique abierto entre pasillo y cocina© Amador Toril

Al otro lado

Lo primero que llama la atención es ese tabique semiabierto de madera y cristal que separa sin aislar. Es perfecto para dar un poquito de independencia a la cocina sin perder luz ni sensación de espacio. Además, sirve de apoyo a una barra de desayunos. Con una encimera amplia y dos taburetes con estructura dorada y respaldo mullido, es el sitio perfecto para tomar algo rápido o simplemente charlar mientras se cocina. 

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Cocina con muebles de color turquesa© Amador Toril

La nueva protagonista de la casa

Mover la cocina al centro de la casa fue el gran acierto de la reforma. Un solo cambio que transformó por completo cómo se vive el espacio. Ahora es un lugar abierto, lleno de luz, donde apetece estar. Se cocina, se desayuna, se conversa… es el nuevo punto de encuentro, práctico y con mucho estilo.

A nivel decorativo, la clienta tenía claro que quería ese aire tan característico del estudio de Raquel González: color y mezcla de textiles y papeles pintadosAsí que se eligió un precioso verde azulado empolvado para los muebles lacados y, para equilibrar, encimeras y complementos en tonos blanco, hueso y tiza.

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Aseo de cortesía con papel pintado estampado© Amador Toril

Aseo de cortesía

El papel pintado de Coordonné, con su diseño tan llamativo, sorprende nada más abrir la puerta. Pero no es lo único que destaca: el lavabo de cerámica con grifería retro en dorado —inspirado en los fregaderos americanos de hierro fundido de principios de siglo— es una auténtica joya. Todo, adquirido en Lavabos con Estilo, que realmente hace honor a su nombre. Un baño que combina personalidad, diseño y mucho estilo en apenas unos metros.

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Dormitorio con cabecero tapizado a rayas© Amador Toril

Un dormitorio con mucho rollo

El dormitorio en suite está pensado como un mini apartamento solo para la pareja, con espacios muy bien organizados. En su decoración, se mezclaron textiles de rayas y cuadros en negro y mostaza que dan mucha vida al ambiente, mientras que las molduras clásicas en paredes y techos, de Orac, aportan ese toque elegante y atemporal. El cabecero es un diseño de Raquel González con tela de James Malone, el aplique es de anticuario y el banco, de Zara Home.

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Rincón del dormitorio con butaca descalzadora© Amador Toril

Juego de contrastes

El vestidor se separa del dormitorio por un tabique abierto a ambos ladosque se ha decorado con un gran cuadro de Iratxe Arteta en la parte del dormitorio y un espejo antiguo de herencia en el vestidor, que amplía visualmente el espacio y multiplica la luz que entra por los dos ventanales de la suite.

La butaca del vestidor, una joya vintage de la clienta, se ha personalizado con un cojín negro que juega al contraste con el asiento del dormitorio, tapizado en negro y rematado con un cojín mostaza. 

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Cuarto de baño con mueble blanco y papel pintado ocre© Amador Toril

Elegancia en tonos cálidos

El baño principal sigue la misma paleta que el dormitorioCada detalle está cuidadosamente elegido para lograr un acabado impecable y contemporáneo: el papel pintado de Matupi, el porcelánico Calacatta Gold que reviste la zona de la ducha, el suelo de madera, el mueble de lavabo y los espejos diseñados por Raquel González, la grifería dorada de MZ, los apliques de Faro…

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Dormitorio con papel pintado y tapicería © Amador Toril

De lo más trendy

Uno de los dormitorios de los hijos destaca por la fusión perfecta entre el papel pintado y los textiles de James Malone, que mantienen los mismos colores que el resto de la casa. La mesita de noche y la lámpara, piezas recuperadas de la clienta, encajan a la perfección y dan un toque personal y único a la decoración.

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Cuarto de baño en azul, blanco y topo© Amador Toril

El baño de los niños

La pasión de la propietaria por los suelos hidráulicos inspiró a la interiorista a elegir para esta estancia un diseño en verde azulado empolvado, que conecta a la perfección con la paleta cromática general de la casa.

A partir de este patrón, se ha coordinado todo con mucho cuidado: el mueble lacado, diseño de Raquel González, con tiradores de Formani y grifería de MZ, el revestimiento cerámico geométrico en la ducha en un tono más intenso que el del suelo —todo, de Cifre Cerámica—, el papel pintado de sisal natural, de Phillip Jeffries, y un friso de madera blanca lacada que aporta luz y continuidad con la encimera.

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Terraza con banco de obra en L© Amador Toril

¡Con terraza y todo!

Y si la cocina es la nueva protagonista de la casa, la terraza es el lugar ideal para disfrutar de las vistas y desconectar un rato sin complicacionesDesde la zona de estar se accede a esta zona exterior con el tamaño perfecto para sentirse cómodo sin agobios. Para aprovechar bien el espacio, se diseñó un banco en forma de 'L' que invita a sentarse y conversar, junto con una mesa y sillas de exterior de Raquel González, que además de bonitas, son muy cómodas gracias a los cojines de Lizzo y Pepe Peñalver.

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