Las formas redondeadas tienen algo magnético. No es solo que estén de moda, que lo están, es que hay algo profundamente armónico en ellas. Invitan a la conversación, al encuentro, al relax… Y si hablamos de decoración, las curvas suavizan los espacios, aportan fluidez y crean un ambiente más cálido y acogedor. Por eso, si estás pensando en renovar tu comedor o estás montando uno desde cero, una mesa redonda debería estar en tu lista. Son prácticas, perfectas para cualquier espacio, tienen estilo y hacen que todo gire en torno a lo que de verdad importa: tu gente y las buenas conversaciones. En este artículo no te vamos a enseñar solo mesas, te vamos a dar 10 razones (con mucho ojo decorativo) por las que vas a querer (necesitar, casi) una mesa redonda para tu comedor.

1. Son ideales para comedores pequeños
¿Espacio ajustado? ¡No pasa nada! Las mesas redondas son las mejores aliadas de los comedores pequeños porque no tienen esquinas que ocupen de más. Esto hace que puedas moverlas con más libertad y que el tránsito alrededor de la mesa sea más fluido. Además, permiten sentar a más personas sin esa rigidez de los lados definidos. Donde caben dos, caben tres… y a veces hasta cuatro. Y si encima la acompañas de sillas ligeras o con respaldo calado, el efecto de amplitud se multiplica. En este caso, es el modelo Rouder de Kenay Home, con el sobre blanco y una original pata central compuesta por listones de madera maciza.

2. Y si son de cristal, más todavía
El vidrio deja pasar la luz, así que visualmente ocupa mucho menos, incluso en un comedor mini o integrado en una zona social, como ocurre en esta vivienda, un proyecto de Alberto Torres Interiorismo. Además, tiene un punto sofisticado que se adapta a muchos estilos: desde el más contemporáneo hasta el mid century más chic. Un pie central bonito (madera, metal, incluso mármol) y una lámpara colgante encima… y ya tienes una imagen para postear y presumir de comedor.

3. También quedan de maravilla en comedores grandes
Sí, porque cuando el espacio sobra, una mesa redonda se convierte en una auténtica pieza escultórica, igual que el diseño de la firma Miniforms, de madera de nogal, que la interiorista María Acha eligió para decorar este comedor. Puedes optar por modelos XXL que sorprenden por su forma poco habitual (la mayoría piensa en rectangulares para espacios grandes) y colocarla en el centro como protagonista. Lo mejor es que rompe con la rigidez de los ángulos y crea una atmósfera mucho más amable y relajada.

4. Fomentan la reunión y la tertulia
No hay cabeceras ni jerarquías. Todos se ven, todos participan. Las mesas redondas son perfectas para esas comidas que se alargan, para las cenas improvisadas con amigos y para esas sobremesas eternas que tanto disfrutamos. Es el tipo de mesa que favorece el “estar”, no solo el “comer”. Por eso, el interiorista Raúl Martins escogió un modelo redondo, con el sobre de piedra natural suministrada por Gómez Grau, para el salón privado del "Restaurante Maisons", en la última edición de Casa Decor. Se acompañó de las sillas Leela, de madera y junco, y la lámpara de techo Miramare, de hierro dorado. Todo, de Maisons du Monde. Las paredes se decoraron con el revestimiento Under Sycamore Tree, de la firma Arte, un impresionante panorama artesanal realizado con chapa de madera.

5. Admiten acabados oscuros sin agobiar
Como no llenan visualmente tanto como los diseños cuadrados o rectangulares, puedes permitirte apostar por maderas oscuras, lacados negros o incluso acabados mate con mucho carácter. El resultado sigue siendo elegante, pero sin comerse el espacio. Si además lo acompañas con unas sillas claras, como se ha hecho en este comedor, con muebles de la marca Zuiver, el contraste será precioso.

6. Se prestan a diseños rotundos y especiales
¿Quieres una mesa que sea una obra de arte en sí misma? Pues mejor redonda. Las curvas permiten jugar con bases escultóricas (fíjate en esta mesa de la firma Nordal), formas orgánicas, patas cruzadas o cilíndricas, y hasta mezclas de materiales que en una rectangular podrían resultar más toscas.
Igual que, en muchas ocasiones, las mesas con sobres de piedra natural se dejan sin vestir para lucir la belleza del material, los pies también merecen protagonismo. Por eso, mejor optar por manteles ligeros, caminos de mesa o incluso dejarla desnuda, para que se aprecie el conjunto en su totalidad.

7. Quedan bien con todo
Otra de las ventajas de ser visualmente ligeras es que permiten más libertad a la hora de mezclar. Puedes atreverte con sillas de estilos o colores diferentes sin miedo a que el conjunto se vea recargado. Y si prefieres algo más uniforme, también funcionan genial con asientos a juego, especialmente ahora que los muebles de colores están tan en tendencia. En este comedor, la mesa Irem, de madera y metal, se ha combinado con sillas Sunty, de polipropileno, en el mismo tono. Un conjunto que encontrarás en The Masie.

8. Son perfectas para zonas de paso o espacios integrados
¿Tienes un comedor que comparte espacio con el salón o la cocina? Una mesa redonda es una gran solución para esos espacios abiertos. Al no tener esquinas, el paso entre zonas es más fluido y menos agresivo visualmente. Además, su forma encaja mejor en esquinas o rincones difíciles, donde una rectangular se vería encajada o fuera de lugar.
Para reforzar esta sensación de armonía, apuesta por sillas ligeras y tapizadas en tonos neutros, como las de este comedor, con muebles de la firma White Label Living. También puedes "copiar" la idea de completar el conjunto con una lámpara de pie que delimite sutilmente el ambiente.

9. Las formas redondas están de moda (y siempre lo estarán)
Sí, lo ves en sofás, espejos, lámparas, jarrones… Las curvas llevan años siendo tendencia, pero su encanto es atemporal. Transmiten calma, suavidad y sofisticación. Incorporarlas a través de una mesa de comedor es una forma elegante de sumarte a esta moda. En este comedor, la mesa de madera de nogal, de la firma BePureHome, con la pata torneada, se ha rodeado de unas sillas tapizadas en beis, y un sencillo arreglo floral pone el toque final en la decoración.

10. Porque tienen un 'algo' que conquista
Como la Velia de Sklum, fabricada en cemento con un acabado que imita el travertino y ese pie central con relieve. No necesita mantel, ni centro de mesa, ni más compañía que cuatro sillas bien escogidas Tiene el tamaño justo, una presencia serena y ese punto de material bruto que le da carácter sin resultar fría. A veces, lo que más convence de una mesa redonda no es que sea práctica o que favorezca la charla (que también), sino que basta con colocarla para que todo encaje.