La cocina actual posee el encanto de las de antes, donde la familia se reunía y conversaba, pero con la comodidad, tecnología y equipamiento de hoy. Su reforma, que afecta también al valor de mercado, es una de las que más se llevan a cabo, tanto por razones estéticas como por prácticas en el día a día. Queremos disfrutar de un espacio en el que nos encontremos a gusto y sea confortable también para cocinar, como este de OB Cocinas.
Para no equivocarnos, hemos pedido consejo a los que más saben: los fabricantes. Estos son sus 10 reglas básicas para crear la cocina perfecta. Esa de la que no querrás salir, incluso si es pequeña o tu salón tiene el sofá más cómodo del mundo.

Espacio multifuncional
Ahora tiene un nuevo papel (principal) en la casa y debe dar respuesta a sus distintas funciones: espacio social, zona de estar para las sobremesas de diario, lugar para hacer los deberes o trabajar...
“Ha dejado de ser simplemente un lugar para preparar alimentos y se ha transformado en un espacio multifuncional donde se socializa, se trabaja y se vive. Es el corazón del hogar, un lugar de convivencia, creatividad y bienestar. Por eso, vemos una transformación: cocinas más compactas o integradas, adaptadas al estilo de vida actual”, señalan desde la Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC).

A la medida
Es importante que se adapte a ti y no tú a ella. Para diseñarla, debes tener en cuenta tus necesidades, hábitos y gustos: ¿Cocinas habitualmente? ¿Tienes otro comedor formal? O ¿no puedes evitar acumular todos los gadgets y pequeños electrodomésticos que salen? En función de las respuestas a estas preguntas (y otras más) debes ir diseñando la tuya, esa que te permita ser tú y disfrutarla más.
“Cada cocina debe ser única, hecha a medida a medida del cliente. Ahí entra en juego el buen profesional, capaz de asesorar y convertir cada elección en una estancia que se viva… ¡y se disfrute!”, aconseja Enrique Morgado, gerente de Davinia.

Con zonas bien definidas
Aunque hoy en día adopte funciones del comedor o del dormitorio, es importante que no perdamos de vista su función principal, con un triángulo de trabajo bien definido, y que aunemos ambos papeles.
“Diseñarla hoy va mucho más allá de elegir muebles o electrodomésticos. Se trata de crear un ambiente que invite a estar y que favorezca la conexión entre las personas. Nuestra cocina ideal es luminosa, práctica y cálida. Con zonas bien definidas (cocción, aguas, almacenaje) perfectamente integradas en el conjunto. La encimera, por ejemplo, se convierte en punto de encuentro. Aporta valor estético al diseño y, a la vez, cumple una función fundamental en el uso diario”, asegura Rubén Rodríguez, experto en diseño de cocinas y director de Cocinas Suarco.

Limpia visualmente y bien organizada
Otro de los factores clave es el orden y la limpieza visual. El caos es mal compañero de una atmósfera perfecta, incluso si no eres una persona demasiado ordenada. Necesitas que, al verla, te sientas bien y puedas trabajar a gusto. Para ello, debe estar bien equipada y con la encimera despejada.
“Potencia el minimalismo desde el interior con una organización impecable en muebles bajos y accesorios, que combinan diseño y practicidad al más alto nivel”, cuenta Karen Falcó, del departamento de diseño de DOCA.

Práctica y estética, al mismo tiempo
Estética y funcionalidad deben ir de la mano, porque por separado no lograrán crear tu cocina ideal, esa que se adapta a ti, refleja tu personalidad y dura en buena forma años y años.
Son aconsejables los materiales sostenibles, mejor elegir colores neutros y acabados mate, sin tiradores ni elementos superfluos. Pero lo esencial está en la calidad de los muebles: robustos, ergonómicos, duraderos e impermeables, con estructuras sólidas (traseras reforzadas, bisagras revestidas, canteados resistentes al agua, vitrinas pero fuertes…)”, aconseja Enrique Morgado, gerente de Davinia.

Con soluciones de almacenaje
Uno de los principales escollos a los que nos enfrentamos es el espacio para guardar: nunca es suficiente. Este debe dar respuesta a tus necesidades, respetando su estilo. “Opta por una despensa con puertas vitrinas, estantes de cristal e iluminación interior para añadir elegancia y funcionalidad, destacando tus utensilios como si fueran piezas de exhibición. Incorpora columnas con sistema de apertura escamoteable plegable, para ocultar electrodomésticos, o zonas de trabajo con elegancia, manteniendo una estética limpia y sofisticada”, argumenta Karen Falcó, de DOCA.

Con los electrodomésticos integrados
Y cuando hablamos de integrados no nos referimos únicamente a los modelos integrables, sino a su incorporación al ambiente de forma natural, para que no desentonen, a menos que quieres que lo hagan.
“En este equilibrio entre estética y funcionalidad, los electrodomésticos juegan un papel clave. Ya no se trata solo de su tecnología, sino también de cómo se integran visualmente en el espacio: frigoríficos de gran capacidad, hornos multifunción, campanas discretas... Todo pensado para facilitar el día a día, sin romper la armonía", afirma Rubén Rodríguez, experto en diseño de cocinas y director de Cocinas Suarco.

Abierta al resto de la casa
Los expertos coinciden en su apertura al resto de la casa. “Desde Suarco lo tenemos claro: una buena cocina no se mide solo por sus acabados, sino por cómo se vive y se convive en ella. Hablamos de espacios abiertos al salón o cocinas integradas con el comedor, donde la distribución potencia las relaciones entre quien cocina y quien acompaña", señala Rubén Rodríguez.
Debido a su papel, es preciso una nueva distribución. “Dado que es el nuevo centro del hogar, se abre al salón, se comparte con familia y amigos y se convierte en un lugar de encuentro, disfrute y creación. Por eso, apostaríamos por diseños con islas o penínsulas, que favorecen la comunicación y evitan que las personas se enfrenten a la pared”, apuntan desde Davinia.
Una isla central con mesa integrada es también clave para la experta de DOCA, ya que "fusiona diseño y comodidad, creando un espacio ideal para cocinar, compartir y disfrutar en un ambiente sofisticado”.

Cómoda y ergonómica
La comodidad, tanto para cocinar como para disfrutar de esta estancia, es uno de los requisitos imprescindibles. Si queremos diseñar un espacio en el que estar a gusto, debemos trabajar sin dolor de espalda y sin tener que recorrer largas distancias con una olla hirviendo. “La ergonomía no es un lujo, es una necesidad. Y nuestras marcas lo tienen claro: cada cocina debe adaptarse al cuerpo, a los hábitos y al estilo de vida de quien la utiliza”, apostillan desde la Asociación de Mobiliario de Cocina.
Una cocina ergonómica, explican desde AMC, comienza con una buena planificación que tenga en cuenta la altura, el tipo de uso y la funcionalidad. Entre otras medidas recomiendan adaptar la altura de la encimera a la persona que cocina habitualmente (10-15 cm por debajo del codo); bajar ligeramente la placa de cocción para que la altura del borde de la olla coincida con la zona de trabajo; sustituir armarios bajos por gavetas extraíbles con extracción total, para mejorar la accesibilidad, o garantizar una buena iluminación funcional, eficiente y sin deslumbramientos. En la imagen, propuesta de SoCoo'c.

Inteligente y conectada
Si la tecnología ha venido para hacernos la vida más fácil, ¿por qué no dejarla entrar a la cocina? Ademas, mejora la seguridad, favorece el bienestar y potencia la eficiencia. "Iluminación inteligente, electrodomésticos conectados y eficientes, muebles que se abren con solo rozarlos o grifos que adaptan su uso al momento. Las cocinas inteligentes no solo mejoran la funcionalidad, sino también la experiencia culinaria", aseguran desde AMC. En la imagen una propuesta con campana de Pando.