Tener una zona de sombra en el jardín, hará que puedas disfrutar del espacio sin preocupaciones durante todo el verano sin problema. Y opciones hay muchas. Las sombrillas son la alternativa más económica, pero suele estropearse con el paso del tiempo, el sol y la lluvia. También los toldos ofrecen esa preciada sombra, pero no son la solución más decorativa. Si buscas una alternativa que aporte sombra y, al mismo tiempo, sea duradera y aporte un plus a tu terraza, apuesta por una pérgola.
Por definición, una pérgola es una estructura abierta, generalmente de madera, metal o aluminio, que ofrece una zona de sombra y protegida en un jardín o terraza. Se compone de pilares que soportan vigas y travesaños que forman un techo abierto, permitiendo la entrada de luz y ventilación. Así que hemos reunido varias ideas de pérgolas para que te inspires (y te convenzas) de que lo que necesita tu jardín es una pérgola. ¡Vamos allá!

¿Cuándo instalar una pérgola?
Una pérgola es una solución muy útil en jardines con pocas plantas altas o en aquellos en los que no hay árboles. Ahora, una de las condiciones que necesita una pérgola para lucirse es espacio. Este tipo de estructuras tienen más sentido cuando el jardín es grande y necesitas una zona de sombra sin saturar el espacio.
Y es que, aunque estas estructuras son muy ligeras visualmente, en un espacio pequeño pueden quedar demasiado descompensadas. Pero las pérgolas tienen muchas más ventajas. Una de ellas es que esta instalación te permitirá delimitar una zona en el jardín y emplearla como zona de estar en la que relajarse o como comedor exterior. Y todo completamente integrado con el entorno.

Más ventajas de las pérgolas
Otro de los motivos por los que instalar una pérgola es para proteger los muebles de exterior. Si tu mobiliario es de mimbre u otro material que tiende a deteriorarse con el tiempo, una pérgola es una buena opción para protegerlos. Lo mismo si tienes algunas plantas que no soportan el sol intenso.
Muchas pérgolas permiten la instalación de toldos retráctiles, paneles laterales o cubiertas impermeables, que conseguirán que puedas utilizar la pérgola durante los días muy calurosos, pero también si llueve un poco.
Si estás pensando en reformar tu jardín, planifica una pérgola para que se integre de forma armónica y equilibrada con el resto del entorno.

Apuesta por una pérgola bioclimática
Una de las últimas tendencias en pérgolas son las bioclimáticas. Este tipo de instalaciones combinan diseño y tecnología, ofreciendo un espacio con un mayor confort térmico y eficiencia energética. Se caracterizan por su cubierta con lamas orientables, que se pueden ajustar según la incidencia del sol, el viento o la lluvia.
Esto permite regular la temperatura, la ventilación y la luminosidad de forma natural debajo de la pérgola, adaptándose a las condiciones climáticas de cada momento. Gracias a este sistema, podrás disfrutar del tu jardín durante más meses al año, sin preocuparte por el calor excesivo o las lluvias repentinas.
¿Y cómo funciona? Cuando las lamas están abiertas, favorecen la circulación del aire y la entrada de luz; mientras que cuando están cerradas, ofrecen protección frente al sol y el agua. Además, cuentan con sistemas de evacuación integrados para evitar acumulaciones.

Todo ventajas: tecnología, eficiencia y modernidad en forma de pérgola
A las ventajas que ya hemos mencionado de las pérgolas bioclimáticas, hay que señalar que algunos modelos incluyen también sensores automáticos que hacen que las lamas se coloquen en una posición u otra según el tiempo. Otras incorporan también iluminación LED y hasta calefactores o estores verticales, lo que hace que sean aún más funcionales.
Además de todas estas ventajas técnicas, las pérgolas bioclimáticas ofrecen un look moderno y contemporáneo gracias a su estética limpia y al estar fabricadas en materiales duraderos. Eso sí, son más caras que el resto de pérgolas, aunque es una inversión que merecerá la pena.

La calidez de las pérgolas de madera
Las pérgolas de madera son una opción muy decorativa que nunca pasa de moda y que dará a tu jardín un plus de calidez y un efecto muy decorativo. Las de madera son resistentes y muy duraderas, aunque es necesario aplicarles un tratamiento periódico para que duren más años.
A esto se suma su versatilidad, que permite integrarlas en diferentes estilos y espacios, ya sean adosadas a la pared o como estructura independiente.
La madera se encargará, además, de llevar un look más natural y elegante a tu jardín, permitiendo el paso de la luz y creando un ambiente luminoso sin el calor directo del sol. Para protegerte del sol puedes instalar cañizo en su cubierta o dejar que una planta trepadora la cubra, consiguiendo un espacio fresco y muy natural.

¿Adosada o independiente?
Todo dependerá del espacio que tengas en el jardín. Si se trata de un jardín pequeño, una de las mejores opciones es adosarla a la pared. Así, su imagen será más liviana y seguirá ofreciendo todas sus ventajas sin sacrificar la amplitud.
En cambio, si tu jardín es grande, puedes elegir una ubicación apartada de la vivienda, que pueda convertirse en un cómodo salón de exterior o en el comedor perfecto para celebrar una barbacoa en verano o una cena con amigos. Si está adosada al acceso de la vivienda al exterior, conseguirás una extensión de tu salón.
Nuestra recomendación es que tengas muy en cuenta las vistas que tiene tu jardín y ubiques la pérgola en una zona en la que puedas disfrutar al máximo del paisaje. Piensa que será la zona del jardín en la que más tiempo pases, así que cuida bien todos los aspectos.

Aprovecha la arquitectura
En algunas viviendas de arquitectura moderna, las estructuras exteriores pueden hacer las veces de pérgola si debajo colocas un agradable estar, una zona de comedor o ambas si la superficie es muy grande. Al estar adosada a la vivienda, se convertirá en una extensión del salón —especialmente si los espacios están separados por unas ventanas o puertas correderas—.
Si la estructura es metálica y quieres que el entorno sea más cálido, apuesta por muebles de fibra natural o de cuerda, que te ayuden a subir la temperatura visual. También puedes dejar que una trepadora decore la superficie y amplíe la zona de sombra.

Úsala durante todo el año
Si quieres que la pérgola sea un espacio más de tu casa, del que puedas disfrutar durante más meses que solo los de verano, puedes añadir un toldo para ofrecer más sombra cuando hace mucho calor. Además, los hay que cuentan con techos retráctiles que ofrecerán una zona cubierta para cuando llueva. También es posible instalar toldos laterales que te protejan del viento, aunque esta opción limitará las vistas desde tu pérgola.
¿Otra opción? Instalar unas ventanas que no impidan que disfrutes de la belleza de tu jardín. Estos cerramientos pueden ser ventanas correderas, abatibles o fijas.

La iluminación es clave
Si quieres aprovechar al máximo tu pérgola, hay un factor básico para que puedas disfrutarla a cualquier hora. ¡La iluminación exterior! Hay modelos —como las bioclimáticas— que pueden llevarla incorporada, pero en modelos más básicos, como las de madera o de aluminio, es probable que tengas que incorporarla tú.
Las tiras led de exterior son una alternativa decorativa y que proporcionarán mucha luz, pero si quieres un efecto más cálido y acogedor puedes optar por una lámpara de techo —asegúrate de que soporta las condiciones del exterior— o unas guirnaldas decorativas que aporten una luz más ambiental. En cualquier caso, si la pérgola no tiene una toma eléctrica cerca, elige un modelo solar, que no necesita que lo enchufes.