Nos encanta la primavera. Es la época ideal para salir a disfrutar del buen tiempo. El momento del despertar de la naturaleza, la estación de las flores... Pero también la ocasión perfecta para hacer una puesta a punto a nuestra casa y prepararla para la nueva temporada, aunque no sea tu plan más apetecible. Hoy te ayudamos a diseñar un programa semanal para acometer la limpieza de primavera y terminar la tarea sin morir en el intento.

Un plan semanal
Estaremos de acuerdo en que la limpieza de primavera puede llegar a ser un aburrimiento, pero también en que es algo necesario para que nuestra casa sea un lugar agradable en el que vivir. Las tareas cotidianas no nos dejan mucho tiempo para limpiar en profundidad cada habitación, por lo que se hace necesario llevar a cabo estas limpiezas generales que llegan a todas esas zonas que no limpiamos tan asiduamente.
Existen diferentes formas de planificar la limpieza de primavera, ya sea por habitaciones o por tareas. Lo importante es descubrir qué organización te va mejor. El plan semanal que te explicamos a continuación reparte las tareas por estancias, de forma que en pocos días puedas completar la tarea y dejar tu casa lista e impoluta.

Un arsenal de limpieza
Antes de comenzar a limpiar tu casa, lo primero que debes hacer es asegurarte de que dispones de todo lo necesario para llevar a cabo la tarea de principio a fin, de forma que no tengas que interrumpir el trabajo para ir a comprar detergente o limpiacristales. Además de los limpiadores habituales (multiusos, lejía o desinfectante, amoniaco, etc.), has de contar con detergente para la lavadora y otros productos como bicarbonato, vinagre de limpieza o jabón natural, que te resultarán muy útiles para determinadas tareas.
Revisa tus existencias en cuanto a trapos, cepillos, esponjas, mopas, fregona, etc., y asegúrate de que el aspirador está preparado para entrar en acción. Si usas un modelo sin cable, carga la batería a tope.

LUNES. Empieza por el dormitorio
Comenzamos la semana de forma enérgica, atacando la limpieza de primavera y lo hacemos por una de las zonas más reservadas y tranquilas de la casa: el dormitorio. El primer paso es abrir las ventanas y ventilar durante un buen rato.
- Lava toda la ropa de cama más allá de las sábanas: colchas, edredones de invierno, mantas, etc. Si alguna de estas prendas es demasiado grande puedes llevarla al tinte o buscar una lavandería de uso público con lavadoras industriales en las que sí puedes lavar este tipo de textiles. Según los expertos en microbiología de la firma Dyson, "es conveniente lavar la ropa de cama a 60 °C o 90 °C para ayudar a descomponer y eliminar los alérgenos". También debes reemplazar edredones y almohadas para reducir la cantidad de ácaros del polvo y escamas de piel presentes en tu cama.
- La limpieza del colchón. Debes ventilarlo, si es posible, e incluso ponerlo al sol durante un buen rato (si cuentas con un patio o jardín), ya que esto ayuda a eliminar los ácaros. Después debes aspirarlo con un accesorio adecuado por ambos lados. Limpia las manchas que pueda tener y elimina los malos olores con bicarbonato. Para ello espolvoréalo por el colchón, déjalo actuar durante una hora como mínimo, y aspíralo de nuevo a fondo.
- Lava las cortinas en la lavadora, en agua fría y con un programa corto, ya que solo tendrán polvo. Mientras, aprovecha para limpiar los cristales, la ventana y la persiana. Cuando la lavadora termine, cuelga las cortinas mojadas para evitar que se arruguen y tener que plancharlas.
- Termina la limpieza del dormitorio quitando el polvo, comenzando por el techo y la parte superior de paredes y muebles. No te olvides de las lámparas y bombillas.

MARTES. Haz el cambio de armario
A no ser que tengas la suerte de disponer en casa de un gran vestidor en el que puedas tener toda tu ropa, seguramente estarás acostumbrado a hacer esta tarea un par de veces al año. El cambio de armario es una actividad ineludible, si tienes guardada la ropa de otras temporadas en los altillos, en un trastero o en el canapé de la cama. Sea como sea, dedicamos el martes a hacer esta tarea, una vez tengamos limpio el dormitorio.
- Comienza por sacar toda la ropa de invierno del armario. Seguramente tendrás las prendas limpias, pero revísalas y lava las que lo necesiten ya que es importante guardarlas sin manchas.
- Aprovecha la ocasión para clasificar las prendas: separa aquellas que ya no usas y que vas a donar o tirar. Guarda la ropa de invierno en cajas o fundas adecuadas, en el lugar que tengas asignado.
- Limpia a fondo el armario con una solución de agua y jabón y una bayeta de microfibra bien escurrida. Seca con un paño limpio. No te olvides de las barras y las perchas: el polvo se acumula en todos los rincones.
- Coloca la ropa de verano en el armario. Puedes dejar alguna prenda de entretiempo, porque últimamente el tiempo está loco y aún pueden quedar días frescos.

MIÉRCOLES. El salón, el centro de la casa
Es la habitación que más se utiliza; donde discurre la vida familiar, por lo que puede ser también una de las que más necesiten este repaso primaveral. Para no desesperarte y terminan la tarea en el día, lleva una planificación adecuada.
- Comienza por limpiar techos y paredes, así como la parte alta de los muebles. Puedes utilizar una mopa con mango telescópico.
- Aspira las zonas que normalmente no se limpian tanto, como detrás del sofá y debajo de algunos elementos, como aparadores o módulos de TV.
- Vacía la librería y retira todos los libros, limpia el polvo a fondo y vuelve a colocarlos, pasándolos con un trapo uno por uno. Los libros acumulados se llenan de partículas y suciedad que es necesario retirar.
- Limpia el polvo de las lámparas, bombillas, pantallas, etc. Termina pasando el aspirador a fondo en todo el suelo.

El momento de los textiles
El miércoles, mientras acometes la limpieza del salón, debes reservar un tiempo para limpiar los textiles: lava las cortinas en la lavadora y cuélgalas, aspira a fondo las alfombras (y guárdalas si prefieres no tenerlas puestas en verano). Haz una colada con los plaids, las mantas pequeñas y las fundas de los cojines.
Es el momento de hacer la limpieza del sofá y del resto de tapicerías. Si tienen alguna mancha, elimínala con una solución de agua y amoniaco y unas gotas de detergente. Aclara con un trapo mojado en agua y deja secar. Después aspira las tapicerías de sofás y butacas para eliminar en lo posible los ácaros del polvo.

JUEVES. Habitaciones infantiles y zonas de estudio
Ahora que ha llegado el momento de hacer la limpieza primaveral de los cuartos de los niños y adolescentes, además de eliminar la suciedad hay que ordenar. Ellos acumulan juguetes, papeles, libros y material escolar que en muchas ocasiones está estropeado, para tirar. Es buena idea aprovechar la ocasión para desechar todo lo que no deba de estar en su cuarto y renovar lo que sea necesario.
- Haz el cambio de los armarios infantiles, igual que hiciste el del dormitorio principal. Retira las prendas que ya no les sirven y toma nota de lo que necesitan para comprarlo. A veces nos lanzamos a comprar ropa de temporada para los niños sin revisar lo que tienen y después nos encontramos con muchas prendas repetidas.
Un consejo: ahora que ya has limpiado las zonas de estar (salón, dormitorios, zonas de estudio, etc.) es el momento de utilizar el palo santo para aromatizar y purificar la casa.

VIERNES. El turno de la cocina
Esta zona de la casa es una de las más costosas de limpiar. La cocina, por su propia naturaleza, acumula suciedad en todos los rincones, ya se trate de los armarios, los revestimientos o los electrodomésticos. Sin embargo, como hay que limpiarla, lo mejor es hacerlo de forma metódica y ordenada.
- Comienza por eliminar el polvo de la parte superior de los armarios. Limpia los azulejos de las paredes con una solución de agua y amoniaco, o con otro producto desengrasante, y seca con un paño limpio. Si tienes una vaporeta en casa, puedes utilizarla para este fin.
- Vacía los muebles, gavetas y cajones y limpia a fondo el interior. Devuelve todas las cosas a su sitio.
- Es el momento de limpiar los electrodomésticos: vacía la nevera para limpiarla antes de volver a llenarla. Limpia también el lavavajillas y la campana extractora, incluidos los filtros.
- Ahora limpia los armarios y muebles por fuera y repasa la encimera. Termina aspirando y fregando el suelo.

SÁBADO. Limpiar los cuartos de baño
Para hacer la limpieza de primavera en los baños, es necesario repasar a fondo todos los elementos que los componen, comenzando por los revestimientos.
- Limpia las paredes de azulejos desde arriba hasta abajo, incluidas las juntas. Si tienen manchas de moho, tendrás que limpiarlas con lejía y después repasarlas con masilla o pintura antimoho.
- Repasa los sanitarios, el plato de ducha, las griferías y la mampara.
- Vacía los muebles, limpia el interior y ordénalos, eliminando aquellas cosas que estén en mal estado, cosméticos caducados, etc. Cambia las toallas.
- Termina aspirando y fregando el pavimento.

DOMINGO. Pon a punto las zonas de exterior
Tanto si cuentas con un jardín amplio o solo tienes un patio o una terraza, ahora es el momento de prepararlos para disfrutarlos ahora en primavera.
- Limpia paredes y suelos (puedes utilizar una hidrolimpiadora) y rescata los muebles de exterior del lugar en el que los tuvieses guardados durante el invierno. Pásalos un trapo húmedo y colócalos en su sitio para poder utilizarlos en cuanto el tiempo nos dé una tregua.
- Revisa todas las instalaciones de las zonas de exterior para comprobar que están en buen estado, que los sistemas de iluminación funcionan, que lucen las bombillas, etc.
Una vez hayas terminado de acondicionar esta parte de la casa, puedes dar por terminada la limpieza de primavera. La semana habrá sido intensa, pero tu casa estará limpia y perfecta para afrontar los meses de verano.