Cultivar surfinias, una forma infalible de añadir color y alegría al jardín

Si estás buscando plantas de flor para cultivar en tu jardín durante los meses de buen tiempo, hoy te traemos una sugerencia genial: la surfinia, una especie que destaca por su floración, abundante, larga y colorida. Descubre qué atenciones necesita y plántala en el jardín para convertirlo en un espacio alegre y lleno de vida.

'Prima' de la petunia

La surfinia y la petunia son plantas muy parecidas. De hecho, se podría decir que son familia, ya que la primera es una variante híbrida de la segunda. Se suele decir que la surfinia es la versión colgante de la petunia y, aunque son plantas diferentes, lo cierto es que comparten muchas de sus características. Son de tamaño medio, con hojas pequeñas y verdes cubiertas de una pelusilla de tacto pegajoso, y flores acampanadas de colores vivos. Todo un espectáculo para el jardín.

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Un verano al sol

Así es como le gusta estar a la surfinia: a pleno sol y recibiendo la mayor cantidad de horas de luz posible. Por eso, a la hora de buscarle espacio en el jardín, debes tener esto en cuenta y plantarla en un lugar soleado, donde nada le haga sombra. Cuanta más luminosidad reciban tus surfinias, más y mejor florecerán. Es una planta perfecta para cultivar en terrazas y balcones orientados al sur o al oeste.

En cuanto a la temperatura, la surfinia es sensible al frío y a las bajas temperaturas, y no aguanta que el termómetro baje de 10 ºC. Prefiere los ambientes templados, entre 18 y 24ºC.

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Claves para alargar y potenciar la floración

Como ya hemos comentado, la surfinia es una planta de floración abundante y fácil de conseguir, pero siempre podemos ayudarla cultivándola en las mejores condiciones posibles, de manera adecuada a sus necesidades.

Procura que reciba mucha luz, riégala de forma regular y frecuente, abona el terreno con materia orgánica y usa un fertilizante adecuado en primavera y verano, retira las flores marchitas y protégela de las enfermedades fúngicas.

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¿En el suelo o en maceta?

Ambas alternativas son viables y adecuadas. Puedes plantar surfinias en el suelo del jardín para crear borduras o macizos de flores, o puedes plantarlas en contenedores o jardineras, incluso en macetas colgantes. Si las colocas en el suelo, procura que esté bien drenado y enriquecido con compost o materia orgánica. Remueve la tierra para que no esté demasiado compacta y planta las surfinias en un hoyo de unos 20 o 25 cm de profundidad.

En caso de que prefieras plantarlas en maceta, busca un modelo grande donde las raíces de la planta tengan suficiente espacio para desarrollarse.

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Una planta con mucha sed

A la surfinia le gusta el calor, siempre que reciba el riego suficiente. Necesita un riego regular para florecer en toda su plenitud. Si en invierno basta con que la riegues en días alternos, en primavera y verano necesita un aporte de agua diario para poder resistir las altas temperaturas.

El riego ha de ser profundo, para que llegue a las raíces, aunque no tanto como para encharcar el terreno, algo que la surfinia lleva bastante mal.

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Abono: un cuidado necesario

La floración de la surfinia, tan abundante y vistosa, tiene un precio, ya que la planta consume una gran energía en producir tantas y tan bellas flores. Por eso conviene abonarla lo necesario, utilizando un fertilizante durante la época de floración.

Usa un abono líquido diluido en el agua de riego cada 10 o 15 días durante los meses de primavera y verano. Para acertar con la cantidad adecuada, sigue las instrucciones del fabricante.

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¿Necesita poda la surfinia?

Aunque no se trata de un cuidado esencial para ella, sí le vendrá bien que estés vigilante y retires las flores que se van marchitando, o las que están dañadas. De esta forma la planta puede concentrar toda su energía en producir más flores y en cuidar las nuevas, que crecerán con más fuerza.

Por otro lado, algunos expertos opinan que a la planta le viene bien una poda a finales del invierno que le permita coger fuerza para la época de floración.

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Nuevos ejemplares para tu jardín

Si nunca has cultivado surfinias, te encantará tener esta planta en el jardín o en la terraza. Y, una vez comiences a cuidarla, ya no querrás que te falte nunca, por lo que es buena idea que aprendas a reproducirla. Esto puedes hacerlo de forma sencilla y bastante rápida por medio de esquejes.

Para ello solo tienes que cortar un tallo de apariencia saludable de unos 10 o 15 cm, al que tendrás que quitar las hojas inferiores. Ponlo en una maceta con sustrato adecuado para plantas de flor y riégalo de forma abundante, pero sin anegar la tierra. Por último, búscale un lugar luminoso y espera a que el esqueje eche raíces.

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¡Cuidado con los hongos!

Aunque la surfinia es una planta resistente, puede verse afectada por ciertas enfermedades. Si las condiciones de temperatura y humedad no son las adecuadas para ella, es decir, si la tierra está muy húmeda y hace frío, la surfinia se convierte en una planta sensible a los hongos.

- Mildiú. Si ves que las hojas y los tallos de tus surfinias se llenan de una especie de polvo blanco o grisáceo, eso significa que padece mildiú. Un hongo que deforma las hojas y las decolora, debilitando considerablemente la planta.

- Moho gris. Otro hongo que afecta a las surfinias. Hojas, tallos y flores se llenan de moho, lo que puede ocurrir especialmente en invierno con el frío y la humedad de la lluvia. Para tratar estas enfermedades que afectan a las surfinias necesitarás un fungicida adecuado. Cuanto antes las combatas, mejor.

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