
Elegante y moderno. Sandra Flashman Studio tenía claro el estilo que quería para este proyecto. Un piso tipo estudio, situado en un edificio protegido en Londres. La arquitectura original incluye un impresionante mirador y una fachada del característico ladrillo rojo de la zona de Pont Street Dutch, con viviendas construidas en la década de 1880.
Un salón marcado por los ventanales y techos altos
El detalle de la altura excepcional del techo aporta estilo y elegancia de manera natural a la construcción. Por lo que Sandra Flashman Studio (www.sandraflashmanstudio.com), encargada del proyecto de reforma, solo tenía que potenciar lo que se le presentaba de manera natural. "La clave para el cliente era crear un espacio moderno que fuera a la vez cálido y acogedor sin renunciar a la belleza de su arquitectura original", señala la interiorista. El resultado en la zona de día, tras la intervención, es un espacio continuo que comparten salón, comedor y cocina, donde destaca el uso de carpinterías hechas a medida, cornisas y yeserías decorativas. Esta es la zona de estar, de estilo contemporáneo, con materiales que aportan elegancia, combinación de formas, tejidos que hacen confortable el espacio y notas de color vibrantes.
¿De dónde se partía en este proyecto?
La residencia original contaba con 110 metros cuadrados y dos dormitorios. Con el encargo de reforma integral, el estudio de Sandra Flashman debía ganar un dormitorio -posible al ubicar la cocina en el salón- más y maximizar el uso del espacio. Al ser un edificio catalogado de Grado II, existían restricciones sobre cuánto podía cambiar la estructura del edificio.
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Una paleta neutra, chipazos de color y materiales naturales y elegantes
Toda la zona social cuenta con unos enormes ventanales verticales que llenan de luz los ambientes. Los propietarios son una familia joven formada por cuatro personas que buscaba que el "centro" de su hogar se sintiera sosegado. "Nos centramos en utilizar materiales naturales que parecieran atemporales y añadimos calidez y textura al espacio", explican desde el estudio encargado de la reforma. En el salón, un sillón amarillo (Swoon Lounge Chair de Frederica) anima el conjunto de tonalidades neutras. Las cortinas tamizan la luz y aportan confort. El sofá curvo hace más fluidos los límies entre ambientes. Es el modelo Dandy Sofa de Mass Productions.

Un gran mueble a medida (pero ligero) en el salón
En la pared principal de la zona de estar se diseñó un mueble que cubre el frente, con bancada de almacenaje en la parte inferior y estantes abiertos en cuadrícula que se expanden hasta el techo en forma de L. La madera está presente en la composición, así como en el suelo de roble y en cocina y comedor, para crear unidad. Toda la carpintería es obra de Aldworth, James & Bond.
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El comedor: la sencillez del buen gusto
El ambiente que completa la zona social de la vivienda es el comedor, ubicado detrás del sofá que organiza el espacio y cerca de la cocina abierta. A la derecha se ve la puerta invisible, integrada en el tabique en el mismo acabado nogal, que conduce hacia la despensa de la cocina. Un espacio oculto que ofrece mucha capacidad de almacén. El comedor en sí aporta una madera más clara que la cocina, acorde con el tono miel del suelo de roble, instalado con tablillas en espiga. Un sencillo conjunto de mesa rectangular -Cross Extending Table by Matthew Hilton para Case Furniture- y sillas de estructura curvilínea -Wishbone Chair de Carl Hansen- que se completa con una lámpara de techo de cable negro y pantalla ovalada de cristal (Model 2065 diseñada por Gino Sarfatti para Flos) y una colorida obra de arte en la pared.
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