En Altea, uno de los pueblos más bonitos de España, se encuentra este impresionante ático de 186 m2, que tan bien refleja el carácter alegre y divertido de su propietaria. De plasmarlo se encargó Sigfrido Serra Studio, a través de un proyecto de interiorismo elegante y cuidado, en el que creatividad, color y diseño son los protagonistas.
La vivienda se distribuye en dos zonas: una área pública o social, ideal para recibir amigos y disfrutar del ocio, y otra más privada para momentos de tranquilidad. Así, nada más entrar, salón, comedor y cocina, se presentan en un mismo espacio, todo con orientación sureste y vistas al Mediterráneo desde la terraza. Un pasillo conduce a un baño de cortesía y a la zona privada de la vivienda, donde una antesala polivalente conecta con dos amplias habitaciones, cada una con su propio baño en suite y terraza privada.
La reforma se centró en actualizar suelos y paredes, renovar la instalación eléctrica, instalar una pérgola bioclimática en la terraza y aislar los techos. Además, el ático se decoró por completo con piezas de diseño, muebles ideados por el propio Sigfrido expresamente para el proyecto y ricos textiles. El objetivo estaba claro: la clienta quería una vivienda donde la alegría y la funcionalidad se fusionaran en cada rincón. Para ello, Sigfrido se inspiró en Altea y su tradición, mezclando colores vibrantes que reflejan la esencia transgresora, creativa y divertida de la localidad alicantina.
Un papel pintado, punto focal de la decoración
El estudio de Sigfrido Serra diseñó una zona común abierta, con salón, comedor y cocina en el mismo espacio, si bien cada uno de estos ambientes tiene identidad propia.
En la zona de estar, el papel pintado que decora la pared del sofá actúa de hilo conductor de toda la gama de colores que se reparten por toda la casa: blanco, azul, amarillo, turquesa y negro. “Elegimos, junto con la clienta el papel "Arty" de la firma francesa Pierre Frey, un diseño abstracto de la artista Marie-Cécile Aptel”, comentan desde el estudio. En este frente se apoya el sofá "Raglán Home", de Andreu World. A un lado, se colocó la estantería "Ptolomeo" de Bruno Rainaldi para Opinión Ciatti y, para cerrar el ambiente, dos sillas "Wassily" de Marcel Breuer, que editada Knoll. La lámpara de pies es un diseño de Arne Jacobsen para Louis Poulsen.
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