Si hay una planta de interior que simbolice la Navidad esa es, sin duda, la flor de Pascua o Poinsetia. Una planta bella y arrebatadora que te ayudará a poner color y alegría en cualquier rincón de tu casa. Pero, una vez que pasan los días dorados de la Navidad, ¿es posible conservarla o hay que resignarse a que se marchite?

Los expertos de Stars for Europe, una iniciativa promovida por los productores de poinsetias de Europa, te dan las claves para que aprendas a cuidarla y puedas conservarla durante mucho tiempo.

La alegre flor de Pascua

La poinsetia o flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima) es una planta originaria de los bosques de México, donde crece de forma silvestre como un arbusto de gran tamaño (puede llegar a alcanzar hasta 5 metros de altura).

En Europa se cultiva como planta de interior. Es resistente y no necesita muchos cuidados, por lo que suele encontrar un hueco en todas las casas, especialmente cuando llega la época navideña. El intenso color rojo de sus brácteas (aunque puedes encontrarla en otros colores) es perfecto para decorar tu casa en Navidad. La encuentras disponible en diferentes tamaños desde su variedad mini hasta grandes ejemplares de un metro de altura.

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Un símbolo de la Navidad

Si piensas en una planta especial que adorne esta época mágica seguro que te viene a la mente la poinsetia. De hecho, regalar una flor de Pascua a quieres queremos se convierte en todo un símbolo de amor y cariño en estos días festivos. Es un bonito detalle que puede ayudarnos a recuperar el verdadero sentido de la Navidad.

La flor de Pascua no solo se cultiva como planta de interior. Sus flores, o mejor dicho sus brácteas se pueden emplear para formar ramos, centros de mesa, coronas, arreglos florales e, incluso, para adornar el árbol de Navidad.

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Una gran diversidad

Entre las muchas cualidades que tiene la flor de Pascua una de las más apreciadas es su maravillosa diversidad. Existen más de 150 variedades diferentes de poinsetias, de todos los colores, tamaños y formas.

Aunque la más habitual en Navidad es la de color rojo intenso, no es la única en lo que a los colores de las brácteas se refiere. Puedes encontrar esta planta decorativa en otras tonalidades, desde el blanco al rojo, pasando por el crema, anaranjado, rosa, amarillo, etc. Las hay con las brácteas lisas, arrugadas o dentadas, y con un solo color o de dos tonos.

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Haz la mejor compra

Uno de los factores que influyen en la conservación de tu poinsetia es su estado inicial en el vivero o en la tienda a la hora de comprarla. Adquirir una flor de Pascua fresca, saludable y lozana es la mejor garantía para que después se conserve más tiempo en buenas condiciones.

Una planta sana se distingue por el color brillante de sus brácteas. La planta ha de estar frondosa y bien formada, sin que se observen daños ni ramas rotas.

Un consejo: fíjate en las diminutas flores amarillas que tienen en el centro de las brácteas. Cuando compres tu poinsetia estas deben estar todavía brotando.

Protege a tu flor de Pascua durante el trayecto de la tienda a tu casa, para que no sufra ningún percance que pueda comprometer su salud en el futuro.

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Búscale un sitio cálido y luminoso

Luz y calor. Estas son las dos cosas principales que necesita la flor de Pascua para crecer feliz. Una vez en el interior de casa, colócala en un emplazamiento luminoso, cerca de una ventana pero donde no le lleguen corrientes de aire (que la perjudicarían mucho).

A la poinsetia le van de maravilla los ambientes cálidos, entre 15 y 22º C. Eso sí, si la colocas cerca de un radiador o de otra fuente de calor tendrás que tener cuidado para que no pase sed.

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El riego adecuado

Para regar la flor de Pascua de manera correcta es importante que encuentres el término medio para que no pase sed ni tenga demasiada humedad: ambas cosas son perjudiciales para ella.

Procúrale un riego moderado vigilando el sustrato y aportando agua cuando se haya secado. Es importante que utilices agua tibia o a temperatura ambiente para regar tus poinsetias, y que retires, si lo tienes, el plato de debajo de la maceta pasados unos 15 minutos.

Un consejo: puedes regar tu poinsetia sumergiendo la planta en agua una vez a la semana durante unos minutos y dejándola escurrir después.

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Flores de Pascua en miniatura

Las poinsetias mini son una variedad de esta planta tan original. Resultan muy especiales y decorativas para poner pequeños toques de color en Navidad, ya sea en la mesa de celebración o en rincones estratégicamente colocados.

El cuidado más importante a la hora de cultivar flores de Pascua de tamaño mini es el riego, que es más exigente que el de las poinsetias normales. Tendrás de vigilar a diario tus plantitas para que no se sequen, regándolas con agua tibia.

Un truco: para saber si tus poinsetias necesitan más agua levanta la maceta y comprueba su peso. Si la notas muy ligera puede ser un signo de que hace falta que la riegues.

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¿Es posible conseguir que florezca de nuevo?

No es imposible, aunque sí bastante difícil. La flor de Pascua es una planta de hoja perenne. Cuando termina su periodo de floración pierde las brácteas de color y deja ver sus bonitas hojas verdes. ¿Cuándo volverá a mostrar sus bellas y coloristas brácteas?

Para que esto sea posible es imprescindible que la planta esté sometida a total oscuridad unas 12 o 13 horas diarias al menos durante ocho semanas. Este requisito es clave. Si no se cumple a rajatabla, la planta no volverá a florecer.

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Decorar con flores de poinsetia

Una de las formas habituales de utilizar la poinsetia para decorar es emplear sus brácteas o flores cortadas en ramos o para componer arreglos florales. Si te decides te darás cuenta de que son muy duraderas: puedes resistir en buen estado hasta dos semanas, siempre que las trates adecuadamente con un sencillo truco.

Nada más cortar las brácteas debes sumergir el tallo en agua caliente (a unos 60º C) durante unos segundos e inmediatamente meterlo en agua fría. De esta forma se mantiene la savia en el tallo y las flores duran más tiempo.

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