Afortunadamente, podemos disfrutarlo durante todo el año. Pero si hay un pescado asociado a las mesas navideñas (o, al menos, uno de ellos) es el salmón. En su versión ahumada nos da muchísimo mucho juego a la hora de preparar deliciosos aperitivos y también para ensaladas o pasteles salados… Y en fresco ofrece estupendos resultados para la elaboración de tartares, salteados o recetas al horno.
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En ¡HOLA! Cocina nos encanta este pescado, cargado además de propiedades saludables (es una magnífica fuente de proteínas y de ácidos grasos saludables). Lo consumimos en todas las estaciones y en estas fiestas no puede faltar en nuestras mesas porque gusta a la mayoría. Y para que no siga faltando, aquí tienes 15 recetas con salmón, ¡que son infalibles! Las acompañamos con los mejores consejos para cocinar el salmón y sacarle el máximo partido.
Consejos para cocinar con salmón
- En el mercado. Si vas a comprar salmón fresco, una buena pista para determinar su calidad es fijarse en las agallas: cuando más rojizas, mejor (y, cuanto más oscuras, peor). Además, los ojos del pescado deben ser brillantes. Si tienes ocasión de tocarlo, puedes comprobar su frescura: al ejercer un poco de presión con el dedo, la carne no debe hundirse, sino que ha de estar bien tersa.
- Limpieza. Lava el salmón previamente bien desescamado -justo antes de prepararlo y no antes- con agua fría y sécalo muy bien con papel de cocina, no lo hagas con un trapo para evitar posibles contaminaciones, para lo que también se recomienda usar una atabla específica para pescados.
- ¿Fresco o ahumado? Para preparaciones al horno, plancha o vapor… es decir, todas aquellas que impliquen cocción, es preferible el salmón fresco, mientras que el ahumado lo reservaremos para preparaciones como ensaladas, aperitivos, también para dar el toque final a alguna crema. También hay preparaciones que podemos hacer tanto con salmón fresco como ahumado, como es el caso del tartar, el sashimi o el poké de salmón. En este caso, si utilizamos salmón ahumado, mejor comprar un lomo para hacer dados en lugar del salmón precortado en láminas.
- ¿Cuál es el mejor corte? Como ocurre con otros muchos pescados, deberemos tener en cuenta el tipo de corte en función de la receta que vayamos a preparar. Así, por ejemplo, para recetas de salmón, al horno o a la plancha, los lomos son ideales. Para un tartar resultan perfectos los tacos obtenidos de la parte de la cola. Si vamos a emplearlo como ingrediente para un plato de pasta, queda muy bien el salmón en tiras (se pueden sacar de la cola o de la ventresca). Para el sushi, filetes o láminas, mejor si son del lomo central del pescado.
- Congelar y descongelar. Si compras el salmón fresco con antelación y vas a congelarlo, presta atención la hora de meterlo en el congelador: no debes poner nada encima porque, al estar fresco, corre el riesgo de que la fibra del pescado se rompa y congele de esa forma. Cuando lo vayas a descongelar, recuerda siempre hacerlo en la nevera, en la parte más baja. Es buena idea quitarle el papel film (si está ‘filmado’ con plástico) y ponerlo en algún recipiente tapado para evitar que el agua de la descongelación manche otros productos del frigorífico. Recuerda que el salmón fresco dura 2-3 meses congelado. Si no lo vas a congelar, ten también presente que el salmón en crudo no se puede almacenar en la nevera más de 1 o 2 días. Y un tip más: si lo vas a emplear en crudo en tus recetas, es mejor conservar los ingredientes por separado y montar el plato justo antes de consumir para que mantenga un sabor y una textura óptimos.
Recetas con salmón para despedir el año y dar la bienvenida al 2026
Aquí tienes 15 ejemplos de la increíble versatilidad culinaria de este pescado, tanto en fresco como ahumado. Son perfectas tanto para la cena de Nochevieja como para la comida de Año Nuevo. Y seguro que vas a encontrar más de una de tu gusto, porque las posibilidades del salmón son innumerables.