La tradición manda y en Navidad no podía ser de otra forma. A todos nos encantan estas pequeñas bolitas llamadas buñuelos. Y la realidad es que, nada como un chocolate o café bien caliente acompañado de este emblemático dulce procedente de la cocina mediterránea. Hoy vamos a acompañarlo con unas fresas del bosque, miel de caña y espuma de yogur. Una verdadera delicia para los más golosos. Te advertimos que la crema de yogur requiere algo de paciencia, pero está claro que el resultado merecerá la pena.
- 250 cl de Agua mineral
- 100 g de Mantequilla
- 150 g de Harina floja
- 2 g de Sal fina
- 6 ud de Huevos
- 1 bandeja de Fresas del bosque
- 2 cc de Miel de caña
Para la espuma de yogur
- 300 g de Yogur griego
- 400 g de Nata para montar
- 75 g de Azúcar blanca
- Azúcar glas
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1.
Poner a hervir el agua y la mantequilla.
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2.
Cuando arranque a hervir, añadir la harina de golpe y cocer hasta que se separe de las paredes del cazo.
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3.
Retirar del fuego; añadir los huevos de uno en uno, hasta que la masa deje de ser pegajosa. Reservar.
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4.
Calentar aceite en un cazo, añadir la masa con una cuchara dejándola caer y freír hasta que triplique su volumen y esté cocido por dentro.
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5.
Retirar del fuego y escurrir en papel absorbente.
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6.
Mezclar el yogur, la nata y el azúcar con unas varillas, colar y poner en el sifón.
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7.
Cerrar, cargar con dos cargas de gas y batir enérgicamente.
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8.
Reservar como mínimo 3 horas en frío.
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1.
Pasar los buñuelos por azúcar glas.
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2.
Abrir un extremo de modo que quepa la boquilla del sifón; rellenarlos de espuma de yogur.
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3.
En el plato, dibujar 2 lágrimas con la miel de caña.
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4.
Añadir en el centro los buñuelos, acompañar de las fresitas del bosque.
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5.
Refrescar con unas hojitas de menta.
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