¡Sorpresa en las cocinas de MasterChef! El programa encara su recta final sin uno de los nombres que se perfilaba como firme opción a ganar el talent culinario: Ana. La aspirante, que se enfrentó a unas 17 eliminaciones convirtiéndose en la que más delantales negros ha vestido, se marchó del programa con cierta decepción pues falló en un postre. Son los platos dulces sus favoritos aunque en este caso hizo una receta “sin sentido” lo que le costó su permanencia en el talent. El programa se queda así con cinco nombres como aspirantes al título: Jotha, Álex, Pilu, Eneko y Luís, que lucharán por hacerse con el preciado trofeo.

La última entrega fue sin duda muy emocionante pues los concursantes recibieron una de las recetas de su familia, a la que tuvieron que aplicar técnicas de vanguardia. La visita de sus seres queridos inundó de emoción las cocinas, pues fueron padres, madres y parejas quienes probaron los platos que habían elaborado. Pilu se emocionó mucho al reencontrarse con su madre, igual que Lluís que por fin pudo abrazar a su novia. Eneko convenció a los jueces con su fricandó que llegó acompañado de su mujer y sus dos niñas, que se abrazaron al aspirante con fuerza.

Jotha se encontró con Loli, su pareja, pero estropeó su pastel de carne, igual que Ana que se emocionó al ver a su prometido, aunque no acertó con el sabor de su plato. Álex por su parte recibió la visita de su madre, pero tampoco convenció a los chefs con su propuesta. Los tres pasaron a la prueba de eliminación, sin duda una de las más relevantes pues suponía el pase a la semifinal. Tuvieron que elaborar un plato dulce bajo en calorías y sin azúcares añadidos, por lo que sustituyeron este por edulcorante. Eneko, que fue el encargado de repartir ingredientes, dio los más fáciles a Álex y Ana por lo que Jotha, convencido, aseguró que iba a lucirse.

Y lo cumplió con su tarta de limón “natural, diferente, moderna y ácida”. Ana elaboró un buñuelo tierno “pero que se disfrutaba lo justo por ser plano”, mientras que Álex resolvió bien la prueba con un postre de restaurante. La sorpresa llegó cuando Ana escuchó su nombre en boca de los jueces pues a lo largo de todas las semanas se había perfilado como una de las más resueltas en la cocina (aunque los nervios le jugaron malas pasadas en varias ocasiones). “Me he ido decepcionada porque la repostería es lo mío y me he ido con un postre. He estado muy inestable, con altos y bajos. Para mí esto ha sido un sueño hecho realidad” aseguró.